Frenkie de Jong cierra el círculo
El líder de Países Bajos se consolida como jugador total desde que Ronald Koeman apeló a sus orígenes de central en el Willem II
Los ojeadores que siguieron al equipo de reservas del Willem II entre 2014 y 2016 recuerdan aquellos partidos como algo histórico. “El fútbol total viene de Arkel”, repetían, medio en broma medio en serio, como quien practica un sortilegio. Arkel era el pueblo de procedencia del defensa central. Se trataba de un rubio pegajoso que no dejaba respirar a los delanteros, los dominaba en la lucha cuerpo a cuerpo con llaves de artes marciales, si era preciso, y se desplazaba por el campo con piernas como martillos neumáticos, de punta a punta, administrando la pelota con precisión y delicadeza hasta...
Los ojeadores que siguieron al equipo de reservas del Willem II entre 2014 y 2016 recuerdan aquellos partidos como algo histórico. “El fútbol total viene de Arkel”, repetían, medio en broma medio en serio, como quien practica un sortilegio. Arkel era el pueblo de procedencia del defensa central. Se trataba de un rubio pegajoso que no dejaba respirar a los delanteros, los dominaba en la lucha cuerpo a cuerpo con llaves de artes marciales, si era preciso, y se desplazaba por el campo con piernas como martillos neumáticos, de punta a punta, administrando la pelota con precisión y delicadeza hasta ponerse al borde del área rival, en donde solía generar una media de cuatro ocasiones por partido. Los testigos dan fe de algo portentoso. Se llamaba Frenkie de Jong.
Cinco años más tarde el círculo comienza a cerrarse. No es casual que los Países Bajos, que esta tarde se enfrentan a la República Checa en octavos de final de la Eurocopa (18:00 horas, Telecinco), se encuentren disputando su primer gran torneo desde 2014. Así lo aseguran los expertos que elaboran los estudios para las compañías más prestigiosas en materia de tasación de jugadores, la mayoría asentadas en Londres. Una fuente de estas empresas observa que todos los modelos de análisis utilizados indican que entre noviembre y abril pasados, De Jong fue el futbolista con mayor “coeficiente medio de incidencia positiva en el rendimiento de su equipo”. Por encima incluso de Messi, en ese periodo el holandés se convirtió en el futbolista más completo e influyente de Europa. Que el Barcelona sumara más puntos que ningún club en esos meses es consecuencia directa del juego del holandés.
“Koeman”, explica esta fuente, “ha elevado el nivel competitivo de De Jong a partir de su evolución en la faceta defensiva. Ahora tenemos un jugador capaz de defender como los mejores centrales, administrar el juego en el mediocampo y ser decisivo en el área rival porque ningún volante lee como él los desmarques por los pasillos interiores y la finalización a uno o dos toques. Puede ser Puyol, Xavi y Ballack. Todo en uno”.
Raffaele Poli, director del Football Observatory de Neuchâtel y responsable de uno de los estudios de mercado del fútbol con mayor base científica, solo ha tasado a Bruno Fernandes por encima de Frenkie de Jong: 154 millones de euros sobre 139. “Bruno es el más valioso porque juega como número diez en un club como el United”, explica Poli, “pero De Jong solo tiene 24 años, dos menos que Bruno, y puede ser seis, cuatro, ocho y diez. Puede ocupar las tres posiciones del mediocampo y la de defensa central al máximo nivel. La polivalencia valoriza porque no hay muchos futbolistas capaces de hacer eso. Solo Pogba se aproxima. De Jong pertenece a este pequeño cuadro de cracks al que pertenecieron Iniesta y Xavi”.
Los analistas dan por hecho que De Jong será el único futbolista que en la próxima década disputará el Balón de Oro sin jugar en la línea de ataque. Un indicio son sus estadísticas comparadas con Luca Modric, último centrocampista que ganó un Balón de Oro, cuando tenía la edad del holandés. Según la agencia Opta, cuando Modric cumplió 24 años, en la temporada 2011-12, hizo cuatro goles y dio tres asistencias en todos los torneos, y su promedio en el Tottenham fue de dos regates por partido, 61 pases, y seis recuperaciones. De Jong lo iguala en todo y lo supera en goles (7) y asistencias (9). Con un peculiaridad: a diferencia de Modric, que nunca jugó de defensa central, este curso De Jong disputó nueve partidos en el eje de la zaga. Con un impacto ostensible: el Barcelona sufrió menos goles y menos ocasiones con De Jong que con Piqué como central. La eliminatoria de Champions ante el PSG sirve de muestra. Con De Jong como volante el PSG remató 16 veces y cuando se situó en defensa no permitió más de siete tiros.
“Cuando Koeman llegó a Barcelona hablé con él sobre mi rol en el equipo”, dijo De Jong hace dos semanas. “Él fue muy claro sobre esto: ‘el Barça pagó mucho dinero por ti, tú eres un gran jugador, así es que debes asumir más responsabilidades, ser más decisivo’. Puso mucha presión sobre mí. Y esto es algo que me gustó”.
Llamada de atención
Ronald Koeman conoció a De Jong como seleccionador de los Países Bajos entre 2018 y 2020. Como Holanda era un equipo desestabilizado, comenzó por poner a De Jong en el eje de una defensa de tres. La respuesta fue estupenda. Hasta el punto que Koeman se extrañó cuando vio el comportamiento del jugador durante su primera temporada en el Barça, en donde se dejó llevar cuando el equipo perdió el balón y apenas logró cuatro robos de promedio por partido. En una de las concentraciones, según fuentes próximas a la selección holandesa, el técnico le llamó la atención: “¡En el mediocampo tienes que hacer lo mismo que haces como central!”. Koeman le advirtió de que si tenía instinto y cualidades físicas para hostigar a sus marcas en los duelos directos en defensa, también podía hacerlo en la zona ancha del campo, cuando ejercía de volante. Cuando ambos se reencontraron en el Barcelona, hace un año, no necesitaron darse tantas explicaciones.
Comparado con Gündogan, Kroos, Pogba, Locatelli, Modric, Tielemans, Koke o Kalvin-Phillips, los centrocampistas de referencia de las selecciones más importantes de la Eurocopa en la primera fase, De Jong es líder sobrado en dos apartados defensivos: 25 recuperaciones y 63 duelos ganados. En ataque ha creado cuatro ocasiones de gol, igualado con Pogba, y una menos que Modric y Kroos, que juegan más liberados de tareas defensivas.
Suele suceder con los futbolistas superdotados. A su alrededor todo encaja. Sus equipos se elevan y sus compañeros brillan con un fulgor desconocido. En la primera fase de la Eurocopa, uno de las selecciones más armoniosas y eficaces fue Holanda. De la mano de De Jong, Wijnaldun decidió como un clarividente, Dumfries viajó como un torbellino y Depay hizo cosas que le confunden con un delantero de época. Lo mismo sucedió con el Ajax mientras De Jong se enfundó su camiseta. El equipo que alcanzó las semifinales de la Champions en 2019 parecía plagado de estrellas desconocidas que dos años después luchan por no apagarse. Tadic y Neres, todavía en el Ajax, no pasaron de la primera ronda de la última Champions; Ziyech es suplente en el Chelsea; Van de Beek apenas juega en el United; Schöne está medio retirado; y De Ligt es un jugador prácticamente anónimo en la Juventus.
Frenkie de Jong vivió un año de desconcierto en Barcelona hasta que Koeman lo conectó con su pasado de futbolista total. Su gran salto competitivo se produjo cuando sacó el colmillo defensivo. En el Barça y en Países Bajos, como en el Willem II.
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