La fe de Bautista y el sello de Alcaraz: España, de nuevo en las Finales
El veterano abre el triunfo ante Francia con una remontada magnífica ante Fils (2-6, 7-5 y 6-3) y Alcaraz (doble 6-3 a Humbert) redondea el acceso a la cita de noviembre
De un año a otro, un volantazo radical. Atrás quedan la tristeza y las caras largas del curso pasado, cuando España, sin los dos activos que la iluminan hoy, languidecía a estas alturas de la fase de grupos de la Copa Davis, cayendo ya por el precipicio. La escena ahora es completamente distinta, de trabajo bien culminado y de alegría, con dos triunfos en las dos primeras series y el acceso a las Finales de Málaga —del 19 al 24 de noviembre— ya asegurado. El 2-1 ante Francia —superior esta en el dobles, cedido por Marcel Granollers y Pablo Carreño ante Herbert y Roger-Vasselin por 7-6(7), 6-7(10) y 10-8— devuelve a los de David Ferrer al lugar deseado y ahora solo queda saber en qué condición lo hacen, primeros o segundos; decidirá el cruce final del domingo frente a Australia (11.00, Movistar+), también con dos victorias en el casillero. Caen checos y franceses, ya sin opciones, y el momento señala indiscutiblemente a un pretoriano de 36 años que, paradojas de la vida, abre paso hacia la golosa cita después de una temporada muy complicada, en la que el peroné le ha obligado a superarse para recuperar el color. Soberbia la remontada de Roberto Bautista ante Arthur Fils (2-6, 7-5 y 6-3, en 2h 54m), y muy certero el brochazo definitivo de Carlos Alcaraz frente a Ugo Humbert (doble 6-3, en 1h 20m).
Fue en 2019 cuando después de un tira y afloja de varios años, Bautista definitivamente se reconcilió con la competición. Entonces, bajo unas circunstancias más que delicadas, con el fallecimiento de su padre en plena fase final, el castellonense abanderó el sexto éxito del equipo español y dejó una profunda huella emocional en la Caja Mágica que perdura hasta hoy. A partir de ahí, mucha fiabilidad —siete victorias, por solo una derrota— y una garantía para el seleccionador. Lo fue en su día para Sergi Bruguera y lo es ahora para Ferrer, que a la hora de confeccionar la lista, primero, y de la elección para saltar a la pista, después —Pedro Martínez (42º) está por encima en el ranking actual—, no ha tenido duda alguna: Rober, el escudero. Con él al fin del mundo, y que pase lo que tenga que pasar.
Formidable demostración de orgullo ante Fils, que tuvo medio triunfo en la mano y terminó reventando la raqueta por la frustración. No daba crédito el francés, castillo de naipes. Se le agotó el fuego y se amilanó. Dispuso de dos bolas para 4-1 y de un 5-4 y servicio en el segundo set, pero se encogió. Dudó y se desmoronó. Se atrapó. Hasta ocho errores no forzados registró entre una circunstancia y otra, de esa posibilidad de sellar el pulso a la caída en picado posterior. Y ahí que estaba Bautista, todo corazón y toda fe, para darle la vuelta a un escenario que durante un buen rato veía más que negro, porque el rival se había desatado y él no conseguía detener el vendaval. Paciencia y más paciencia, cabeza y más cabeza. Resistir y esperar. La táctica del buen pescador. Se parapetó en la línea de fondo y en cuanto amainó un poco, contratacó.
Sencillamente confió, dice. “Había tenido pocas veces esa sensación de que me vapulearan de esa manera en una pista. Él [Fils] estaba reventando la bola, jugando un huevo, pero David me ha dicho: ‘sigue ahí, que vas a tener una oportunidad. Y la he tenido”, concedía al micrófono de Movistar+. “Lo tenía muy cuesta arriba, pero con 5-4 siempre cuesta mucho cerrar los partidos, y a partir de ahí [dos fallos y dos dobles faltas del galo] me he crecido y he ido a más. En el tercero [break para 5-3] ha cambiado mi fe. He tirado mucho, he sido muy agresivo y tenía la sensación de que ya no perdía”, prolongó el vencedor, que el primer día redujo a Lehecka y esta vez derribó a otro pegador. Puro aplomo y saber hacer.
