Alejandro Balde, otro novato para la España de Luis Enrique
El lateral de 19 años del Barcelona, relevo del lesionado Gayá, ha pasado en cuatro meses de descarte en su club a disputar el Mundial de Qatar y refuerza la idea del seleccionador de nutrir a la selección con talento joven
La imposibilidad de entrenarse durante al menos una semana por un esguince leve en su tobillo derecho terminó por finiquitar el sueño mundialista de José Luis Gayá y propiciar otro gran salto de un yogurín a la selección absoluta bajo la dirección de Luis Enrique. Alejandro Balde (19 años), lateral izquierdo del Barcelona, estaba concentrado con la selección sub-21 en Sevilla para un amistoso con Japón y en sobre aviso desde la noche...
La imposibilidad de entrenarse durante al menos una semana por un esguince leve en su tobillo derecho terminó por finiquitar el sueño mundialista de José Luis Gayá y propiciar otro gran salto de un yogurín a la selección absoluta bajo la dirección de Luis Enrique. Alejandro Balde (19 años), lateral izquierdo del Barcelona, estaba concentrado con la selección sub-21 en Sevilla para un amistoso con Japón y en sobre aviso desde la noche del jueves. Las palabras de Luis Enrique al término del encuentro con Jordania en Amann ya presagiaron el reemplazo. “Lo de Gayá es el tema delicado de estos cuatro días”, aseveró con rostro serio el preparador gijonés.
La llamada de Balde no hace más que confirmar la ignorancia que Luis Enrique presta al carné de identidad para reclutar internacionales absolutos. Tras los cambios de última hora habidos en otras selecciones, su España es la tercera selección más joven del Mundial con un promedio de edad de 25,9 años. Balde se suma a los casos de precocidad de Ansu Fati, Pedri, Gavi o Nico Williams que delatan la querencia de Luis Enrique por alimentar, sin temor alguno, a la selección de jóvenes talentos. Como seleccionador, no cesa de brotarle su condición de jugador formado en una cantera con tanta tradición como la de Mareo, en la que se acuñó el término de yogurín para los novatos que ascendían al primer equipo. Balde es su última apuesta al imponerse en la elección a su compañero de equipo Marcos Alonso (31 años) y al del Chelsea, Marc Cucurella (24), Chelsea). Con él, Luis Enrique refuerza su idea de que la selección puede funcionar como un club, en el que los canteranos ascienden escalafones hasta llegar al primero de ellos.
Internacional en todas las categorías inferiores, en septiembre debutó con la sub-21 ante Rumanía, Balde fue incluido en la prelista de 55 jugadores enviada por Luis Enrique a la FIFA hace dos semanas, fruto del imponente inicio de curso que ha protagonizado a las órdenes de Xavi Hernández. A su técnico le empezó a cautivar en la pretemporada, cuando tenía todas las papeletas para regresar al filial o marcharse cedido o traspasado. Hubiera sido la cuarta vez que hubiera sido descartado tras completar la preparación veraniega con el primer equipo. Su puesta de largo en la Liga terminó por deslumbrar a su entrenador, incluso cuando este se vio obligado a alinearlo en el flanco derecho por las bajas.
La misma atracción que Xavi ha sentido Luis Enrique. Este también ha apreciado en el chico el elevado nivel técnico que le exige a los laterales porque los considera fundamentales para su plan de ataque, tanto en la salida del balón para asociarse como en la profundidad que deben ofrecer cuando se proyectan en campo contrario. En menos de cuatro meses, Balde ha pasado de posible descarte del Barcelona a disputar su primera Copa del Mundo con España. Su citación supone que ya sean 17 los azulgrana en Qatar, un dato histórico en los mundiales.
De padre guineano, como Ansu Fati, y de madre dominicana, Balde ha logrado que su exuberancia física rebaje en cierta manera sus debilidades. Si en ataque no ofrece dudas, los técnicos de las categorías inferiores del Barcelona le achacaban cierto descontrol táctico a lo largo de los partidos.
Pese a que la torcedura de Gayá no era grave, el seleccionador español no quería tener a un jugador sin posibilidad de ejercitarse en los días previos al estreno con Costa Rica del día 23. La exigencia física del modelo del preparador asturiano y la trascendencia de un Mundial le han llevado a tomar la drástica decisión con el defensa valenciano. Los servicios médicos de la federación y Luis Enrique decidieron aguantar hasta la mañana del viernes por si la inflamación del tobillo remitía, aunque en el vuelo de Amann a Doha estaba prácticamente decidido el cambio cromos. “La RFEF quiere tener un mensaje lleno de cariño para Gayà, quien se había ganado por méritos propios defender a España en el Mundial de Qatar después de cuatro años defendiendo la camiseta de la selección al máximo nivel. Se va con el respeto y el reconocimiento de sus compañeros y de la federación”, despidió en una nota el ente federativo a Gayá.
En el Valencia, los servicios médicos hablan de mala suerte porque el futbolista nunca había tenido problemas de tobillo por la fortaleza de estos. La mayoría de los problemas físicos de Gaya en su carrera se focalizan en los aductores. En el entrenamiento previo al partido con Jordania, el intento por poner una de esas roscas templadas que le habían llevado hasta Qatar terminó por sacarle del Mundial.
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