Boris Becker: “No deberíamos decirle a Nadal lo que tiene que hacer”
El alemán, comentarista de los Juegos en el canal Eurosport, responde sobre las posibilidades de Alcaraz y Djokovic en la cita olímpica y el horizonte del mallorquín
Presente estos días en París como comentarista del canal Eurosport, Boris Becker (Leimen, Alemania; 56 años) responde entre análisis y análisis televisivo al cuestionario de EL PAÍS. El alemán será recordado siempre por haber ganado el primero de los tres títulos de Wimbledon que posee con tan solo 17 años —récord de precocidad hasta hoy inalcanzable—, así como por haber dejado una profunda huella en su deporte con títulos de casi todos los colores. Además del exitoso paso por Londres (1985, 1986 ...
Presente estos días en París como comentarista del canal Eurosport, Boris Becker (Leimen, Alemania; 56 años) responde entre análisis y análisis televisivo al cuestionario de EL PAÍS. El alemán será recordado siempre por haber ganado el primero de los tres títulos de Wimbledon que posee con tan solo 17 años —récord de precocidad hasta hoy inalcanzable—, así como por haber dejado una profunda huella en su deporte con títulos de casi todos los colores. Además del exitoso paso por Londres (1985, 1986 y 1989), triunfó dos veces en Australia (1991 y 1996), una en el US Open (1989) y otras tres en la Copa de Maestros (1988, 1992 y 1995). No falta tampoco en su expediente un doblete en la Copa Davis ni su presencia en lo más alto del circuito; defendió el número uno durante 12 semanas y para redondear, en los Juegos de Barcelona (1992) obtuvo el oro olímpico en la modalidad de dobles. Lo consiguió de la mano de Michael Stich, con el que mantuvo siempre una relación más que tirante; en cualquier caso, juntos se impusieron a los sudafricanos Wayne Ferreira y Piet Norval.
En la categoría individual, sin embargo, no logró franquear la barrera de la tercera ronda. Más lejos ha llegado Novak Djokovic, al que dirigió durante un par de años (entre 2014 y 2016) y quien pese a albergar un poderoso deseo que le empuja a insistir, no ha logrado hacerse con el botín. El serbio se colgó el bronce en 2008, pero en las tres participaciones posteriores se fue de vacío. Especialmente dolorosas fueron las dos últimas. En Río 2016 sufrió una de las derrotas más duras de su carrera, al caer ante Juan Martín del Potro en la primera ronda, y se marchó entre lágrimas. Después, en Tokio, se derrumbó frente a Alexander Zverev y ya grogui, cedió contra Pablo Carreño. Dispone ahora de una nueva oportunidad —presente en los cuartos, tras el triunfo de ayer contra Dominik Koepfer por 7-5 y 6-…— y sabe bien Becker de esa necesidad por atrapar el premio olímpico. “Para mí, Novak es el claro favorito; él y Alcaraz, por ese orden, teniendo en cuenta que no está Sinner. Tiene muchas posibilidades de conseguir al menos una medalla”, afirma.
Pregunta. ¿De dónde nace ese deseo tan profundo? ¿Le ve triunfando esta vez?
Respuesta. Al margen de su familia, Novak ama a su país más que a nada en este mundo, y esa es la razón por la que los Juegos Olímpicos son tan importantes para él. Pienso que jugar por Serbia le aporta ese diez por ciento extra. Mire, él ha ganado todos los demás títulos, así que el hecho de que aún no tenga el oro olímpico le humaniza.
P. Este curso está siendo difícil para él. No ha alzado ningún trofeo a estas alturas, algo insólito, y ha tenido que pasar por el quirófano para operarse de la rodilla. ¿Qué horizonte le augura?
R. Es un deportista excepcional. A sus 37 años está increíblemente en forma y se cuida mucho. Su dieta y su estilo de vida están totalmente centrados en el tenis, y por eso sigue compitiendo como lo hace. Pero repito, tiene 37 años, así que hay que tenerlo en cuenta. No se puede juzgar su estado de forma por lo que hizo el otro día contra Nadal, porque jugó contra alguien que no está en su mejor momento; de aquí en adelante hay que ver cómo lo hace contra los mejores del mundo, como Alcaraz y Sinner. Fue una gran victoria para él, así que debe sentirse bien acerca de sus posibilidades, pero no debemos olvidar que también está Carlos.
