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¿Buscas un buen saco de dormir? Probamos tres modelos diferentes y elegimos el mejor

De montañismo, de temperaturas extremas o para dormir en albergues: estos tres sacos de dormir tienen características muy diferentes que te explicamos a continuación

Hacerte con un buen saco de dormir es fundamental para asegurarte un descanso idóneo allí donde vayas de vacaciones.Cortesía de Amazon

Si, pasado ya el ecuador del verano, aún no te has ido de vacaciones, puede que estés contando los días para ponerte por fin la mochila al hombro y disfrutar de un más que merecido descanso. ¿A dónde irás? Playa, montaña, campo... todo lo que no sea ciudad será sin duda bienvenido. Y es que estar en contacto con la naturaleza es parte de disfrutar de ese tiempo libre que tanto deseamos.

Eso sí, no tanto como para que amanezcamos en una tienda de campaña con frío o dolor de espalda y tengamos que preparar así el desayuno (eso sí, con un buen camping gas). Y es que, si no cuentas con un buen saco de dormir, puedes llegar a desear no haberte ido de vacaciones. Porque acampar, en el sitio que sea, sin un saco de dormir adecuado puede ser una pesadilla. Es por eso que hemos decidido probar tres distintos y decidir cuál es el mejor, para que en tus días libres solo te preocupes de una cosa: disfrutar.

¿Cuáles son los mejores sacos de dormir?

Esta es una pregunta complicada. La variedad de sacos de dormir es amplia y los hay para todo tipo de terreno, clima y preferencias. Lo cierto es que hay algunos para profesionales de la acampada y aventureros de los que pasan semanas en la naturaleza y los hay para quienes, como yo, van de vez en cuando de camping y quieren tener el mejor saco de dormir de calidad-precio posible.

Los sacos de dormir acolchados datan del siglo XIX (fueron creados por una compañía nórdica para satisfacer las necesidades de los montañistas), pero ya antes había versiones rudimentarias de estas mantas cerradas que evitan perder el calor y mantienen protegido el cuerpo en la intemperie.

Las diferencias entre sacos de dormir se centran en su capacidad para mantener el calor interior y aislar de los elementos. Hay dos modelos básicos: los de forma rectangular y los de forma de “momia” (mummy bags en inglés). Ambos (dependiendo de su fabricación y materiales) son perfectos para todo tipo de acampadas, pero en el caso de prever mucho frío (si vas a practicar montañismo, por ejemplo), los sacos de dormir de tipo momia pueden ser más adecuados: su forma más estrecha en los pies sirve para mantener el calor en esa zona del cuerpo, más sensible al frío, y tienden a no tener cremalleras que abran del todo el saco (es una zona sensible a la pérdida de calor).

Dicho todo esto, probamos tres sacos de dormir muy diferentes entre sí. Estas han sido nuestras conclusiones:

Saco de dormir de Bisinna

Por qué lo recomendamos: se trata de un saco de dormir acolchado, que viene en cuatro colores (azul, rojo, verde y amarillo), es amplio y mullido (está hecho de poliéster y relleno de algodón). Es impermeable, tiene una parte superior que se puede cerrar para mantener el calor e incluye una pequeña almohada extra. También se puede abrir por completo y utilizar como manta para más de una persona (es grande: 219 x 80 centímetros y pesa 1,8 kilos) o abrir solo la zona de los pies para controlar el calor.

Este saco tiene un práctico bolsillo interior para guardar el móvil, la cartera o cualquier otra cosa que quieras tener a mano y protegida. Para guardarlo tienes una bolsa compactadora con asa, para cargarlo con comodidad. Y no hay que preocuparse porque se ensucie, se puede meter en la lavadora.

Sus puntos débiles: está hecho para acampada de montaña y para cuando cuando hace fresco, así que nada de utlizarlo en verano, a menos que sea como “colchón”. Otro problema es que al ser tan grande y voluminoso, meterlo en su bolsa al abrirlo es un reto que termina por requerir más de una persona (estuve sola intentando guardarlo por lo menos 20 minutos sin éxito) y por esta misma razón, el tamaño, tiene un peso que tal vez no sea muy práctico en casos de excursiones largas.

Este saco de Bisinna se comercializa en cuatro colores y tiene muchas características prácticas.Cortesía de Amazon

Saco de dormir de Active Era

Por qué lo recomendamos: con una parte más estrecha en los pies (es un mummy bag), es un saco de dormir que te envuelve para que no pases frío. Protege del agua, es acolchado y aguanta hasta -10 grados de frío (este es otro que está hecho para bajas temperaturas). Tiene un tubo aislante alrededor de la cremallera (que se puede abrir tanto por dentro como por fuera) que evita los vientos fríos y un bolsillo para guardar todo lo importante.

El saco de Active Era es también repelente al agua y puedes cerrar la parte de arriba para protegerte del calor. Es más ligero que el anterior, a pesar de ser también acolchado y grande (200 x 80 centímetros y pesa 1,5 kilos), y resulta cómodo. Su bolsa tiene asas a modo de mochila para transportarlo con más facilidad.

Sus puntos débiles: pasa casi lo mismo que con el anterior saco que probamos. Al ser grande (aunque este es más ligero y más fácil de guardar) sigue teniendo un peso que agrega carga a alguien que vaya de excursión ya con una mochila voluminosa. La bolsa de compresión es un poco endeble, y da la sensación de poder romperse con el peso del saco tras varios usos.

Este saco es apto para todas las estaciones.Cortesía de Amazon

Sábana y saco de dormir de Fit Flip

Por qué lo recomendamos: en este caso no se trata de un saco de dormir como los anteriores, sino de un forro/sábana/saco ultraligero que puedes poner sobre tu esterilla. Con amplias dimensiones (220 x 90 centímetros), un peso de solo 310 gramos y 11 opciones de colores, es ideal para dormir en verano o protegerte de sacos sucios y de otras superficies (si eres mochilero y vas a un albergue, por ejemplo).

Se trata de una especie de sábana con cierres de velcro laterales y un compartimiento para almohada, que puedes llevar contigo como extra en tus acampadas o usar en casa para poner en el jardín, al ir a un picnic o a la playa. Es ultracompacto. Resulta muy práctico para llevar a cualquier parte y tener una superficie donde sentarse o acostarse, además se puede lavar en lavadora y al ser ultraligero se seca muy rápidamente.

Sus puntos débiles: como saco en sí mismo no funciona. Es una tela ligerísima, por lo que dormir solo sobre ella (sin otro tipo de amortiguación) es incómodo. Además, la funda (que compacta al máximo este saco) hace que sea bastante complicado poder meterlo de nuevo sin problemas. Y el compartimiento de la almohada, aunque práctico, tiene el inconveniente de que solo permite almohadas de un tamaño específico (y sabemos que si viajas por el mundo e incluso por España las almohadas varían en tamaño).

Este saco es ultraligero y solo pesa 310 gramos.Cortesía de Amazon

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*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 4 de agosto de 2024.

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