Iberia cederá más rutas para que Bruselas apruebe la compra de Air Europa
IAG notifica oficialmente a la Comisión Europea el acuerdo de fusión
El grupo IAG notificó este lunes a la Comisión Europea la compra por Iberia, perteneciente al holding de aerolíneas, del 100% del capital de Air Europa por 500 millones de euros. La notificación oficial se produce cuatro años después de que se anunciara por primera vez la operación, en noviembre de 2019, que se vio truncada por la pandemia del coronavirus. Durante ese periodo, ambas compañías han estado negociando para perfilar ...
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El grupo IAG notificó este lunes a la Comisión Europea la compra por Iberia, perteneciente al holding de aerolíneas, del 100% del capital de Air Europa por 500 millones de euros. La notificación oficial se produce cuatro años después de que se anunciara por primera vez la operación, en noviembre de 2019, que se vio truncada por la pandemia del coronavirus. Durante ese periodo, ambas compañías han estado negociando para perfilar un nuevo acuerdo que se cerró el pasado mes de febrero, por el que IAG se hacía con el 80% de Air Europa por 400 millones de euros, tras haber abonado 100 millones en agosto de 2022 por el otro 20% de la aerolínea de la familia Hidalgo.
IAG señala en su documentación que, tras las conversaciones que ha mantenido con Bruselas en todo este periodo, ha presentado un “ambicioso y amplio conjunto” de remedies (condiciones) para asegurar el nivel de competencia en el mercado aéreo una vez que se consume la fusión entre Iberia y Air Europa. Entre esos remedies, de mayor alcance que los presentados en 2020, estarían la cesión de rutas y slots (permisos de despegue y aterrizaje en aeropuertos) a otras compañías competidoras, como Ryanair, Volotea o a Worl2Fly, aunque el acuerdo es confidencial,
Bajo esta premisa, el grupo hispano británico confía en que la operación se cierre a lo largo de 2024. El calendario empieza a contar desde este lunes con la apertura de la Fase 1. Durante 35 días laborales como máximo, la Comisión Europea (CE) requiere más información a las compañías y puede pedir también datos a competidores y a otros actores de la industria. Con esta información, la Comisión técnicamente podría aceptar el paquete de remedies y aprobar la operación. Sin embargo, en operaciones complejas como esta, la Comisión suele abrir la Fase II (también conocida como investigación en profundidad), lo que le da más tiempo para revisar toda la documentación. Para ello, cuenta con entre 90 y 110 días laborales (dependiendo de extensiones de tiempo llamadas “paradas de reloj”), solicitadas por las partes o por la propia Comisión. Este es el caso, por ejemplo, de la fusión entre Orange y MásMóvil, que aún se encuentra en Fase II tras sucesivos aplazamientos.
Entre los remedies ofrecidos por IAG a Bruselas destaca la propuesta de convertir el aeropuerto de Madrid-Barajas en un hub intercontinental, de forma que pueda competir con otras grandes instalaciones como París, Múnich, Frankfurt o Ámsterdam, las cuales tienen “una sola aerolínea de referencia” con una cuota de mercado similar a la que tendrían Iberia y Air Europa juntas: “Estará a la par de Air France en París y seguirán siendo inferiores a Lufthansa en Múnich o KLM en Ámsterdam”, indica la documentación.
IAG justifica la fusión porque “las aerolíneas europeas se enfrentan a la creciente competencia de otras regiones de otros continentes” y asegura que permitirá aumentar el tráfico de Barajas en 1,6 millones de pasajeros al año. “Necesitamos compañías más fuertes y eficientes. Un grupo aéreo más fuerte reforzará la competitividad de Europa frente a aerolíneas de otras regiones como América o Asia”, ha explicado en un comunicado.
El grupo de aerolínea promete que aumentará las rutas —con hasta 500 nuevas combinaciones entre origen y destino, incluidas nuevas entre España y Asia—; mejorará las frecuencias, las conexiones y los horarios de vuelos; y ofrecerá más flexibilidad para los viajeros al optimizar los horarios de vuelo y reducir los tiempos de escala.
En su proposición, IAG también señala los beneficios que supondrá la operación para Air Europa, que a su parecer podrá acceder a mejores condiciones para la compra de biocombustibles (SAF) y garantizará su sostenibilidad económica a futuro. El acuerdo de compra valora Air Europa en 500 millones de euros: los primeros 200 se pagarán tras recibir la aprobación por parte de las autoridades de Competencia; otros 100 se abonarán en acciones de IAG y los cien restantes en efectivo. Los restantes ya estaban en manos del holding, que se hizo con el 20% de la compañía a través de un préstamo participativo convertible.
El consejero delegado de IAG, Luis Gallego, ha declarado que la compañía ha trabajado “estrechamente con la Comisión Europea desde el anuncio de la operación y propondremos un ambicioso y amplio conjunto de remedies después de haber escuchado sus puntos de vista. Tras esta labor exhaustiva preparatoria, trabajaremos intensamente para que el acuerdo se cierre lo más rápido posible en 2024″.
El peso de la deuda
Desde que se anunciara a finales de 2019 el primer acuerdo para la compra del Air Europa por Iberia 1.000 millones de euros ha cambiado mucho la situación de ambas compañías debido al efecto devastador del coronavirus que sumió al sector aéreo en la mayor crisis de su historia. Una crisis de la que ya se ha recuperado casi completamente Iberia, pero que aún lastra las cuentas de la aerolínea de Globalia.
Iberia es la aerolínea del grupo IAG -integrada también por British Airways, Vueling, Air Lingus y Level- que más rápido se ha recuperado. En los nueve primeros meses de 2023, registró un aumento de beneficio operativo del 76%, hasta los 449 millones de euros, y se espera que a finales de año rompa su récord histórico de ganancias. Por su parte, Air Europa registró un beneficio de 14,48 millones de euros en 2022, que contrastan con las pérdidas de más de 700 millones de euros de los dos ejercicios anteriores (304,3 millones en 2021 y 427,7 millones en 2020), aunque aún por debajo del beneficio de 27,7 millones que obtuvo en 2019. Con todo, su principal problema es la deuda que, a 31 de diciembre de 2022, era de 932 millones de euros. Con estas cifras, será difícil que la empresa cumpla con los plazos para la devolución del rescate del Estado hasta un total de 475 millones de euros que recibió de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y cuyo plazo vence en 2026, así como para hacer frente al crédito de 141 millones de euros, avalado por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), cuyo vencimiento ha sido aplazado de 2025 a 2028.
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