Europa se quedará rezagada en 2024 en la recuperación del comercio mundial
Las exportaciones del Viejo Continente crecerán un 1,7%, por debajo del resto de regiones, según la Organización Mundial del Comercio
Europa se quedará muy por detrás del resto de regiones en la recuperación del comercio internacional. Las previsiones apuntan a que en 2024 las exportaciones crecerán solo un 1,7% anual después de haber registrado una caída en el volumen de transacciones de mercancías del 2,6% un año antes. Si las proyecciones actuales de la Organización Mundial del Comercio (OMC) se mantienen, África sería la zona que repuntaría con más fuerza: un 5,3%, aunque se trata de una base muy baja, ya que las exportaciones d...
Europa se quedará muy por detrás del resto de regiones en la recuperación del comercio internacional. Las previsiones apuntan a que en 2024 las exportaciones crecerán solo un 1,7% anual después de haber registrado una caída en el volumen de transacciones de mercancías del 2,6% un año antes. Si las proyecciones actuales de la Organización Mundial del Comercio (OMC) se mantienen, África sería la zona que repuntaría con más fuerza: un 5,3%, aunque se trata de una base muy baja, ya que las exportaciones del continente han estado prácticamente paradas desde 2020 a causa de la pandemia. Más allá de esta zona, América del Norte, Oriente Medio y Asia experimentarán un aumento de entre el 3,6% y el 3,4%, mientras que la tasa de América del Sur sería del 2,6%.
El Viejo Continente, que acapara poco más de un tercio del comercio mundial tanto en el lado de las exportaciones como de las importaciones, se ha visto afectado por las fluctuaciones de los precios de las materias primas durante los dos últimos años debido a la naturaleza regional de los mercados del gas natural. De hecho, el año pasado el volumen de las importaciones vivió uno de sus peores periodos —con excepción de las grandes economías exportadoras de combustible, como Noruega, gracias a que los precios de la energía se mantuvieron altos—. Por contra, los altos precios del gas natural tuvieron efectos negativos persistentes en países como Alemania, que produce y exporta bienes manufacturados que consumen mucha energía.
Esta mala evolución regional arrastró al resto del mundo. De acuerdo con la OMC, la contracción global del 1,2% en el volumen del comercio de mercancías en 2023 fue impulsada por Europa, que restó 1,7 puntos porcentuales al crecimiento de las importaciones mundiales y redujo el de las exportaciones en 1,0 puntos porcentuales. Las cifras de este año no serán tan negativas, pero se prevé que su contribución al comercio global sea débil y existe el riesgo de que la crisis en el Mar Rojo le siga pasando factura al continente. Hasta ahora, el ataque a los buques en el Canal de Suez han tenido un impacto relativamente limitado, pero algunos sectores, como los productos automotrices, los fertilizantes y el comercio minorista, ya se han visto afectados por retrasos y aumentos de los costes de transporte. La OMC precisa que el desvío de la ruta comercial a través del Cabo de Buena Esperanza, en África, ha aumentado la distancia media de los viajes entre Asia y Europa en más del 55%. Esto da como resultado un tiempo de viaje de hasta 25 días o 17 días en promedio, por lo que aumenta el riesgo de congestión portuaria y la cancelación de los envíos.
No todo son malas noticias para la región. Se espera que este año los eventos deportivos que se celebrarán en verano —los Juegos Olímpicos y la Eurocopa—, sumados a la flexibilización de los requisitos de visado por parte de varios países, impulsen el turismo y el transporte de pasajeros. La moderación de la inflación será un factor clave que beneficiará al turismo en 2024; el gasto de los viajeros en alojamiento, restaurantes y otros servicios seguirán aumentando, dando alas a un sector que el año pasado ya superó en la región los niveles prepandémicos.
Repunte global del comercio
La OMC prevé que el volumen del comercio mundial de mercancías crezca un 2,6% en 2024 y un 3,3% en 2025, lo cual compensaría la caída del 1,2% registrada el año pasado. En ese periodo, la demanda de importaciones en términos reales fue débil en la mayoría de las regiones, especialmente en Europa, Norteamérica y Asia. La excepción fue Oriente Medio, donde aumentaron.
Los economistas de la OMC prevén que la inflación baje incluso más a lo largo de estos meses, lo que permitirá que los ingresos reales vuelvan a crecer (particularmente en las economías avanzadas), impulsando así el consumo de bienes manufacturados. Ya es evidente una recuperación de la demanda de bienes y los índices de nuevos pedidos de exportación apuntan a una mejora de las condiciones para el comercio. La directora general de la organización, Ngozi Okonjo-Iweala, ha precisado que “estamos avanzando hacia la recuperación del comercio mundial, gracias a cadenas de suministro resilientes y un sólido marco comercial multilateral, que son vitales para mejorar los medios de vida y el bienestar”.
Del lado de los riesgos, los analistas apuntan a posibles rupturas de los intercambios debido a que “algunos gobiernos se han vuelto más escépticos acerca de los beneficios del comercio y han tomado medidas destinadas a relocalizar la producción y orientar el comercio hacia naciones amigas”, según ha señalado el economista jefe de la OMC, Ralph Ossa.
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