Éxtasis de la generación de Entrerríos tras un sufrido y dulce bronce ante Egipto
España supera el exigente duelo (31-33) y cierra con una nota optimista una era sobresaliente
Un gol de Raúl Entrerríos culminó el premio para su generación, el que selló la sufrida y ajustada victoria de España ante Egipto por 31-33. El equipo español superó de esa forma el tenso examen final que le planteó la selección egipcia, que dirige el español Roberto García Parrondo, y consiguió la medalla olímpica de bronce. El premio no colma la ambición de oro con la que viajaron los jugadores españoles a Tokio, pero rubrica su calidad y su competitividad. El grupo que gestiona ...
Un gol de Raúl Entrerríos culminó el premio para su generación, el que selló la sufrida y ajustada victoria de España ante Egipto por 31-33. El equipo español superó de esa forma el tenso examen final que le planteó la selección egipcia, que dirige el español Roberto García Parrondo, y consiguió la medalla olímpica de bronce. El premio no colma la ambición de oro con la que viajaron los jugadores españoles a Tokio, pero rubrica su calidad y su competitividad. El grupo que gestiona el seleccionador Jordi Ribera ha conseguido subir al podio con regularidad en las grandes competiciones internacionales en las que compite desde que perdió precisamente el tren para los Juegos de Río 2016 y, un año después, también cayó en el Mundial.
No falló ante Egipto, en un partido muy igualado y que no se resolvió hasta que Álex Dujshebaev y Entrerríos lo sentenciaron con los dos últimos goles. Egipto estuvo a solo un tanto durante bastantes instantes durante los últimos minutos. Pero España dio la puntilla definitiva.
Es la medalla que honra a una generación, la de Entrerríos, el capitán de 40 años, la de la quinta que ganó aquel maravilloso Mundial de 2013 arropada por los 14.000 espectadores que llenaron el Palau Sant Jordi. Aquel equipo dirigido por Valero Rivera, con Entrerríos, Aguinagalde (38), Antonio García (37), Sarmiento (37), Morros (37), Guardiola (36), Maqueda (33), los lesionados que se perdieron el viaje a Tokio, Cañellas (34) y el benjamín, entonces, Aitor Ariño (28). Jugadores que finalizan o se encuentran en el final de sus carreras. Entre todos han hecho grande al balonmano español todo este tiempo.
Se le pregunta a Jordi Ribera por el éxito de los entrenadores españoles, como García Parrondo, que ha dirigido la epopeya de la selección egipcia, como la media docena que dirigen a equipos punteros de toda Europa. “El nivel de los jugadores nos ha hecho mejorar a los entrenadores”, dice el seleccionador gerundense. Lo demostraron una vez más. Supieron sobreponerse al dolor por la derrota en las semifinales ante Dinamarca y sacaron adelante el duelo ante Egipto que les dio la medalla y les permite cerrar los Juegos con una sonrisa y la confianza en que la inevitable renovación del equipo empezará con buenos auspicios.
El partido ante Egipto fue muy igualado. Ahmed Elahmar, el lateral derecho egipcio de 37 años, causó estragos en la defensa española, también el pívot Mohamed Shebib. España, a pesar de algún inconveniente como el esguince de tobillo que sufrió Aguinagalde cuando solo se habían disputado 16 minutos, respondió con su juego veloz, culminado casi siempre por Aleix Gómez.
El equipo español se adelantó por tres goles, 17-20, pero Egipto conseguía una y otra vez amenazar con la remontada. La tuvo en sus manos en dos ocasiones. Con empate a 23, Shebib envió un remate a la madera. Antonio García, el lateral izquierdo del Granollers que ha ofrecido un rendimiento extraordinario en estos Juegos, fue providencial con varios goles en esos momentos de igualdad. España volvió a sufrir de manera extraordinaria en los dos últimos minutos, con 30-31 y con 31-32. Aparecieron en esos instantes Dujshebaev y Entrerríos, que fueron los que resolvieron.
Egipto presionó por toda la cancha en el último medio minuto. España movió el balón, hasta que llegó a Entrerríos. El capitán de la selección marcó el tanto que cerró el triunfo y dio el bronce a España, el cuarto que consigue en la historia de los Juegos tras los de 1996, 2000 y 2008. El mejor broche de oro para el capitán, el mejor legado del 9.
Egipto, 31; España, 33
Egipto: Eltayar(Hendawy); Mamdouh (7), Elmasry, Yehia Elderra (2), Sanad (1), Seif Elderra (2), Hesham (1) ―equipo inicial―; Omar (6), Nawar, Elwakil (2), Kaddah (4), Elahmar (7, 3 p) y Mesilhy.
España: Pérez de Vargas (Corrales); Aleix Gómez (8), Sarmiento (1), Gurbindo, Ángel Fernández (2), Entrerríos (4), Aguinagalde (2) ―equipo inicial―; Alex Dujshebaev (5), Figueras (3), Antonio García (6), Sánchez-Migallón (2).
Parciales cada 10 minutos: 5-4, 11-12, 16-19 (descanso). 22-23, 27-27 y 31-33.
Árbitros: Schulze y Tonnies (Alemania). Expulsaron a Guardiola (m.57) por tres exclusiones. Excluyeron por dos minutos a Sanad, Hesham y Sánchez Migallón.
Estadio Nacional de Yoyogi.
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