Grupo Volkswagen gana un 2,6% más impulsado por el aumento de ingresos por vehículo
El consorcio alemán confía en elevar las ventas de coches un 16% el próximo año
Grupo Volkswagen, el mayor fabricante europeo de vehículos y segundo del mundo, ganó el año pasado 15.836 millones de euros, un 2,6% más que en 2021. El consorcio dirigido por Oliver Blume se sobrepuso a los problemas de suministros, al encarecimiento de las materias primas y de la energía y los obstáculos logísticos y ha basado sus buenos resultados en sacar más margen de cada uno de los vehículos vendidos, que fueron un 7% menos (8,2 millones de unidades) que un año antes. Los ingresos, sin embargo, alcanzaron los 279.2...
Grupo Volkswagen, el mayor fabricante europeo de vehículos y segundo del mundo, ganó el año pasado 15.836 millones de euros, un 2,6% más que en 2021. El consorcio dirigido por Oliver Blume se sobrepuso a los problemas de suministros, al encarecimiento de las materias primas y de la energía y los obstáculos logísticos y ha basado sus buenos resultados en sacar más margen de cada uno de los vehículos vendidos, que fueron un 7% menos (8,2 millones de unidades) que un año antes. Los ingresos, sin embargo, alcanzaron los 279.232 millones de euros, un 11,6% más.
Según los resultados aprobados por el Consejo de Supervisión del grupo y pese a los riesgos sobre la coyuntura económica, Volkswagen prevé que el conjunto de sus marcas alcance unas ventas totales de 9,5 millones de unidades este año, lo que supone un incremento del 16%. Es una señal de confianza en que el sector recupere los niveles de producción anteriores a la pandemia. Los ingresos vinculados a esas ventas representarán una mejora de entre el 10% y el 15%.
“Los resultados evidencian los sólidos fundamentales financieros que consistentemente implementamos en nuestra estrategia”, ha señalado el director financiero del grupo, Arno Antlitz, a través de un comunicado remitido por el grupo en el que se destaca el esfuerzo de disciplina tanto en materia de costes como en los precios de los vehículos.
Las dificultades por las que atraviesa la industria y en especial la automoción se visualizan en la evolución de los flujos de caja, que prácticamente se redujeron a la mitad y se situaron en 4.800 millones de euros. La falta de piezas obliga a retener el resto de inversiones realizadas para ensamblar un vehículo, lo que provoca una necesidad de gasto mayor que impacta en la tesorería. “Como resultado”, señala el comunicado, “el capital de trabajo y, en particular, los inventarios de productos terminados, materias primas y suministros al final del año fueron significativamente más altos de lo planeado”.
Esos problemas, no obstante, fueron sobradamente compensados en lo que respecta a liquidez, que alcanza los 43.000 millones de euros. De esa cantidad, 16.100 millones proceden de la salida a Bolsa de Porsche. En torno a 9.500 millones se han destinado al reparto como un dividendo especial.
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