España será el país de la UE que más suba el gasto en pensiones por el envejecimiento
El Banco de España alerta de que pasará de estar en la media a ser el tercero que más desembolsa en relación con el PIB
El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, siempre relativiza el reto de las pensiones comparándolo con la situación europea. Toma como ejemplo los datos de desembolsos sobre PIB de Francia o Italia para decir que todavía podemos dedicar una mayor proporción del gasto a pensiones. Sin embargo, el Banco de España ha puesto en contexto estos números: el gasto en pensiones en España ya se encuentra en la media de la UE si se compara co...
El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, siempre relativiza el reto de las pensiones comparándolo con la situación europea. Toma como ejemplo los datos de desembolsos sobre PIB de Francia o Italia para decir que todavía podemos dedicar una mayor proporción del gasto a pensiones. Sin embargo, el Banco de España ha puesto en contexto estos números: el gasto en pensiones en España ya se encuentra en la media de la UE si se compara con el tamaño de la economía. Esto se hace ponderando los pesos de cada una de ellas, de forma que los sistemas de países como Alemania o Francia tienen mayor importancia. Si tan solo se coge la media aritmética de los países, España ya está por encima, en parte porque las economías del Este destinan poco, al tener poblaciones más jóvenes. Los datos se comparan con el PIB para ver cuánto representa esta partida respecto a la capacidad económica.
España se encuentra retrasada en el proceso de envejecimiento y —por lo tanto— está dedicando menos a sufragar prestaciones de jubilación, según destaca el informe del Banco de España. La jubilación del baby boom sucederá más tarde, disparando el gasto hasta las cotas más elevadas de Europa. Se trata de aquella generación más numerosa que en España comprende a los nacidos entre 1956 y 1979, y que provocará que el número de pensionistas pase de 10 millones hoy a 15 en 2050. De hecho, una vez se tiene en cuenta el retraso del factor demográfico y se corrige dejando el resto igual, España pasa automáticamente a estar entre los que más gastan en pensiones de la UE: el tercero, en 2050, según las estimaciones del supervisor.
“Las proyecciones de Eurostat colocan a España como el país de la UE con el crecimiento más alto del factor demográfico entre 2019 y 2050″, señala el supervisor. Esto hará que el número de pensionistas se dispare en relación con el número de personas en edad de trabajar. Pasará de representar el 30% de la población trabajadora al 60% en tres décadas. De un pensionista por cada tres individuos en edad de trabajar se saltará a dos por cada tres. Superaría en grado de envejecimiento a Francia en 2037 y a Alemania en 2039. En 2050 habría recortado la diferencia con Portugal en un 25% y con Italia en un 68%.
Una mayor tasa de empleo mejoraría los números españoles. Pero incluso si la ocupación alcanzara los niveles alemanes, solo se corregiría el 40% del aumento del gasto que se producirá, dice el documento. La tasa de empleo de España —esto es el porcentaje de personas trabajando sobre las que hay en edad de trabajar— se halla en el 66%, frente al 84% de Alemania.
Un factor determinante es que el sistema español es muy generoso en comparación con el sueldo medio. “La tasa de beneficio [la prestación media sobre el salario medio] alcanza en España el tercer valor más alto de la UE, lo que implica un gasto en pensiones un 34% más alto que en Alemania o un 32% más elevado que en Francia. Únicamente dos países europeos —Grecia e Italia— registran una tasa de beneficio superior a la española. Dichos países son, de hecho, los que presentan la mayor ratio de gasto”, señala.
Este análisis se elabora con cifras de 2019 para evitar la distorsión de la pandemia. La actual reforma de Escrivá debería aumentar más el gasto. Y aquí la clave está en la generosidad del sistema. Aunque el banco no lo explica, con la reforma de 2013 se pretendía contener el gasto a base de revalorizar poco las pensiones, de forma que iban perdiendo valor con el tiempo. Lo lógico sería que se revaloricen con el IPC para garantizar el poder adquisitivo tal y como hace la reforma de Escrivá. Pero el problema es que la pensión inicial en España es muy alta en proporción a lo aportado.
En números redondos, el trabajador contribuye con una cuarta parte de su salario para la pensión. Si ha trabajado 40 años, entonces ha cotizado lo suficiente para cobrar unos 10 años de prestación. Pero la media cobra más de 20. Esa es la base del déficit actuarial del sistema que hace que España ya esté en la media de gasto en pensiones, a pesar de que tiene en estos momentos una población más joven y que soporta un menor número de prestaciones en proporción a las personas en edad de jubilarse. Sobre todo porque las mujeres tienen, proporcionalmente, menos pensiones y hay menos prestaciones de invalidez.
En 2019, el gasto de España en pensiones se situaba en el 12,7% del PIB, por encima de países como Alemania, Dinamarca, Holanda o Suecia, que tienen un 12%, y solo por debajo de Grecia, Italia, Portugal, los tres con un 15%, y Francia, Austria y Finlandia, que están entre el 14% y el 13%. La generosidad del sistema, el mayor envejecimiento futuro, y la baja tasa de empleo harán que España escale posiciones hasta superar a todos salvo Grecia e Italia. De todas formas, el banco recuerda que hay que tomar estos datos con cautela.