El juicio entre el Santander y Andrea Orcel vuelve a aplazarse hasta nuevo aviso
La vista se suspende al no poder declarar por videoconferencia el presidente y el director global de Compensaciones de UBS
El juicio contra Banco Santander por el fichaje fallido de Andrea Orcel como consejero delegado de la entidad ha vuelto a aplazarse hasta nuevo aviso. La espera continúa y se retrasa de nuevo, al resultar imposible que el presidente de UBS, Axel Weber, y el director global de Compensaciones de UBS, Mark Shelton, declarasen por videoconferencia.
La vista oral comenzó el pasado 19 de mayo en los Juzgados de Plaza...
El juicio contra Banco Santander por el fichaje fallido de Andrea Orcel como consejero delegado de la entidad ha vuelto a aplazarse hasta nuevo aviso. La espera continúa y se retrasa de nuevo, al resultar imposible que el presidente de UBS, Axel Weber, y el director global de Compensaciones de UBS, Mark Shelton, declarasen por videoconferencia.
La vista oral comenzó el pasado 19 de mayo en los Juzgados de Plaza Castilla. Entonces testificó la presidenta del Santander, Ana Botín, en calidad de representante del banco. Weber y Shelton no acudieron a la cita, alegando causas médicas por la pandemia del coronavirus, y el juez suspendió la vista para otro día en el que pudiesen declarar todos los testigos que habían sido citados.
Finalmente, el tribunal permitió que los testigos residentes en Suiza declarasen por videoconferencia y fijó este jueves como nueva fecha para la vista oral. Debían declarar entonces, además del presidente y del director global de Compensaciones de UBS, el exdirector de Recursos Humanos del Santander, Roberto di Bernardini, y el secretario general y del consejo del banco español, Jaime Pérez Renovales.
Pese a la cita marcada, el juzgado de Primera Instancia número 46 de Madrid ha suspendido la vista: “Se ha constatado que no es posible celebrar las pruebas testificales que estaban previstas a través de videoconferencia”, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en un comunicado. Próximamente tendrá que comunicar la nueva fecha de celebración de la vista oral.
El caso arrancó en junio de 2018, cuando Botín quiso remodelar la cúpula directiva del banco para reemplazar a Rodrigo Echenique, que se jubilaba y dejaba vacante la vicepresidencia del grupo y la presidencia de Santander España, la filial española. Pensó en José Antonio Álvarez para ocupar esos cargos y se empezó la búsqueda de un número dos para el grupo. El elegido fue Andrea Orcel, que en aquel momento era alto ejecutivo del banco suizo UBS y gran conocedor del Santander, ya que había diseñado buena parte de las compras realizadas en las últimas décadas.
El fichaje se frustró y el banquero italiano demandó a Banco Santander por dar marcha atrás en su incorporación como consejero delegado del banco español. Tras haber sido recientemente nombrado consejero delegado de UniCredit, Orcel ha renunciado a exigir el cumplimiento del contrato y ha rebajado la indemnización que reclama al Santander por daños y perjuicios desde los 112 millones que pedía inicialmente hasta una cifra de 76 millones de euros.
Orcel solicita al banco que le pague 17 millones de prima de incorporación, 29 millones por la parte del bonus diferido que estaba pendiente de percibir en UBS y que Santander podía haber asumido (buy out), 20 millones correspondientes al sueldo que iba a cobrar en Santander durante dos años y 10 millones de euros por daños morales y reputacionales.
Fuentes del Banco Santander defienden que la carta de oferta no era un contrato. La entidad sostiene que el contrato nunca se formalizó y que solo se trató de una carta con las condiciones de la oferta, pues estaba sujeto a la aprobación del consejo de administración, de la junta de accionistas y de la evaluación de idoneidad del BCE.