Entre padre e hijo, ‘El Maestro’ Tabárez
El seleccionador de Uruguay dirigió a Juanchi González en el Oviedo en 1997, hoy 24 años después hace lo propio con su hijo, Giovanni, en la Celeste
Con una Copa Libertadores (Peñarol) y un Torneo Apertura (Boca) en el currículum, Óscar Washington Tabárez saltó el charco en 1994. Primero pasó por Italia, Cagliari y Milán; hasta que en 1997 dirigió al Real Oviedo en su única temporada en la Liga. En el Carlos Tartiere coincidió con otro uruguayo, el delantero Juanchi González. Hoy, 24 a...
Con una Copa Libertadores (Peñarol) y un Torneo Apertura (Boca) en el currículum, Óscar Washington Tabárez saltó el charco en 1994. Primero pasó por Italia, Cagliari y Milán; hasta que en 1997 dirigió al Real Oviedo en su única temporada en la Liga. En el Carlos Tartiere coincidió con otro uruguayo, el delantero Juanchi González. Hoy, 24 años después, Tabárez vuelve a coincidir con otro González en la selección uruguaya: Giovanni, hijo de Juanchi. “Fue un lindo reencuentro. El Maestro me conocía de chiquito y, cuando llegué a la selección me recordó esa etapa de nuestras vidas. Él es de arropar al jugador y busca darle confianza desde el primer día. Esa conexión me hizo sentir bien y querido. Un nexo con mi padre”, explica Giovanni González, de 26 años, que este viernes se enfrenta a Argentina en el estreno de Uruguay en la Copa América.
Giovanni nació en Montevideo y a los tres años se mudó a Oviedo. “Vivíamos en la Fresneda. Después pasamos por Madrid también estuvimos una temporada en Sevilla. Estuve hasta los 11 años. Hablaba con acento español y, cuando volvía a Uruguay, mis abuelos, mis tíos y mis primos me hacían bromas”, cuenta Giovanni. De la escuela de fútbol sala en el barrio de Colloto pasó al Astur antes de sumarse a las inferiores del Oviedo. “Antes de regresar a Uruguay en el Oviedo me ofrecieron quedarme, pero mis padres no me dejaron”, recuerda el defensa de Peñarol.
El lateral es una excepción en el fútbol uruguayo: no pasó por el baby fútbol, historico semillero de La Celeste. Sin potero, arrancó de volante hasta que a los 15 años lo pasaron a la zaga. “Si bien mi trabajo es defender también me gusta mucho participar del juego ofensivo del equipo.
Ausente en las categorías inferiores de la selección uruguaya –”de chico tuve varias lesiones en el cartílago que me impidieron tener continuidad”, cuenta-, su primer clásico frente a Argentina lo disputó ante Messi en 2019. “Y le pedí la camiseta”, explica. “No me dio la sudada porque Matías Viña se me adelantó. Pero me mandó una al vestuario”, añade González.
“El partido con Argentina es especial. La rivalidad es más grande que con Brasil”, subraya el defensa de La Celeste. Uruguay aterrizó en Brasil este jueves. Lo espera la Albiceleste de Messi, que en la primera jornada empató con Chile (1-1). “No se puede dudar de la calidad de los jugadores argentinos. Por momentos, ante Chile jugaron muy bien; en otros, no tanto. Trataremos de contrarrestar las virtudes que ellos tienen”, asegura Gio González, refresco de Uruguay, que todavía vive de la vieja guardia que lideran Muslera, Godín, Luis Suárez y Cavani. “La selección tiene una base desde hace muchos años, jugadores que se merecen estar por lo que hacen en sus equipos. A nosotros, los jóvenes, nos viene bien: marcan el camino. Mantienen los valores”, concluye González. Valores que impulsa Tabárez. Los conoce Juanchi, ahora también Giovanni.
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