La jornada laboral de cuatro días abre un nuevo frente discrepante en el Gobierno
Escrivá dice que en España no hay margen para su implantación, mientras que Montero asegura que no es un tema “prioritario” en medio de una pandemia
El globo sonda lanzado por el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, acerca del estudio por parte del Ministerio de Trabajo de la implantación de la jornada laboral de cuatro días, y que su responsable, Yolanda Díaz, situó dentro del acuerdo de gobierno alcanzado por PSOE y Podemos, parece no haber enraizado en el seno del ejecutivo de coalición, sino todo lo contrario. Tanto el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migra...
El globo sonda lanzado por el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, acerca del estudio por parte del Ministerio de Trabajo de la implantación de la jornada laboral de cuatro días, y que su responsable, Yolanda Díaz, situó dentro del acuerdo de gobierno alcanzado por PSOE y Podemos, parece no haber enraizado en el seno del ejecutivo de coalición, sino todo lo contrario. Tanto el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, como la ministra de Hacienda y portavoz, María Jesús Montero, dejaron claro este miércoles que el desarrollo de alguna medida respecto de la reorientación de la jornada laboral no se encuentra sometida a debate en estos momentos, lo que supone un nuevo desencuentro entre los dos socios de gobierno.
En una entrevista en Catalunya Ràdio, Escrivá aseguró que no cree que España “sea un país que, con los niveles de competitividad y productividad que tiene, tenga que dar prioridad a la semana de cuatro días laborables”. Aunque no amplió su análisis, la dependencia del sector servicios complica la implantación de nuevas fórmulas que sí que han encontrado acomodo en países como Nueva Zelanda, pero que encontrarían mayores trabas para salir adelante en España por las particularidades de su tejido empresarial.
Mucho más contundente a la hora de encajonar la propuesta de Podemos resultó la ministra Montero, que aclaró, tras el Consejo de Ministros, que esta materia ni se ha abordado en él ni en el área económica del Gobierno. Además, insistió en que desarrollar esta fórmula “no es una prioridad en medio de una pandemia”; del mismo modo que subrayó que “no debemos desconcentrarnos de lo que ahora nos ocupa prioritariamente”.
Marco de estabilidad
Esa agenda inmediata pasa para el Gobierno por volver a las tasas de crecimiento económico anteriores a la pandemia; establecer un marco de estabilidad para atraer inversiones e impulsar la recepción de los fondos europeos para aplicarlos en proyectos transformadores para España. “Estas son las tareas prioritarias del área económica y aquí es donde tenemos que poner nuestras energías”, remachó Montero, enterrando definitivamente la propuesta lanzada por Iglesias.
Por el momento, la reflexión acerca de esta u otras medidas que favorezcan la conciliación familiar y laboral no ha sido llevadas a la mesa de diálogo con los agentes sociales. De hecho, ni patronal ni sindicatos se han pronunciado al no existir una propuesta concreta sobre la mesa.