Francia lanza un ambicioso plan de estímulo de 100.000 millones con subsidios, rebajas de impuestos e inversiones
El Gobierno de Emmanuel Macron pretende crear 160.000 nuevos empleos en un año y recuperar el nivel perdido por la crisis en dos años
El Gobierno francés presentó este jueves un ambicioso plan de estímulos dotado con 100.000 millones de euros con el que pretende reactivar la economía y sacarla de la crisis en dos años. El coronavirus ha provocado también un agujero en la actividad económica y las autoridades francesas esperan que el PIB galo se contraiga un 11% este año, la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial. Bautizado como France Relance, que se puede traducir como recuperación, pero también como reactivación o relanzamiento, el plan es una combinación de gastos y desgravaciones fiscales que busca frenar l...
El Gobierno francés presentó este jueves un ambicioso plan de estímulos dotado con 100.000 millones de euros con el que pretende reactivar la economía y sacarla de la crisis en dos años. El coronavirus ha provocado también un agujero en la actividad económica y las autoridades francesas esperan que el PIB galo se contraiga un 11% este año, la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial. Bautizado como France Relance, que se puede traducir como recuperación, pero también como reactivación o relanzamiento, el plan es una combinación de gastos y desgravaciones fiscales que busca frenar la pérdida de empleos, volver en dos años al ritmo de crecimiento previo a la pandemia y, de paso, transitar hacia una economía, y un país, más verde y sostenible. Todo ello sin aumentar los impuestos, subrayó el primer ministro, Jean Castex.
“No habrá un aumento de impuestos. No reproduciremos el error de realizar aumentos de la fiscalidad que debilitan nuestro crecimiento y enviarían señales negativas tanto a los hogares como a las empresas”, dijo Castex al presentar en París un plan “masivo” y “ambicioso” que tiene tres “pilares”: competitividad, cohesión social y transición.
El monto de 100.000 millones de euros —”casi cuatro veces más que el plan de recuperación de la crisis de 2008 y un tercio del presupuesto del Estado”, recordó Castex— hace de este plan “el más masivo anunciado hasta la fecha entre los grandes países europeos”. Pero es, sobre todo, “el monto que necesita nuestra economía para recuperar, a partir de 2022, nuestro nivel de riqueza previo a la crisis”, aunque los objetivos últimos de transformación tengan como “horizonte” 2030.
Una visión y una hoja de ruta realizables, aseguró el ministro de Economía y arquitecto del plan, Bruno Le Maire. “Lo vamos a lograr, Francia saldrá más fuerte de esta crisis, con una economía más competitiva y más neutra en emisiones de carbono”, confió.
A pesar de que el plan pone más presión a una deuda pública que este año va a llegar al 121% del PIB, el Gobierno se muestra confiado. “Si (el plan) logra su objetivo de reactivación de la actividad económica, su impacto sobre nuestro ratio de deuda será casi totalmente reabsorbido a partir de 2025”, aseveró Castex.
Un 40% de ayudas europeas
El 40% del plan Francia Relanza estará financiado por los fondos aprobados por la Unión Europea para combatir la crisis del coronavirus y de los que París recibirá 40.000 millones, si bien el dinero tardará aún en llegar a las arcas del Estado. Francia presentará su “estrategia de inversiones y reformas” a sus socios europeos y a la Comisión Europea “a comienzos de 2021″, según el Gobierno.
El objetivo principal es volver al menos a los tiempos previos a la crisis para 2022, a tiempo para las elecciones presidenciales que tendrán lugar ese año. Y, también, recuperar la “soberanía” económica en sectores clave de la industria francesa. “La crisis ha revelado algo insoportable, la dependencia de la economía francesa en ciertos sectores vitales”, dijo Castex una entrevista en la emisora RTL.
El nuevo plan llega como complemento a los 470.000 millones movilizados de urgencia desde el comienzo de la crisis, cuyos puntos fuertes fueron el paro parcial y los préstamos para las empresas garantizados por el Estado.
Frenar la hemorragia del desempleo por el covid-19
Con una pérdida de empleos directamente vinculada a la crisis del coronavirus estimada este año en unos 800.000 puestos de trabajo, frenar el desempleo es la prioridad absoluta del Ejecutivo, que asegura que sus medidas de urgencia durante lo peor de la crisis —ocho millones de trabajadores se han beneficiado del paro parcial— han logrado evitar una hemorragia mayor.
“Espero que el plan de recuperación cree en 2021 hasta 160.000 empleos”, adelantó en una entrevista Castex, cuyo Gobierno ya desveló durante el verano medidas específicas para combatir el paro juvenil y que llama ahora a los empresarios a compartir este esfuerzo. Varios sindicatos lamentaron sin embargo que el plan no contenga condicionamientos fuertes para mejorar la calidad del empleo.
Casi un tercio del plan France Relance, 30.000 millones de euros, vienen con la etiqueta “verde”. Muestra del acento ecológico que Macron quiere darle al fin de su mandato, es que son 10.000 millones más que los inicialmente previstos en este rubro. “Es un paso de gigante para la ambición ecológica de Francia, nos hace ir a una ecología de futuro, no es solo un relanzamiento de la economía sino su transformación” ecológica, valoró la ministra de Transición Ecológica, Barbara Pompili.
Los fondos estarán dedicados a la “transición ecológica” en sectores como el transporte, con un fuerte impulso del tren y de la movilidad urbana como la bicicleta, o la renovación energética de edificios, una de las demandas tradicionales de los ecologistas. También se prevén ayudas para la “descarbonización” de las industrias y empresas, para la transición agroecológica y hacia “energías y tecnologías verdes”, con una apuesta fuerte por el desarrollo del “hidrógeno verde”, que se lleva 2.000 millones de euros.
El Gobierno francés también quiere impulsar la competitividad empresarial y frenar la deslocalización industrial, un objetivo al que ha destinado otros 35.000 millones de euros. Estos incluyen un recorte de impuestos de producción de unos 20.000 millones en dos años.
Otro paquete similar estará destinado a la “cohesión social y territorial”. Incluyen las medidas de impulso de empleo de jóvenes, pero también inversiones en las colectividades y en el sistema hospitalario por 6.000 millones de euros ya anunciados este verano, así como un paquete comparativamente modesto de unos 800 millones para ayudas directas a familias y personas vulnerables.
Al frente del plan estará el líder del centrista MoDem, François Bayrou. Su nombramiento supone la recuperación de aliado clave de Macron en la campaña pero que se vio obligado a dimitir como ministro de Justicia por una investigación judicial sobre empleos ficticios que aún no ha sido cerrada.