Mahou enciende las luces largas
El mayor grupo cervecero salva 2020 con un beneficio mínimo, pero mantiene inversiones y su filosofía de crecer sin endeudarse
Mahou San Miguel, el mayor grupo cervecero de España, ha intensificado en los últimos meses las tareas para pertrecharse de cara a los próximos años. Acabó 2020, el año del shock del coronavirus, con resultado positivo contra su pronóstico: beneficio de 2,3 millones, un 98% menos que un año antes. Y ante lo que viene pone las luces largas: “Hemos sacrificado el resultado económico por invertir en el futuro, por la sostenibilidad de nuestro negocio y de nuestros clientes de hostelería...
Mahou San Miguel, el mayor grupo cervecero de España, ha intensificado en los últimos meses las tareas para pertrecharse de cara a los próximos años. Acabó 2020, el año del shock del coronavirus, con resultado positivo contra su pronóstico: beneficio de 2,3 millones, un 98% menos que un año antes. Y ante lo que viene pone las luces largas: “Hemos sacrificado el resultado económico por invertir en el futuro, por la sostenibilidad de nuestro negocio y de nuestros clientes de hostelería”, explica Alberto Rodríguez-Toquero, director general de la empresa.
Los números de las cuentas de Mahou dejan pocas dudas sobre la dentellada de la covid: la cifra de negocio cayó el año pasado un 10,5% hasta los 1.252,8 millones; el resultado bruto de explotación (ebitda) se redujo un 43,7% hasta los 166,3 millones, y el beneficio se hundió un 98%. “Nuestra prioridad era hacer las cosas que creíamos oportunas. Mahou San Miguel es una compañía familiar, que no cotiza, y eso permite tomar decisiones a largo plazo que incluso sacrifiquen el resultado”, incide Rodríguez-Toquero.
El inicio de 2021 para el sector también ha salido cruz por varios motivos. Por un lado, el temporal Filomena supuso el enésimo golpe tras meses muy duros para la actividad económica, especialmente en el centro de la Península. Los contagios de coronavirus además no paraban de crecer, en especial tras la manga ancha que se dio durante la Navidad. Y esto, por último, provocó un aumento de las restricciones y limitaciones a la movilidad, así como a la actividad de bares y restaurantes. Resultado: caída del 8,9% de las ventas en el primer trimestre.
A partir de abril, el panorama cambia. Primero, por simple efecto estadístico. “Se equipara con un tiempo en el que estaba cerrada la hostelería, por lo que cualquier venta es crecimiento si se compara el mismo mes del año anterior”, explica el director general. Además, la previsión es que se inicie la recuperación en el segundo semestre, aunque será de forma paulatina: “La caída fue inmediata, pero la recuperación será más lenta”, añade Rodríguez-Toquero.
El primer factor que marcará el devenir en los próximos meses será la vacunación, que permitirá más movilidad y actividad económica. Mahou San Miguel confía asimismo en recoger los frutos de las inversiones que se han realizado en la hostelería, en una parte importante financiada también por la cervecera (200 millones en 2020), para adaptar los espacios de exterior. “Esas actuaciones en terrazas nos permiten ver con optimismo los próximos meses. El verano tiene que ser mejor que el año pasado”, insiste el directivo de Mahou.
El gran golpe en las cuentas de Mahou San Miguel lo provoca la caída del sector horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías). Antes de la covid, la hostelería representaba casi el 55% de las ventas de la empresa y el 75% de la rentabilidad. Cifras que quedaron atrás con la pandemia y en 2020 solo representaron el 40% de las ventas. Este sector, además, será de los que más tarden en recuperar los niveles previos al coronavirus, aunque para Mahou no parece un problema. “Puede que volvamos a los resultados anteriores en 2022 o 2023, pero esa no es nuestra prioridad. Tenemos que ser capaces de dar nuestra mejor versión y aprovechar todo lo aprendido el año pasado, no volver a donde estábamos en 2019”, asevera Rodríguez-Toquero, que prefiere no mojarse sobre previsiones para este ejercicio.
Esta crisis también tuvo algunas derivadas positivas para la cervecera. Por ejemplo, la subida del canal alimentación. Eso sí, tampoco se pueden lanzar las campanas al vuelo, ya que no fue suficiente (ni lo sigue siendo todavía) para contrarrestar la pérdida de las ventas en el canal horeca. “El retroceso es mucho más acusado en el canal de hostelería, donde en el conjunto del año cayó un 36,4% frente a 2019, lo que en ningún caso compensó el buen desempeño en el canal de alimentación (+10%)”, explicaba la firma en un comunicado tras la presentación de los resultados.
Este efecto positivo también se ha dejado sentir en el negocio internacional de Mahou, que ya representa el 22% del total (en 2019 era un 17%). Especialmente en el Reino Unido: “Los distribuidores del país priorizaron la marca San Miguel y siempre la mantuvieron disponible, incluso en los momentos más duros de la pandemia. Además, muchos británicos que no pudieron visitar España recordaron lo que hacían en sus viajes al país bebiendo las cervezas que consumen aquí. Y San Miguel es un producto muy apreciado por los turistas”, sostiene Rodríguez-Toquero. Todo esto ha llevado a que Mahou mejore sus guarismos en el Reino Unido en el año del coronavirus: vendió un 8,8% más.
Más tienda Solana
Otro de los cambios de hábito provocados por el coronavirus, común en la mayoría de sectores, es el incremento de la venta por internet. En el caso de Mahou, esto se cuantifica en la tienda Solana, que comenzó su andadura apenas un año antes de la pandemia. “Es un modelo que se nos ha hecho grande de repente por las necesidades del consumidor”, reconoce el director general. Durante la fase más dura de confinamiento, la empresa contabilizó 300 pedidos diarios, hasta 700 por jornada durante los fines de semana.
Esta tendencia no se ha roto con la mejora de la situación sanitaria. Ha bajado de esa cresta de la ola, eso sí, pero se mantiene en unos niveles muy superiores a los que figuraban en el plan de negocio de la compañía. “Ahora estamos en unos 100 pedidos diarios con un tique medio superior a los 30 euros. Con la pandemia se ha acelerado el proceso de venta digital y se ha anticipado lo que iba a ocurrir en varios años”, afirma Rodríguez-Toquero.
A pesar de todas las vicisitudes atravesadas, la compañía mantiene su filosofía de no tener deuda. Y lo hace con estabilidad en la plantilla: se incrementó un 10,1% hasta los 3.887 trabajadores, derivado de los acuerdos para comercializar nuevas marcas de cerveza como Coronita o Budweiser, además de consolidar los empleados de Founders al aumentar su participación en la compañía del 30% al 90%. Una marca con la que opera en Estados Unidos, donde no se descartan nuevos movimientos: “Hemos salvado 2020 y creemos que van a surgir oportunidades. Analizamos todas las oportunidades y priorizamos Estados Unidos, que es un mercado muy atractivo”, concluye Rodríguez-Toquero.