El Congreso de Estados Unidos ultima los detalles de un nuevo y esperado paquete de ayuda a la economía
Nueve meses después del primero, republicanos y demócratas acarician un acuerdo para un segundo plan de estímulo por la pandemia que incluye una nueva remesa de cheques a los ciudadanos
El Congreso de Estados Unidos acaricia al fin un acuerdo para aprobar un nuevo paquete de estímulo a una economía castigada por la pandemia de coronavirus, que sigue machacando al país en la semana en que se ha iniciado la masiva campaña de vacunación que se prolongará hasta bien entrado 2021. El nuevo rescate, que los legisladores se disponen a aprobar in extremis tras ...
El Congreso de Estados Unidos acaricia al fin un acuerdo para aprobar un nuevo paquete de estímulo a una economía castigada por la pandemia de coronavirus, que sigue machacando al país en la semana en que se ha iniciado la masiva campaña de vacunación que se prolongará hasta bien entrado 2021. El nuevo rescate, que los legisladores se disponen a aprobar in extremis tras meses de bloqueo de las negociaciones en el Capitolio, cuando las ayudas aprobadas en primavera están expiradas o a punto de expirar, asciende a 900.000 millones de dólares y contempla subsidios a las empresas, suplementos de 300 dólares por semana a las prestaciones por desempleo y una nueva remesa de cheques, esta vez por valor de 600 dólares, que se enviarán a la mayoría de los adultos estadounidenses.
El segundo gran paquete de rescate se termina de concretar nueve meses después del aprobado en marzo, cuando el primer azote de la pandemia obligó a cerrar buena parte de los negocios y recluyó a la población de diversas ciudades en sus casas. Aquel primer rescate incluyó ayudas por valor de 1,8 billones de dólares, el doble que este nuevo paquete. En las semanas siguientes fue complementado con más ayudas, a hospitales y pequeñas empresas, hasta alcanzar los tres billones de dólares. Desde entonces, los legisladores demócratas han tratado de sacar adelante un conjunto muy ambicioso de ayudas federales, y los republicanos han venido defendiendo desde primavera ayudas más limitadas y específicas, y proceder con la reapertura completa de la economía para no engordar más la deuda.
Los términos sobre los que ya hay acuerdo incluyen, además de los citados, ayudas para los alquileres y la alimentación de las familias, así como financiación a las escuelas y hospitales y un programa de préstamos a pequeñas empresas. Los demócratas seguían esta mañana presionando para tratar de que el nuevo paquete incluya más ayudas de emergencia a los Estados, que les permitan, entre otras cosas, afrontar los costes de la distribución de la vacuna que ha empezado a administrarse esta semana por todo el país. Entre las partidas aún por definir, según The New York Times, se encuentran también potenciales ayudas a los teatros y salas de conciertos y espectáculos golpeadas por el parón producido por la pandemia, una medida que cuenta con el apoyo de legisladores de uno y otro bando.
A pesar de los flecos restantes, Nancy Pelosi, líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, ha reconocido que se ha progresado y que el acuerdo podría alcanzarse incluso en la tarde o noche de hoy. “Hemos progresado bastante esta mañana”, ha dicho a los periodistas por la mañana. Preguntada sobre si podría alcanzarse un acuerdo antes de terminar el día, no lo ha descartado y ha respondido: “Se lo haremos saber”.
Ambas partes han cedido en el nuevo acuerdo, que se perfila a dos días de que esta noche termine la capacidad del Congreso de aprobar nuevos desembolsos. Los republicanos han aceptado más gasto, deseosos de aprobar un nuevo paquete de ayuda, aunque sea limitado, durante la presidencia de Trump. Los demócratas, por su parte, renuncian a algunas de las medidas que querían. Pero el presidente electo, Joe Biden, ha transmitido a los suyos la urgencia por unas medidas que activen la economía y ayuden a quienes más lo necesitan, aunque se quede corto. Biden ha destacado la importancia del acuerdo y ha prometido que llegarán más ayudas el año que viene.
El poderoso Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado, enfrentado a Donald Trump después de reconocer al fin el pasado lunes la victoria de Joe Biden, ha sido un elemento clave en el desbloqueo de las negociaciones. En su cabeza, el acontecimiento político que lo marca todo estos días en Washington: la segunda vuelta de las elecciones a los dos escaños por Georgia en el Senado, el próximo 5 de enero, que decidirán quién ostenta la mayoría en la Cámara y dibujarán por tanto el margen de maniobra de la presidencia de Biden. McConnell, según informa The New York Times, defendió ante los legisladores republicamos la necesidad de aprobar un paquete de estímulo económico para impulsar las expectativas del partido de retener los dos escaños en juego. A los dos candidatos republicanos, dijo McConnell a sus senadores en una llamada, “les están atizando” por el fracaso del Congreso en proporcionar más ayuda a los ciudadanos que más sufren por la crisis.