Los autónomos en módulos declaran que ganan aún menos que antes de la crisis financiera
El resto de trabajadores por cuenta propia disparó sus rendimientos netos en 2021, tras el bache de la pandemia
Tanto asalariados como autónomos recuperaron en 2021 los ingresos que tenían antes de la pandemia. Declararon al fisco, de media, rentas netas anuales de 22.377 y 17.032 euros, respectivamente. Estos importes superan en más de 3.000 euros, en ambos casos, las rentas previas al estallido de la burbuja inmobiliaria. No han tenido la misma evolución los ingresos de los llamados moduleros, los trabajadores por ...
Tanto asalariados como autónomos recuperaron en 2021 los ingresos que tenían antes de la pandemia. Declararon al fisco, de media, rentas netas anuales de 22.377 y 17.032 euros, respectivamente. Estos importes superan en más de 3.000 euros, en ambos casos, las rentas previas al estallido de la burbuja inmobiliaria. No han tenido la misma evolución los ingresos de los llamados moduleros, los trabajadores por cuenta propia que tributan en régimen de módulos. Aunque en 2021 recuperaron el terreno perdido durante la covid, siguen declarando a Hacienda hasta 1.000 euros menos de lo que hacían antes del pinchazo de la burbuja: 10.511 euros frente a los 13.525 euros de 2007.
Así lo refleja la última Estadística de rendimientos de actividades económicas de la Agencia Tributaria, relativa al ejercicio 2021. Estos datos reflejan cómo los ingresos de todas las categorías de trabajadores se desplomaron en 2020, al igual que la economía en su conjunto. Los rendimientos netos de los asalariados fueron los que mejor aguantaron gracias a las medidas puestas públicas para limitar sangrías en el empleo, como los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Cayeron un 1,5% y al año siguiente repuntaron un 4,2%, hasta superar la cifra registrada en 2019 (21.800).
El número de asalariados también avanzó hasta alcanzar un récord de 18,1 millones. Esta tendencia se ha ido consolidando en los ejercicios siguientes, en los que el mercado laboral ha demostrado una fortaleza inédita y el número de trabajadores ha alcanzado cotas históricas al romper la barrera de los 20 millones de trabajadores.
Los autónomos que tributan en estimación directa —es decir, que declaran en función de sus ingresos— también recuperaron el terreno que habían perdido en el año más duro de la crisis sanitaria, cuando sus rendimientos netos anuales se hundieron casi lo mismo que el PIB, un 9,6% de acuerdo con los datos de Hacienda, hasta los 13.941 euros. El golpe fue quizás más acusado que los asalariados por las mayores dificultades que denunciaron para acceder a las ayudas durante la covid. Pero aún más fuerte fue el rebote en 2021: los trabajadores de esta categoría declararon por primera vez más de 17.032 euros al año, un 22% más que en 2020 y un 10,5% más comparado con 2019.
Por paradójico que pueda parecer, también en esta recuperación tan destacada puede haber influido la pandemia. El acceso a las ayudas obligaba a los profesionales a tener su documentación y obligaciones fiscales en regla. Además, el cambio de hábitos de los consumidores, que empezaron a privilegiar los pagos electrónicos, tanto por precaución como por obligación en los confinamientos, es otro de los elementos que puede haber marcado el aumento tan pronunciado de las rentas declaradas a la Agencia Tributaria en 2021. El número de autónomos que tributan en estimación directa también creció, pero con menor intensidad: un 4,1%, hasta los 1,9 millones
El colectivo de autónomos en régimen de módulos —llamado también estimación objetiva—, en cambio, no batió récord ni en cuánto a número de trabajadores (348.569) ni en cuanto a rendimientos obtenidos. Declararon ingresos netos por 10.511 euros, el doble que en 2020 —sufrieron el peor golpe, de más del 50%— y un 5% más que en 2019, pero lejos de los 11.567 euros que decían percibir en 2007. Este grupo de trabajadores no declara según lo que ingresa por su actividad, sino en función de determinadas características de su negocio, como los metros cuadrados del local o el número de empleados; el nivel de facturación, que no puede superar cierto tope; y el tipo de actividad —hay una lista cerrada, de la que por ejemplo forman parte peluquerías, cafeterías o el transporte por carretera—. Es más, desde la crisis financiera hasta ahora, han sido más los años en los que han declarado ganar menos que el anterior que al revés, una tendencia que contrasta con el resto de trabajadores.
El régimen de módulos es constantemente acusado de conformar una bolsa de fraude, y desde hace años se le pone una fecha de finalización que nunca llega, aunque en 2021 el número de trabajadores acogidos a este sistema se redujo a la mitad comparado con 2007.
Un tipo efectivo del 9,7%
Los 3,14 millones de empresarios y profesionales registrados en 2021 en España tributaron a un tipo efectivo del 21,7%, 1,3 puntos más que al año anterior —y muy por encima de lo que pagan las multinacionales sobre sus beneficios—, aunque con grandes disparidades según el colectivo. Los trabajadores en régimen de módulos pagaron un 9,7%, frente al 23,9% de los autónomos en estimación directa. Los profesionales en estimación objetiva del sector agrícola lo hicieron al 11,8%.
También hay diferencias importantes entre territorios. Los autónomos de Madrid son los que soportan el tipo más alto si se considera el conjunto del colectivo: el 26,1%. En el otro extremo está Castilla-La Mancha, con un 16,8%. En el caso de la estimación objetiva, Castilla-La Mancha repite como comunidad donde se abona el tipo más bajo (7,8%), mientras que en el otro extremo están las Islas Baleares (11,2%).
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