La subida de las primas de riesgo se acelera tras el cambio de tono del BCE
La rentabilidad del bono español a diez años supera el 1% por primera vez desde marzo de 2020
No fue lo que dijo. Al contrario, lo que marcó el tono del discurso de Christine Lagarde el pasado jueves fue justamente aquello que rechazó repetir: que este año dejará intactos los tipos. Los mercados han interpretado que esa omisión de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE) les da la razón sobre un próximo endurecimiento de la política monet...
No fue lo que dijo. Al contrario, lo que marcó el tono del discurso de Christine Lagarde el pasado jueves fue justamente aquello que rechazó repetir: que este año dejará intactos los tipos. Los mercados han interpretado que esa omisión de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE) les da la razón sobre un próximo endurecimiento de la política monetaria, y exigen ya una mayor rentabilidad en los mercados de deuda. La rentabilidad del bono español a 10 años superó la barrera del 1% por primera vez desde marzo de 2020, al inicio de la crisis sanitaria.
La última vez que la deuda a diez años llegaba a esta cota —alcanzó el 1,048%— fue el 13 de marzo de 2020. Ese día Christine Lagarde sufría su primer gran traspié al frente del BCE al sembrar dudas sobre su compromiso con la financiación de los gobiernos en pleno estallido de la pandemia. “No estamos aquí para cerrar las primas de riesgo”, afirmó ese día. La deuda española trepaba hasta el 1%, pero el arsenal desplegado luego por Lagarde la relajó hasta el punto de que el Tesoro llegó a colocar en diciembre de ese año deuda a tipos negativos.
“Los mercados se están complicando algo este primer trimestre. Por un lado está la realidad. Y por el otro, la batalla del relato. Y el de los mercados consistía en que se aceleraban las retiradas de estímulos de los bancos centrales”, explica el economista jefe de Intermoney, Francisco Vidal. “El mercado aprieta”, añade. Respecto a hace un mes, el rendimiento de la deuda española ha crecido un 40% y la prima de riesgo —el diferencial respecto al bono alemán— ha crecido hasta casi 0,84 puntos, según Bloomberg.
Esa tendencia no es exclusiva de la deuda española. El bono alemán a 10 años salió del terreno de los tipos negativos y este viernes ofrecía ya una rentabilidad del 0,205%; el francés, llegaba al 0,646%, y el italiano —por encima del español— daba un 1,743%. José Manuel Amor, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI) coincide en que la subida de las primas de riesgo se ha acelerado en los últimos días, si bien hay una tendencia de fondo. “Empezó en septiembre, cuando los mercados empezaron a percibir un giro de los bancos centrales hacia una política monetaria menos expansiva y se empieza a hablar de recalibrar los volúmenes de compra”, explica.
Reducción de compras
Los analistas daban por descontado que el interés de la deuda dejaría el terreno negativo a medida que el BCE fuera retirando la bazuca y frenando sus adquisiciones. Francisco Vidal, de Intermoney, estima que las compras programadas por el BCE para este año —correspondientes al plan vinculado a la pandemia, el tradicional y las amortizaciones— alcanzan una cantidad próxima al déficit que se prevé que arroje el conjunto de las arcas públicas de la zona euro. “Si se reducen las compras, vamos a otro escenario”, apunta Vidal. En plata: los mercados podrán pedir más por prestar.
La subida de las primas de riesgo supone agitar un viejo fantasma de la economía española: el de la crisis del euro de 2012. Entonces, los mercados castigaron sobremanera a los países del sur de Europa, obligando a varios de ellos a pedir rescates. España tuvo que pedir uno para salvar su banca. “El BCE debería anticiparse un poco más y explicar cuál es su compromiso para evitar una fragmentación financiera a medida que se van retirando los programas de compra de deuda. Y detallar cómo lo van a hacer para evitar una crisis”, explica el director de Coyuntura de Funcas, Raymond Torres.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Lagarde afirmó que no está viendo un aumento de las primas de riesgo. “Si bien los rendimientos han subido, los diferenciales no se han ampliado de manera significativa”, aseguró la presidenta del BCE, quien dijo que la institución está capacitada para responder a un aumento de las primas de riesgo. Entre otros instrumentos, por ahora dispone de la flexibilidad que le dan las amortizaciones del programa vinculado a la pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés), que le permite incluso comprar deuda griega.
A pesar de que la deuda pública española es próxima al 120% del PIB, Amor cree esa proporción seguirá bajando el año que viene dado el fuerte crecimiento económico. Y esa expansión, recuerda, es la que permite el incremento de los ingresos fiscales, por lo que rechaza el alarmismo y no ve que los países del sur de Europa tengan que encontrarse en la “tormenta” que atravesaron en 2012.