¿Por qué más de 20.000 personas ya han comprado esta manta de 250 euros?
Se llama 'Gravity', puede pesar hasta 11 kilos y combate el estrés y el insomnio. O eso dicen sus creadores...
¿Pagaría 279 dólares (250 euros) por una manta? Lo más probable es que quisiera más detalles para valorarlo, pero ¿y si le aseguraran que le cambiaría la vida? Eso prometen los creadores de Gravity, que presumen de haber ideado "una manta terapéutica premium, que aumenta los niveles de serotonina y melatonina, disminuye la cantidad de cortisol, mejora su estado de ánimo, y promueve un sueño reparador. La solución ideal al estrés, la ansiedad y el insomnio. Y todo, sin receta". (Puede ver el vídeo promocional del producto encima de estas líneas). Esta manta "casi mágica" nació como una campaña de crowdfunding (micromecenazgo) en la plataforma Kickstarter, con la intención de recaudar unos 20.000 euros. Pero en menos de un mes, ha sobrepasado todas las expectativas, superando los cuatro millones de euros y los 20.000 compradores.
Hay tres versiones disponibles, de siete, nueve y once kilos, ya que la clave de su éxito, aseguran, se debe precisamente al peso (que debería rondar el 10% de la masa corporal), y que permite una "estimulación táctil profunda" que combate todos los problemas emocionales. ¿Pero acaso tiene algún fundamento científico?
Lo cierto es que existen muy pocos estudios que analicen la supuesta eficacia de las mantas pesadas. Uno de ellos, del Massachusetts Institute of Technology (citado en la página de Gravity), afirma que estos productos se utilizan "desde hace años para prevenir ataques de pánico en pacientes autistas”. Sin embargo, “el conocimiento científico que se posee en torno a la fiabilidad del método es reducido”, asegura José Luis Pedreira Massa, psiquiatra del Grupo Quirónsalud en el Hospital La Luz de Madrid, que considera que no es posible relajar el sistema nervioso exclusivamente mediante el uso de un instrumento de peso, tal y como cuentan los creadores de la manta. “El masaje es una técnica complementaria que se ha demostrado efectiva. Aun así, no es una medida terapéutica por sí misma. La mera presión, por muy profunda que sea, no tiene evidencias suficientes. No se deben confundir prácticas que mejoran, relajan o adormecen con medidas terapéuticas del estrés o la ansiedad. Hay que ser muy cautos”, advierte el psiquiatra.
Otro estudio que también se cita en la página de Gravity es el realizado por la Universidad de Gotemburgo (Suecia), que sostiene que 78% de los solo 30 participantes que emplearon la manta (durante cinco minutos), declararon haber sentido una menor sensación de ansiedad. En este sentido, Pedreira asegura que informes como este pueden dar lugar al efecto placebo: “El que se cure, lo hará por creencia, no por evidencia científica, por mucha evocación a los mantras de la bioquímica que realicen sus creadores”. Y el psiquiatra añade: “Hay que tener respeto por las personas que sufren estos padecimientos. No se puede ser tan superficial y aprovecharse del sufrimiento humano, y de los limitados conocimientos científicos que poseemos. Estos procedimientos no pueden plantearse como sustitutorios de los tratamientos médicos".
Si no quiere invertir 250 euros en productos de dudosa fiabilidad, puede afiliarse a técnicas más asequibles, como practicar mindfulness mientras lava los platos a mano, según aconsejó a BUENAVIDA la experta en gestión del estrés laboral, Maite Crespo. En este mismo sentido, para mejorar el insomnio, Pedreira recomienda pautas como relajarse, no cenar alimentos o bebidas excitantes, regular la hora de acostarse tras haber realizado un ejercicio físico controlado y estar convencido de que las preocupaciones pueden esperar hasta el día siguiente.
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