La preferencia por el uso del dinero en metálico vuelve a crecer tras la pandemia, según una encuesta
El sondeo, encargado por una plataforma de defensa del efectivo, indica que los consumidores recuperan algunos hábitos de pago anteriores a la crisis de la covid
Manejar monedas y billetes que viajaban de mano en mano dejó de resultar atractivo con el virus de la covid en circulación, pero pese a que el pago con tarjeta es el método de pago favorito de los españoles – un 48,3% lo prefiere –, el efectivo aumenta su popularidad cinco puntos con respecto al año pasado y sigue siendo la opción de pago más atractiva para el 46,3% de clientes. “Se está volviendo al comportamiento prepandemia en los hábitos de pago”, afirma Narciso Michavila, presidente de la ...
Manejar monedas y billetes que viajaban de mano en mano dejó de resultar atractivo con el virus de la covid en circulación, pero pese a que el pago con tarjeta es el método de pago favorito de los españoles – un 48,3% lo prefiere –, el efectivo aumenta su popularidad cinco puntos con respecto al año pasado y sigue siendo la opción de pago más atractiva para el 46,3% de clientes. “Se está volviendo al comportamiento prepandemia en los hábitos de pago”, afirma Narciso Michavila, presidente de la consultora encargada del estudio, Gad3.
Los datos recopilados por Gad3 han sido presentados por Denaria, una plataforma creada en 2021 y asociada con varias empresas de la industria del transporte y fabricación de dinero. Entre ellas destacan G&D, que fabrica tarjetas y billetes, Strong Point, dedicada al control de efectivo, o Eurodivisas, dedicada a la compra de billetes. A estas se suman varias empresas españolas de transporte de dinero y cuatro entidades colaboradoras: la asociación de mayores CEOMA, Down España, el Comité Español de Personas con Discapacidad y la asociación de mujeres y familias rurales AFAMMER.
Según el documento, el principal motivo para pagar en moneda es la seguridad. La mayoría de los encuestados, un 75,1%, considera que el pago digital es más sensible a las estafas y un 72,1% afirma que el efectivo resguarda mejor la privacidad de los usuarios. Otra de las fuentes de inseguridad que preocupa a los encuestados es no disponer de dinero material en un contexto de crisis, pandemia o apagón digital: ocho de cada diez considera esencial el efectivo para hacer frente a esta situación y tan solo un 12,7% tiene confianza en la seguridad del entorno digital.
Garantizar la posibilidad del pago en moneda es la petición que hace Denaria. Algo que ya asegura la ley desde mayo de este año, cuando entró en vigor el artículo 82.4 del Real Decreto-ley 24/2021 que obliga a los comercios a aceptar pagos en efectivo. Javier Rupérez, presidente de la plataforma, ha insistido en que existe “una demanda social para que el efectivo siga existiendo”. Con el retroceso de la pandemia la consideración del dinero físico mejoró: el 89,2% de los españoles se muestra en contra de que sólo existan medios de pago digitales, algo más de un punto por encima del dato de 2021.
Otros métodos de pago digitales como Bizum, teléfonos móviles y transferencias bancarias, pese a que se estima que su uso ha aumentado, están lejos de ser el medio de pago preferido de los españoles. Según el estudio un 3,6% prefiere pagar con Wallet, Samsung o GooglePlay, un 1,1% con Bizum y un 0,6%, con transferencia bancaria.
La brecha digital
El uso de dinero en efectivo es mayor entre la población de más de 65 años y entre residentes del entorno rural. La tarjeta de crédito es el método preferido de la población entre 18 y 45 años, a partir de aquí es dónde se produce el vuelco: entre los mayores de 65 el 67,7% se decanta por pagar en metálico. El estudio afirma que cuatro de cada cinco encuestados estiman que en España existe una situación de exclusión financiera, y un 57% cree que cada vez es más complicado acceder al dinero en efectivo.
La brecha digital no sólo se da por una cuestión de manejo de la tecnología, sino también por un problema de implantación (cobertura, redes de internet, existencia de dispositivos de cobro digitales, etc...). Eso ocurre en las localidades más pequeñas, que emplean mayoritariamente el dinero físico cómo método de pago. En los municipios de menos de 10.000 habitantes y en los que poseen una población entre 10.000 y 50.000, el efectivo sigue siendo el método de pago favorito. En los de más de 50.000 se invierten las preferencias y la tarjeta de crédito pasa a ser la primera opción.