Omar Ayuso: “¿Que pida algo? ¡Llámame, Pedro!”
Su personaje, llamado igual que él, es tal vez el más complejo de esa serie llena de niños ricos: pobre, musulmán y homosexual. Y también es el de recorrido más estimulante: de estar en el armario a comérselo. Hablamos con el hombre que le da vida sobre elecciones, fama y modelos de conducta
Cuando Omar Ayuso recibió el guión para hacer el casting de Élite y vio que su personaje se llamaba “Omar” pensó que era un detalle por parte de la producción y que eso se hacía siempre, para que el actor se sintiera más cómodo. Normal, porque era su primera audición. Junto con Arón Piper forman Omander, la relación más estable del entorno de Las Encinas. En la segunda temporada, Omar se desarmarizó por completo y le salió la pluma, para desconcierto de su pareja. “Tenía que ser gradual, esa liberación que se nota en los gestos, en las ganas de vivir. No podía ocurrir de golpe porque en la vida no pasa así, a mí no me pasó”, comenta Ayuso. “Mi personaje es gay y yo soy gay y no tengo ningún tapujo, pero no me gusta que se me exija ser un modelo de conducta ¡bastante tengo con ser un modelo de conducta para mi mismo!”.
¿Por qué te llamas igual que tu personaje? Omar desde el principio, cuando recibí la primera separata para el casting, pensé que lo ponían así, con tu nombre, para que los actores se sintieran mas cómodos. Pensé: “Qué majos”. Fue mi primer casting y mi primer curro.
Siempre se dice que en Élite la homosexualidad y la bisexualidad ya no son un “tema”, pero en la segunda temporada tu personaje se liberó y asomó un fenómeno del que se habla poco, la plumofobia. Eso era una cosa muy guay del guión. Yo lo sabía desde el principio, desde los primeros ensayos y lo que decidimos es que fuera gradual, que no fuera de repente una cosa frívola. Esa evolución del personaje hacia la liberación tenía que notarse en lo gestual, en las ganas de vivir, pero no de golpe porque en la vida no pasa así. A mi no me paso así.
Y en la tercera, ¿a qué se enfrenta Omar? Pues vamos a ver la continuación de esa evolución. Si por algo se ha caracterizado es porque ha dejado de pensar en el otro. En esta temporada mas que nunca a va decidir su futuro. Se acaba el instituto, ve que la gente tira cada uno por su camino y él tiene que encontrar el suyo. Tiene que decidir su posición.
La relación entre Omar y Ander significa mucho para mucha gente, sobre todo en países en los que se ve Élite y donde no es tan fácil vivir abiertamente la homosexualidad. ¿Notáis una presión extra? Me da presión no por mi responsabilidad sino por lo que proyectan sobre mí. Yo interpreto a un personaje gay y yo soy gay y no tengo ningún tapujo en decirlo pero no me gusta la imposición respecto a la visibilidad. Siempre lo he dicho, uno decide cuando la da. Tengo que representar a un personaje dándole la mayor veracidad posible y sabemos que es importante para los espectadores. Pero la responsabilidad llega hasta cierto punto, somos humanos y a veces se nos exigen demasiadas cosas.
¿Quieres decir que no tienes la obligación de ser un modelo de conducta para nadie? Claro, ¡bastante tengo con ser un modelo para mi mismo! Que si de paso, siguiendo yo mi camino, puedo ser un modelo para alguien, estupendo. Pero desde luego no es mi intención. Y no me gusta que se me exija, igual que yo no se los he exigido a otros referentes que he tenido.
¿Quienes han sido tus referentes? Alaska, mi máxima ídola. Gracias a ella descubrí a otros, como Pedro Almodóvar, mi director favorito. En música también he conocido muchas cosas a través de ella.
¿En qué momento te diste cuenta de que elite te había cambiado la vida? Cuando se estrenó y se relajó todo un poco. Al principio llegar el rodaje y conocer a los compañeros era todo estímulo, estímulo, estímulo. Luego todo baja un poco y te dices: “Vamos a ordenar, a ver qué ha pasado”. Sería absurdo decir que sigo siendo el mismo porque no ha sido así. Es un cambio muy loco y tiene cosas buenas y malas, bonitas y feas, estas arriba y al día siguiente abajo. Tienes que aprender a gestionarlo.
Pasar por todo eso en grupo os habrá unido más. Claro, somos los que mas entendemos lo que nos esta pasando. Si no estás aquí dentro, no sabes muy bien lo que es. Entre nosotros nos hemos dado mucho apoyo, yo tengo una relacion muy estrecha con Mina, con Itzan, con Arón…
¿Qué te gustaría hacer después de Élite? Tengo muchas ganas de hacer cosas. Quiero hacer teatro, cine, escribir, dirigir…En la temporada anterior, durante la promo me harté de decir que quería rodar en Asturias con Fernando Franco y Marian Álvarez y sé que les llegó. Coincidí con ella y me dijo que se lo había comentado a Fernando.
Pues venga, pídete algo. Venga, va, pues Almodóvar. Llámame, Pedro.
Esta entrevista es un avance del gran reportaje sobre Élite que publicaremos en el próximo número de ICON, a la venta desde el sábado 4 de abril.
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