Las llamas devoran 8.000 hectáreas en Ourense y llegan a núcleos de población
Once incendios acosan la provincia y se ceban en los parques naturales de O Xurés y O Invernadoiro
Los incendios no han dado tregua a la provincia de Ourense durante los últimos dos días. Las altas temperaturas y el azote del viento desbordaron a los servicios de extinción que se emplearon en sofocar 13 fuegos registrados en 11 municipios. A última hora de este lunes, el balance era de en torno a 8.000 hectáreas quemadas, más de 4.000 de ellas en zonas protegidas. En algunos municipios el fuego destruyó además viviendas. Desesperados, los vecinos miran al cielo a la espera de que la lluvia ponga fin al drama.
El municipio de Cualedro, que hace poco más de un mes soportó el mayor ince...
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Los incendios no han dado tregua a la provincia de Ourense durante los últimos dos días. Las altas temperaturas y el azote del viento desbordaron a los servicios de extinción que se emplearon en sofocar 13 fuegos registrados en 11 municipios. A última hora de este lunes, el balance era de en torno a 8.000 hectáreas quemadas, más de 4.000 de ellas en zonas protegidas. En algunos municipios el fuego destruyó además viviendas. Desesperados, los vecinos miran al cielo a la espera de que la lluvia ponga fin al drama.
El municipio de Cualedro, que hace poco más de un mes soportó el mayor incendio de Galicia desde 2017, se ha llevado una de las peores partes. El fuego volvió sobre sus pasos y asoló cerca de 2.000 hectáreas devorando en su camino viviendas, cobertizos y material agrícola. El alcalde, Luciano Cuquejo, instó a los vecinos a que no salieran de sus casas durante la noche para evitar respirar el intenso humo que cubría el municipio. La Consellería de Medio Rural aseguró que había concentrado ahí todos los medios.
Esa misma humareda, y la proximidad a las llamas, obligó a cortar al tráfico un carril de la A-52. Mientras los servicios de extinción intentaban sofocar ese incendio, un nuevo foco cercó el ayuntamiento por otra parte. Mientras tanto, otros fuegos se hacían fuertes en zonas de especial protección medioambiental. En Lobios, municipio incluido en el Parque Natural del Xurés, declarado Reserva de la Biosfera, las llamas calcinaron más de 2.000 hectáreas. La alcaldesa, María del Carmen Yáñez, asegura que el daño medioambiental es “incalculable”. A esa cifra hay que sumar las de otro incendio iniciado ayer por la tarde en el municipio de Muíños, integrado en la misma zona protegida. Otras 2.000 hectáreas asoló el fuego en el ayuntamiento de Vilariño de Vonso, en el Parque Natural de O Invernadoiro, perteneciente al Macizo Central ourensano.
Además de estos, continuaban esta tarde activos ocho más en los municipios de Vilar de Barrio (con 700 hectáreas calcinadas y en el que dos brigadistas resultaron heridos, uno de ellos con quemaduras de segundo grado), Rairiz de Veiga (con más de 260 hectáreas arrasadas), Chandrexa de Queixa (con 400 hectáreas afectadas), A Gudiña (con 150 hectáreas), Manzaneda (con 100) y Vilardevós, Laza y Ribas de Sil, con 80, 60 y 20 hectáreas calcinadas, respectivamente.
PSOE y BNG reaccionaron a esta nueva oleada de incendios destacando como causa principal la “falta de políticas preventivas”. No obstante, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, la achaca solo a los pirómanos. “La intencionalidad de los incendios en Galicia ya es un clásico”, afirmó este lunes expresando su esperanza en que, pese a la gravedad de esta oleada, se pueda cerrar la temporada con unos datos que, asegura, hasta el momento estaban siendo positivos