¿Dónde están las mujeres?

“Cuando un dedo apunta al cielo, el tonto mira al dedo”. Esta frase, sacada de la película Amelie (2001), viene a representar lo que hoy en día se conoce popularmente como escurrir el bulto. Sin ir más lejos, en el escándalo Rubiales. Mientras hay gente que todavía cree que somos unos exagerados con el beso a Jenni Hermoso, que estamos sacando las cosas de quicio y que esto es una “cacería inhumana y sangrien...

“Cuando un dedo apunta al cielo, el tonto mira al dedo”. Esta frase, sacada de la película Amelie (2001), viene a representar lo que hoy en día se conoce popularmente como escurrir el bulto. Sin ir más lejos, en el escándalo Rubiales. Mientras hay gente que todavía cree que somos unos exagerados con el beso a Jenni Hermoso, que estamos sacando las cosas de quicio y que esto es una “cacería inhumana y sangrienta”, la FIFA, la ONU, España y el mundo dicen lo contrario.

Este bochorno de impacto mundial también ha servido para que pongamos el foco de atención más allá de la primera línea y vayamos a rebuscar en el fondo de la cuestión. Prueba de ello es la imagen que han protagonizado las federaciones territoriales de fútbol. Hace una semana cerraron filas en torno a la figura de Luis Rubiales. Por ello, solicitaron al presidente de la Federación Española de Fútbol que convocase una asamblea extraordinaria para escenificar de esta manera su defensa al máximo mandatario, aunque en aquel momento la figura de Rubiales ya estaba debilitada.

De ahí se pasó a que “las territoriales sopesarán pedir su dimisión”. Ahora, los barones territoriales, algunos de ellos presentes durante la asamblea del pasado viernes, piden en un comunicado que Rubiales dé un paso al lado y dimita. Eso sí, en dicho comunicado sí respaldan a su mano derecha, Pedro Rocha, al que han decidido dar su apoyo tras ser designado por Rubiales para hacerse cargo de la RFEF. Tampoco hacen referencia en el escrito a la situación de los dos principales seleccionadores, Jorge Vilda y Luis de la Fuente, que rompieron a aplaudir en cada intervención del presidente de la Federación en la asamblea para, 24 horas después, recoger cable. Pero lo más escandaloso de todo es que tampoco se menciona en el texto a Jenni Hermoso, la víctima de todo esto.

Esta decisión de las federaciones territoriales viene después de una reunión de seis horas en las que la foto fue la siguiente: 19 hombres, que representaban a 19 federaciones, para abordar un asunto que debería ser tratado en clave feminista. Algo falla en todo esto, y lo que falla viene de la base. ¿Dónde están las mujeres? ¿Qué cargos ocupan las mujeres en los organismos deportivos? ¿Por qué no hay ni una sola presidenta al frente de las federaciones territoriales de fútbol? ¿Dónde está la paridad?

Solo una de las 19 federaciones territoriales tiene dirección paritaria. Según apunta la Cadena Ser, la única territorial que cumple con el estándar legal de paridad en su junta directiva es la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana. Y en ese único caso, el porcentaje de mujeres se encuentra justo en el umbral legal, es decir, el 40%. Concretamente, son ocho mujeres frente a 12 hombres. La RFEF tampoco cumple con la Ley del Deporte de 2022: solo dos de sus 20 miembros son mujeres. Dicha ley es clara: “La composición de la Junta Directiva se ajustará al criterio de composición equilibrada establecido en la disposición adicional primera de la Ley Orgánica 3/2007″.

La primera fila de la foto vuelve a estar llena de trajes con corbatas. Esta falta de paridad es la que Sumar, el partido de Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda en funciones del Gobierno, ha denunciado ante el Consejo Superior de Deportes. ¿Cómo pretendemos que las decisiones que afectan a las mujeres sean tomadas sin tener ellas ni voz ni voto? ¿Dónde están las mujeres? Esto valdría para cualquier ámbito de la vida, no solo para el deporte. El problema viene de la base y se extiende hasta el techo de cristal.

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