Viaje al universo de Hibby, uno de los grandes rivales de Jordan Díaz en los Juegos Olímpicos
Jaydon Hibbert, el saltador de triple salto jamaicano, de 19 años, ha batido todos los récords del español en categoría júnior y en París solo piensa en dormir
Los de Puma, que le patrocinan, le sientan en una mesa a hablar con media docena de periodistas de seis partes del mundo diferentes y lo primero que hace Jaydon Hibbert es mostrar en su móvil la lista de Spotify que maneja para que zumben sus cascos en los calentamientos. “Ya veis”, dice. “Me van los ritmos rápidos, afrobeats, Burna Boy o así. Pero sobre todo soy del tipo de Drake, PND, Brass Instiller, SZA, Coachella... Es un poco rar...
Los de Puma, que le patrocinan, le sientan en una mesa a hablar con media docena de periodistas de seis partes del mundo diferentes y lo primero que hace Jaydon Hibbert es mostrar en su móvil la lista de Spotify que maneja para que zumben sus cascos en los calentamientos. “Ya veis”, dice. “Me van los ritmos rápidos, afrobeats, Burna Boy o así. Pero sobre todo soy del tipo de Drake, PND, Brass Instiller, SZA, Coachella... Es un poco raro, pero en el momento en que empecé, sentí que ese era mi rollo. Es un tipo de vibra acogedora. Es un poco rara para calentamientos, pero es lo que me gusta. Hay muchas canciones. Uuugly y Redemption, de Drake, No Chill, de PND, Real Woman, son mis favoritas. Y, sí, me encantaría conocer a Drake algún día”.
Hibbert, o Hibby, como le llama todo el mundo, no para de hablar rápido y reír. Es jamaicano de Kingston. Tiene 19 años. Es un fenómeno. Llega a los Juegos desde Lafayette, Estados Unidos, el mismo campus de la Universidad de Arkansas del que salió Mike Conley, campeón olímpico en Barcelona 92 antes de ser el padre del jugador de baloncesto al que dio su nombre. Es, junto al viejo Pichardo y el campeón Zango, el gran rival de Jordan Díaz en la competición de triple salto. Y su afición favorita no es el atletismo, ni siquiera la música, sino dormir, lo que le emparenta directamente con otro fenómeno, Yago Lamela, a quien hubo que despertar a gritos la tarde en la que competía en el Mundial de Sevilla. “Me tomaré como tres días antes de mi salto, probablemente apagaré mis notificaciones de las redes sociales, no haré ningún vlog hasta después. No hago mucho, soy un tipo tranquilo. Probablemente, saldré un rato para relajarme. Y duermo, duermo tanto que es una locura. Puedo dormir en cualquier lugar, en cualquier momento, de cualquier manera. Soy más del tipo cómodo… Realmente no pienso en la pista”, dice el jamaicano prodigioso, campeón y plusmarquista mundial júnior y el que más ha saltado nunca en las competiciones universitarias de la NCAA (17,87m). Más prodigio precoz aún que Jordan Díaz, cuatro años mayor, el mejor júnior mundial en su momento, en quien ni siquiera piensa. “No me comparo con nadie”.
Cuando Jordan Díaz saltó en Roma 18,18m, la tercera mejor marca de la historia, el salto más largo en los últimos nueve años, Hibby estaba entrenando, y después, ni siquiera le picó la curiosidad por verlo en YouTube. “No lo he visto, no”, dice. “Solo escuché a alguien decir que uno había saltado 18 y algo y yo estaba como, oh, felicidades, pero realmente no pensé en ello. Qué bueno para él, ha saltado muy lejos, está viviendo un sueño, pero yo estoy más centrado en mi viaje. Lleva haciendo triple salto más de seis años, creo. Yo llevo haciéndolo tres años, y solo soy atleta profesional desde hace dos meses. Así que no me puedo comparar realmente con él, pero 18.18 es una locura y le felicito por ello”.
Un atleta que pasaba por enclenque, aunque el último año ha crecido seis centímetros, y sigue, y ha ensanchado su cuerpo, Hibbert cayó en el triple salto víctima de un flechazo. “Fue crazy. Me enamoré del triple cuando vi a alguien en el instituto haciéndolo. No valía para ninguna otra prueba. Intenté 400m, y luego salto de altura, pero apenas podía superar el 1,80m, así que el entrenador me dijo un día: “No sé en qué ponerte, Hibby”. Él decía que yo era débil. Pero le dije: ‘entrenador, esta es la última prueba que voy a intentar, así que esto o dejo el atletismo’. Todo fue realmente rápido y aquí estoy, en los Juegos. Parece sencillo, pero fue difícil”.
En las calificaciones del Mundial de Budapest, en agosto pasado, Hibby hizo alucinar al mundo con un sencillo salto de 17,70m, y solo 12 pasos de carrera. Dos días después, en la final, se lesionó en el primer salto. “Lo que realmente me rompió fue que no tuve ninguna oportunidad. Ocurrió en mi primer intento. Si hubiera tenido una oportunidad y hubiera perdido, entonces pensaría en volver más fuerte la siguiente vez. Pero no tuve la oportunidad de probarme”, dice el jamaicano unos días antes de la calificación del triple (hoy, a las 19.15) en la que se las verá con el atleta español con más posibilidades de medalla, con el que comparte el gusto por la ropa sofisticada, elegante, y las joyas, las cadenas y las pulseras de oro.
“Siento como si mi viaje fuera tan único que no puedo compararme porque ninguno de estos triplistas de ahora ha saltado más de 17,55m a mi edad o incluso más joven. No puedo compararme, aunque son grandes atletas. Yo estoy disfrutando de mi viaje y tengo muchas esperanzas para el futuro. Soy tan joven que tengo como 15 años más antes de tener que renunciar a esto”.
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