Anfitriones que te reciben con cerveza en el apartamento turístico
Con presencia en España, Portugal y Andorra, Aloja Experience impulsa acciones de marketing en alojamientos no hoteleros
Cuando el empresario Santiago Tobón viajó a Rusia para asistir al Mundial de Fútbol de 2018, lo que más le sorprendió fue el recibimiento en el alojamiento que había alquilado. Era un ático en San Petersburgo. Y en la cocina encontró un kit a base de vodka, hielo, vasos, gorras y otros objetos que el propietario le había dejado como regalo para que disfrutara más de su estancia junto a 14 familiares y amigos. “Se me quedó marcado”, recuerda. Dos años después, durante un encuentro impulsado por una escuela de negocios, relató la anécdota a otro emprendedor, Cristian Rivas. Saltó la chispa. Ahora ambos han convertido ese tipo de detalles en acciones de marketing en apartamentos turísticos. Lo hacen con su propia compañía, Aloja Experience, que facturó 180.000 euros tanto en 2022 como en 2023. Este año aspiran a crecer hasta los 400.000 euros.
Con experiencia empresarial previa —Tobón acababa de llegar a España desde China, donde había liderado una empresa propia durante siete años—, ambos empezaron a dar forma a la compañía en enero de 2020. Las reuniones presenciales se convirtieron en videollamadas durante el confinamiento, en las que terminaron de edificar su idea. En septiembre de aquel año realizaron una prueba piloto en San Sebastián. Fue con la marca Jameson durante la celebración del festival de cine. Funcionó. “Y a partir de ahí empezamos a crecer con más marcas y nuevos clientes”, relata Rivas, que destaca que los sectores de bebidas y productos de belleza son los que más demandan sus propuestas.
Hoy trabajan en España, Andorra y Portugal y han alcanzado acuerdos con 320 empresas gestoras que engloban 23.000 alojamientos turísticos no hoteleros. “No trabajamos con propietarios individuales”, aseguran. La red les permite desarrollar acciones de todo tipo. Es lo que ha atraído a marcas como Mahou San Miguel o Dermofarma. Con la primera, por ejemplo, ofrecieron cervezas en los apartamentos turísticos durante la celebración del festival BBK Live. Con la segunda regalaron muestras del producto en alojamientos de estaciones de esquí como la de Sierra Nevada, en Granada. “Conseguimos un impacto desde el mismo momento de dejar las maletas”, afirma Rivas. Para las marcas es una forma de llegar a sus clientes de forma directa. Para los gestores, un servicio gratuito que ayuda a aumentar el disfrute y la fidelidad de quienes se hospedan con ellos. Ya tienen a seis personas en plantilla.
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