El hecho de que Djokovic no haya ganado todavía el oro olímpico le humaniza. Para mí es el favorito
Djokovic ha preferido aislarse estos días del fulgor olímpico en sus ratos libres y se ha decantado por un hotel, en vez de alojarse en la Villa Olímpica. En sentido opuesto, Rafael Nadal y Carlos Alcaraz han disfrutado del día a día junto al resto de los atletas. El mallorquín (38), un año mayor que el balcánico, protagonizó una foto histórica en la ceremonia inaugural, cuando recogió la antorcha de manos de Zinedine Zidane y se subió a una lancha junto con Carl Lewis, Nadia Comaneci y Serena Williams. También participó de esa fiesta Nole, pero no así el murciano (21), quien optó por reservar fuerzas para el estreno del día siguiente. Unos van y otros vienen, el paisaje sigue transformándose. Nadal afronta la recta final de su carrera, el físico todavía sostiene al de Belgrado —pese al achaque de la rodilla— y el joven murciano continúa escribiendo su propia historia, a modo de bisagra entre la era que termina y la nueva época naciente.
P. ¿Qué le pareció la imagen de Nadal portando la antorcha?
R. Creo que el tenis estuvo muy bien representado en la inauguración. Ahí estaban Serena, Rafa y Novak, todos ellos superestrellas del deporte, y verlos hacerse innumerables fotos con todo el mundo me hace sentirme realmente bien, porque eso transmite el sentido global de nuestro deporte. El tenis es hoy muy popular entre todos los deportistas.
P. ¿Qué opina de la situación de Nadal? ¿Cómo de difícil debe ser para alguien como él decir adiós a aquello a lo que ha dedicado toda su vida?
R. Es una decisión muy personal. El tenis es su medio de vida y algo que lleva haciendo desde hace mucho tiempo y con tanto éxito. Creo que debemos darle el tiempo que necesite. No estamos en su lugar. Él mismo sabe que no está jugando al nivel de hace un par de años, pero le sigue gustando competir. En mi opinión, no deberíamos decirle lo que tiene que hacer.
P. ¿Y hasta dónde llegará Alcaraz? ¿Había visto un talento tan grande a su edad?
R. En mi generación había varios jóvenes que eran muy buenos [Wilander, Edberg, Sampras, Agassi…], así que no me sorprende que alguien pueda jugar tan bien al tenis con 21 años. Sin embargo, en los tiempos actuales no es habitual ver a un jugador de su edad ganando grandes en todas las superficies [tierra, hierba y dura]. Sinner solo tiene un año más que él y también es excepcional, pero es estupendo ver a Carlos jugar así, con tanto carisma y con tanto apoyo del mundo del deporte.
Es estupendo ver a Alcaraz jugar así, con tanto carisma y con tanto apoyo del mundo del deporte
A pesar de su corto recorrido, Alcaraz ha subrayado en más de una ocasión la exigencia del calendario tenístico, que aún se endurece más cuando coincide con unos Juegos. Esta vez, por si fuera poco, obliga a aquellos y aquellas que hayan aceptado el reto olímpico a un triple cambio de superficie: hierba-tierra-cemento en poco más de un mes. Inmediatamente después de que se resuelva la competición en París, al otro lado del Atlántico ya habrá comenzado la gira norteamericana sobre asfalto y en tres semanas se disputará el US Open en Nueva York. Las ausencias por problemas físicos o por decisión propia en uno y otro cuadro son sensibles, aunque, por otro lado, algunas estrellas perciben en la reunión mundial de deportistas la guinda ideal a sus carreras, caso de Roger Federer (oro en dobles y plata individual), Nadal (dos oros, individual y dobles) o Andy Murray (doble oro individual y plata en dobles mixtos).
P. ¿Qué opina del encaje de los Juegos en el programa del tenis?
R. Creo que la importancia de los Juegos ha ido creciendo para los tenistas, pero al mismo tiempo, el calendario es especialmente duro para ellos. Nuestra temporada está repleta de torneos y los Juegos se intercalan entre Wimbledon y el US Open. Es una locura que algunos jugadores tengan que disputar torneos justo antes, como Musetti, que jugó una final el sábado [en Umag, Croacia], luego voló a París y jugó la primera ronda contra Monfils de inmediato. No es lo ideal. Aunque el formato al mejor de tres en los Juegos es más fácil que el de cinco, no deja de ser un reto. En general, el calendario es muy exigente para los tenistas, probablemente más que para muchos otros deportistas; tienen que navegar entre grandes torneos con muy poco descanso entre medias. La mayoría de los deportes no tiene un calendario tan exigente.
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