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El incierto destino de los niños del ISIS En un hospital próximo a la zona donde el califato se apaga, 75 bebés, hijos de yihadistas muertos o confinados en campos de desplazados, luchan por sobrevivir Al menos 75 bebés hijos de combatientes del ISIS son tratados en este hospital kurdo del norte de Siria tras ser evacuados de Baguz, un centro donde ya han muerto más de un centenar de menores por desnutrición y problemas respiratorios. Natalia Sancha Muchos de estos bebés han sido evacuados desde los campos de desplazados del ISIS donde están ahora sus madres, mujeres procedentes de todo el mundo que respondieron a la llamada del líder del nuevo territorio, Abubaker al Bagdadi, para que poblaran el nuevo territorio. Algunos son huérfanos. Natalia Sancha Maya es el seudónimo que elige esta enfermera a cargo de un equipo de 12 cuidadoras y otras tres sanitarias, porque aún temen al ISIS, afirman. “Se han escapado muchos yihadistas de los campos y tememos que vengan aquí en busca de venganza por los niños fallecidos”, relatan. Natalia Sancha Estigmatizados por ser descendientes del ISIS, la mera existencia de los niños plantea un reto para los países de origen de sus padres. Natalia Sancha Katerina, yihadista ucraniana de 32 años, es tratada de heridas en la cabeza a causa de metralla tras ser evacuada de Baguz en un hospital kurdo del noreste de Siria. Natalia Sancha “Cualquiera que sea el crimen que han cometido sus padres, los más de 3.500 niños extranjeros que languidecen en los diferentes campos del noreste de Siria son claramente víctimas inocentes del conflicto y deberían ser repatriados a sus países de origen para garantizar su seguridad y bienestar”, apunta en correo electrónico Paul Donohoe, portavoz de la ONG Comité Internacional de Rescate (CIR). Natalia Sancha Meriam Alí, noruega de origen somalí de 20 años y yihadista cautiva en el noreste de Siria, visita a su sobrino que es tratado en un hospital kurdo. Natalia Sancha Casi ninguno de estos bebés tiene más de tres años; todos aparentan tener pocos meses. Estigmatizados por ser descendientes del ISIS, su mera existencia plantea un reto para los países de origen de sus padres. Natalia Sancha Algunos son huérfanos, pero otros han sido ingresados en este hospital al que vienen a visitarles sus madres, cautivas en los campos de acogida. Natalia Sancha Hay países que han optado por repatriar a los huérfanos o permitir el retorno y otros no se hacen cargo de unos niños que, desde las cunas, no lanzan proclamas yihadistas sino roncas respiraciones, sonoras toses y escalofriantes llantos. Natalia Sancha