La tensión y las protestas marcan la visita de los Reyes a Cataluña
Ningún representante de la Generalitat acompaña a Felipe VI y Letizia a su llegada a Tarragona
Los reyes Felipe VI y doña Letizia visitaron este lunes el monasterio de Poblet, en Tarragona, durante un viaje relámpago a Cataluña que forma parte de la gira que realizan por distintas regiones españolas, tras levantarse el estado de alarma por la pandemia del coronavirus. Varios grupos de manifestantes, luciendo simbología independentista, trataron de boicotear la visita real y lograron sortear los filtros policiales y llegar hasta las puertas del monasterio, d...
Los reyes Felipe VI y doña Letizia visitaron este lunes el monasterio de Poblet, en Tarragona, durante un viaje relámpago a Cataluña que forma parte de la gira que realizan por distintas regiones españolas, tras levantarse el estado de alarma por la pandemia del coronavirus. Varios grupos de manifestantes, luciendo simbología independentista, trataron de boicotear la visita real y lograron sortear los filtros policiales y llegar hasta las puertas del monasterio, donde se vivieron momentos de tensión con los Mossos d’Esquadra y con un pequeño grupo de simpatizantes de la monarquía, que portaba banderas españolas y cantaba proclamas a favor de la dinastía borbónica. Mientras los Reyes estaban dentro del monasterio, los Mossos tuvieron que intervenir para evitar que los dos bandos de manifestantes se encontraran. Durante los altercados, los agentes detuvieron a un hombre de 30 años y vecino de Montblanc (Tarragona), acusado de un delito de robo con violencia, por sustraer la tableta electrónica con la que estaba trabajando un agente, y otro de desórdenes públicos.
La intervención policial ha abierto una nuevo disputa en el gobierno de la Generalitat. La portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha lamentado las directrices de Interior, en manos de Junts per Catalunya, y ha criticado la actuación policial en Poblet, informa Camilo S. Baquero. “Estamos cansados de ver a los Mossos pegando a independentistas”, ha dicho, y ha pedido que los operativos de la policía catalana se ajusten a la proporcionalidad. “Nosotros no tenemos Rey, somos republicanos”. La ANC, Òmnium y la CUP también criticaron la acción policial.
Según la agencia Efe, el presidente de la Generalitat Quim Torra ha exigido al máximo mando de los Mossos, el comisario Eduard Sallent, un “informe completo” de los hechos sucedidos en Poblet y de la actuación policial. El departamento de Interior ha informado que en todos los actos donde hay la presencia del Rey, “la dirección de todos los cuerpos policiales del dispositivo corresponde a los responsables de seguridad de la Casa Real”.
El anuncio de la visita real había levantado, en los últimos días, críticas de colectivos independentistas, e incluso Quim Torra había afeado a los monarcas el viaje, en un momento en que en varias zonas de Cataluña imperan restricciones a la movilidad. En un primer momento se había previsto que los Reyes pudieran visitar Barcelona, una posibilidad que más tarde se descartó y su estancia en Cataluña se tornó en fugaz. Los Reyes aterrizaron en el aeropuerto de Reus a media mañana, donde fueron recibidos por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y por la delegada del gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera. No les acompañó, sin embargo, ningún representante de la Generalitat.
Se trataba del primer viaje de los Reyes a Cataluña en ocho meses, ya que la última vez que se desplazaron a esta comunidad fue del 3 al 5 de noviembre del año pasado con motivo de la entrega en Barcelona de los premios Princesa de Girona 2019. Unos actos en los que estuvieron acompañados por sus hijas y en los que la princesa Leonor habló por vez primera en público en catalán.
Este lunes, a su llegada a Poblet, Felipe VI y la reina Letizia fueron atendidos por el abad Octavi Vilà y por el prior Rafel Barruè. Les guiaron durante una visita por el templo y por varias de sus dependencias privadas, como la cocina, la bodega o los antiguos dormitorios.
Tras la visita oficial, donde fueron fotografiados en el panteón real y en el claustro del templo, los Reyes se quedaron departiendo con una veintena de monjes que habitan en el monasterio. Mientras, fuera del recinto, los manifestantes gritaban proclamas independentistas y en contra de la monarquía. La llegada de los reyes al templo coincidió con los acordes de la canción popular italiana Bella Ciao, que retumbaba fuera de las murallas.
Los manifestantes habían llegado andando, atravesando los campos y los viñedos que rodean el conjunto religioso, para burlar la sucesión de controles policiales dispuestos por los Mossos d’Esquadra. Desde el pueblo de l’Espluga de Francolí hasta el monasterio hay unos dos kilómetros de carretera serpenteante y repleta de pintadas con lazos amarillos. Los Mossos habían blindado el tráfico, pero los senderos y los huertos sirvieron de atajo. Fuentes policiales cifraron en torno a las 500 las personas que se manifestaron cerca del monasterio. La marcha de los Reyes coincidió con una incipiente lluvia sobre Poblet, y los manifestantes que seguían congregados eran ya un grupo muy minoritario.
El conjunto monástico de Poblet está considerado uno de los más importantes de Europa y fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1991. Esta era la primera visita al monasterio de Felipe VI como monarca. En febrero de 2014, apenas cuatro meses antes de ser proclamado Rey, acudió a Poblet para cerrar una visita de cuatro días a Cataluña. Con anterioridad, en 1996, se había desplazado al santuario durante un viaje para acudir a las fiestas mayores de Montblanc, localidad cercana de la que ostentaba el título de duque. En 2017, el ayuntamiento aprobó por unanimidad retirarle la distinción.
En el marco de las protestas por la visita de Felipe VI y Letizia, también se ha producido un sabotaje a primera hora de la mañana en las vías del AVE en Girona. Renfe calcula que el coste de las acciones, mediante la quema de neumáticos en un tramo de vías, afectará este lunes a 2.000 viajeros si la avería se mantiene todo el día. El fuego ha provocado daños en la catenaria y en las instalaciones de fibra óptica situadas entre la capital gerundense y la ampurdanesa (Figueres), lo que ha llevado a interrumpir la circulación. Junto a los neumáticos han aparecido símbolos antimonárquicos.