Ancelotti: “Mientras tuvimos energía para presionar arriba, salió todo muy bien”

El técnico italiano sorprende al situar a Vinicius en el centro del ataque cuando se le esperaba en la banda izquierda sin la oposición del lesionado Walker

Ancelotti saluda a Guardiola antes del partido.Foto: JUANJO MARTIN (EFE) | Vídeo: EPV

No se había llegado al minuto dos, y mucho de lo que se esperaba o pronosticaba había volado. El efervescente Kevin de Bruyne se cayó a última hora por una indisposición física. Tchouameni, el central que tanto había convencido a Carlo Ancelotti, fue al suelo contra Grealish todavía en el segundo 38 y cargó con una amarilla que le apeó de la vuelta. Lunin, el portero que había “descubierto” el Madrid, en palabras de Carletto, se quebró al primer tiro y Bernardo Silva se la coló por el palo corto tras sortear una barrera mínima. ...

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No se había llegado al minuto dos, y mucho de lo que se esperaba o pronosticaba había volado. El efervescente Kevin de Bruyne se cayó a última hora por una indisposición física. Tchouameni, el central que tanto había convencido a Carlo Ancelotti, fue al suelo contra Grealish todavía en el segundo 38 y cargó con una amarilla que le apeó de la vuelta. Lunin, el portero que había “descubierto” el Madrid, en palabras de Carletto, se quebró al primer tiro y Bernardo Silva se la coló por el palo corto tras sortear una barrera mínima. Solo habían transcurrido 108 segundos.

Y cuando todos habían posado los ojos en la izquierda para contemplar qué era capaz de hacer Vinicius por su orilla favorita ante la ausencia del lesionado Kyle Walker, resulta que ahí estaba Rodrygo y que Vini oficiaba por el medio casi como un nueve. La sonrisilla que deslizó Ancelotti en la previa cuando fue preguntado por las posibles variantes se tradujo en esa disposición.

“Busqué eso por la buena racha de Rodrygo. A Vini no le cambiaba nada. Creo que hemos sorprendido, como en el segundo gol”, valoró Ancelotti, algo que admitió Pep Guardiola, aunque no lo consideró tan fundamental en el encuentro. “Ha salido bien”, comentó Rodrygo, que siempre agradece jugar por la izquierda, su sitio de formación.

El problema para Carletto fue el agotamiento. “Faltó el 3-1 y bajamos en nuestra energía, lo que aprovecharon. A un equipo como el City no le puedes conceder el tiro desde la frontal. Mientras tuvimos energía para presionar arriba, salió todo muy bien”, afirmó el italiano, que explicó que raramente plantean un partido presionando arriba uno contra uno y eso tuvo un coste de pérdida de gasolina. Una argumentación, sobre la falta progresiva de resuello, que compartió Valverde. “Ellos aprovecharon algo nuestro cansancio porque dejamos de presionar. Descansamos un poco y eso lo hicimos mal”, apuntó el uruguayo. Para la vuelta, el entrenador blanco anunció que la receta será la misma: apretar arriba. “Tenemos la idea de plantear el mismo partido, con mucha presión y muchos duelos. A ver qué pasa”, indicó.

La noche mostró, de nuevo, al Ancelotti más intervencionista. Lo intentó en la vuelta frente al Leipzig, cuando rescató sin ningún éxito la fórmula de los cinco medios. Esta vez, con todos atentos a lo que podía rascar Vini en la zurda sin la oposición de Walker, agitó el árbol, llevó al brasileño al centro y entregó la izquierda a Rodrygo. La necesidad tras el rápido 0-1 abrió las líneas y el Madrid empezó a lanzar una batería de contras muy dañinas. Rodrygo, a la media hora, y por dos veces Vinicius, cerca del descanso y a la vuelta del descanso, desperdiciaron la ocasión de ensanchar la distancia. Ese 3-1 que lamentó Ancelotti.

Rüdiger vuelve a reducir a Haaland

La noche colocó a Vinicius ante una nueva misión en una jornada tan delicada. Después de hacerse fuerte como extremo zurdo e ir adaptándose poco a poco a sacar provecho de los pasillos interiores, pero siempre partiendo desde la izquierda, contra el City apareció de arranque por el medio.

Siempre insistente, se le notó en una posición ortopédica, con menos tino a la hora de enfocar la portería. En el tercero del Madrid, en una ubicación más natural para él, cuando recuperó la izquierda tras la sustitución de Rodrygo, dio el pase a Valverde. Pero apercibido de amarillas para Mánchester, ahí acabó su actuación.

El plan de Ancelotti no rascó la tajada que por momentos acarició, aunque la cita evidenció que el City no está hecho de hormigón a la hora de protegerse. Cuando llegó este martes al Bernabéu, ya sumaba dos goles más en contra que todo el curso pasado (45-43) en 12 partidos menos (48-60). Había recibido 0,94 dianas por choque frente a las 0,72 del año anterior. En Chamartín, en menos de dos minutos se le fue la ventaja por el desagüe. Y en ataque, Rüdiger volvió a reducir Haaland, que contra ningún otro rival ha jugado más partidos (tres) e intentado más remates (seis a portería) sin marcar en Champions. Pero al final, al Madrid le faltó puntería, fuerzas y le sobró Foden.

Pep Guardiola subrayó la personalidad de su equipo en la segunda mitad y puntualizó que esta actuación es la consecuencia de un proceso, dentro de su proyecto, para estar “estables emocionalmente” y afrontar jornadas tan al filo como unos cuartos ante el Madrid. “Eres inglés, no sabes lo que es jugar en el Bernabéu”, le soltó a un periodista británico.

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