Gareth Bale en Qatar, con golf solo en la PlayStation
El futbolista vuelve con Gales a un Mundial tras 64 años de ausencia de su país, sin el pasatiempo que es su vía de escape, vetada por su seleccionador en Qatar
Ya al borde del final de su carrera, Gareth Bale se asoma esta noche a un sueño medio imposible con el temblor de quien siempre lo vio lejísimos. La víspera del regreso de Gales a un Mundial del que ha estado ausente desde 1958, hoy contra EE UU (20.00, Gol Mundial), el exjugador del Real Madrid llegó tres cuartos de hora tarde a su rueda de prensa, pero con una sonrisa perenne, entre la emoción y los nervios. Bale percibe la ocasión como algo gigantesco: “Estar aqu...
Ya al borde del final de su carrera, Gareth Bale se asoma esta noche a un sueño medio imposible con el temblor de quien siempre lo vio lejísimos. La víspera del regreso de Gales a un Mundial del que ha estado ausente desde 1958, hoy contra EE UU (20.00, Gol Mundial), el exjugador del Real Madrid llegó tres cuartos de hora tarde a su rueda de prensa, pero con una sonrisa perenne, entre la emoción y los nervios. Bale percibe la ocasión como algo gigantesco: “Estar aquí es el mayor honor para nuestro país, algo que no hemos hecho en 64 años. Es historia. Los niños no tendrán clases, qué suerte tienen”.
Esos niños son también el niño que él fue, y al que estos días tiene muy presente: “Mi primer recuerdo de un Mundial es del 98. Tenía un estuche con el logo. Pero siempre era una decepción, porque no estaba Gales. Para los niños de ahora, tener a Gales en el Mundial... A lo mejor no se dan cuenta, pero es una experiencia increíble”. En algunos momentos pareció a punto de emocionarse.
Y en medio de este formidable torbellino sentimental, Bale dice que solo piensa en intentar estar relajado. Para escapar de la presión, el galés siempre ha tenido el golf, como explicó este domingo: “Mentalmente, siempre ha sido el sitio donde alejarme de la burbuja del fútbol, de la presión diaria. Esa siempre ha sido la gran razón. Poder estar con amigos, en paz, sin cámaras. Está bien poder alejarse del ajetreo del fútbol profesional”.
Sin embargo, en Qatar no podrá acudir a este escape, por orden de su seleccionador, Rob Page, que lo contó medio en broma medio en serio hace unos días: “Nada de golf. Vamos allí a hacer nuestro trabajo”. Se trata de algo excepcional, porque el golf ha estado siempre muy presente en las concentraciones de la selección de Gales, que tiene su lugar de entrenamiento dentro del campo de Vale, a las afueras de Cardiff. “Antes, Gareth, Kieffer Moore o Aaron Ramsey venían y me decían: ‘¿Cuál es el plan de mañana por la tarde? ¿Hay alguna reunión?’. Y les decía: ‘No, no hay reunión, así que si queréis podéis ir a jugar nueve hoyos”. En Qatar no podrá ser: “No tendremos tiempo. Hay un partido cada cuatro días. No para”.
Bale este domingo estaba resignado con el sucedáneo que le quedaba: “Seguro que jugaremos en la PlayStation”.
También estaba convencido de que se encuentra en condiciones de liderar a su selección en este momento que calificó varias veces como “histórico”. Sus últimas señales en la MLS, donde juega en Los Angeles FC, apuntan en esa rara dirección, la del Bale que explota en las grandes ocasiones después de apenas aparecer en el camino que conduce a ellas. No jugó ni un minuto en los playoff del campeonato estadounidense, y solo salió en la prórroga de la final, pero le bastó para marcar en el minuto 128 el gol que llevó el encuentro a los penaltis, donde se llevó el título. “Estoy donde quiero estar, aquí. Y estoy listo”, aseguró este domingo.
Sus expectativas son modestas pero intensas: “Esperamos poder celebrar [con nuestra gente] cuando ganemos algún partido y marquemos algún gol”, dijo. “Siempre que demos el 100%, nuestro país nos va a querer”.
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