Lucha inspiradora
“La atmósfera de la Davis y este ambiente ayudan a darlo todo. A veces luchas hasta el final y no lo consigues, y otras sí. Estaba bombardeándome, pero creo que los rivales sienten la presión porque saben que voy a estar ahí hasta el último punto”, continuó en la sala de conferencias, mientras Alcaraz ya se batía con Humbert en el segundo turno individual. Asomaba este último (26 años y 18º del mundo) como una amenaza considerable, teniendo en cuenta su rendimiento en el estreno ante Alexei Popyrin y su conexión con la Davis; hasta ahora, cinco triunfos y una derrota, pero en esta ocasión se topó con el Alcaraz de los buenos días, bastante más inspirado que en las últimas fechas; alejado de la versión renqueante de la cita individual contra Chequia y del tenista saturado del verano.
Esta vez, seriedad, ritmo y buen fluir desde el principio, nada de oscilaciones ni concesiones ante un adversario creciente al que ya rindió dos meses antes en Wimbledon. Nunca es plato de buen gusto medirse con un zurdo y además sacador, como era el caso, pero el murciano dirigió con autoridad el duelo y tras la bruma reciente, se entonó. Sus tiros recuperaron la pulcritud y su propuesta fue mucho más sostenida, rapidísimo de piernas y en las maniobras. Si el miércoles dio una de cal y otra de arena frente al checo Tomas Machac, contra Humbert no titubeó; ni siquiera ante la postrera revuelta del francés en la recta final, cuatro opciones de break a su favor. Firme y rotundo, siguiendo la pista dejada por Bautista, Alcaraz lo sentenció.
“Después de lo que ha hecho Rober, de no venirse abajo… Ha sido una clase, mucha gente debería aprender de lo que ha hecho hoy él. Es un gran luchador, lo ha demostrado muchas veces y me ha motivado muchísimo, así que tenía que estar muy concentrado y jugar un gran tenis. Contra la República Checa mi nivel estuvo bien, pero no del todo, y la verdad es que necesitaba un partido y una semana así. El primer día jugué un poco tensionado, pero una vez que he entrado a la pista y con David en el banco, he intentado no cometer los errores de la gira americana y he hecho un partido impecable”, valoró el de El Palmar, quien una vez alcanzado el objetivo, tal vez descanse el domingo, a expensas de lo que pueda consensuar con el técnico.
Atada la clasificación, el capitán español deberá escoger: forzar en busca de la primera plaza, o bien oxigenar introduciendo nuevas piezas en el pulso con Australia. En ese sentido, Alcaraz lo ve claro. Tiene 21 años y se deja llevar por la adrenalina: “Puede ser que sea mejor ser primero que segundo, pero con el equipo que tenemos, a mí no me importa. Los demás países son los que tienen que temernos a nosotros”.
PLENO DE EE UU, APUROS BRITÁNICOS
Pese a no haber podido contar con sus mejores activos, el equipo estadounidense también selló su clasificación para el episodio final de Málaga, donde en noviembre se reunirán los ocho mejores equipos de la fase de grupos que transcurre en las sedes de Valencia, Bolonia, Mánchester y Zhuhai.
Diferentes contratiempos han impedido que los cuatro tenistas más destacados de Estados Unidos —Taylor Fritz, Tommy Paul, Ben Shelton y Sebastian Korda— puedan competir; sin embargo, el rendimiento de su segunda unidad ha sido inmejorable y ha decantado a su favor los seis duelos dirimidos hasta ahora, por medio de Mackenzie McDonald, Reilly Opelka y Brandon Nakashima en los individuales, y del dúo compuesto por Rajeev Ram y Austin Krajicek en el dobles.
El combinado norteamericano firmó este viernes otro pleno, ante Eslovaquia, y se jugará la primera plaza del grupo C con Alemania, que también contabiliza sus partidos por victorias. En esta ocasión, el conjunto europeo despachó con relativa facilidad el cruce con Chile. En cambio, en el D será más emocionante el desenlace, dado que Gran Bretaña perdió contra Argentina (1-2) y ambas selecciones tendrán opciones, mientras que Canadá lidera el grupo. En el A, Italia sumó su segunda serie (2-1 a Bélgica) y está muy cerca de lograr el billete, que deberá consolidar el domingo contra Países Bajos.
Por otra parte, la federación española (RFET) comunicó ayer la lista de jugadoras que participarán en la Billie Jean King Cup de Sevilla, que se celebrará del 13 al 20 de noviembre en La Cartuja. Sin no hay contratiempos o rectificación de por medio, serán Paula Badosa, Jessica Bouzas, Sara Sorribes, Cristina Bucsa y Nuria Párrizas.