Pedro Sánchez logra un estado de alarma de seis meses por amplia mayoría
El presidente del Gobierno acepta a cambio comparecer en el Congreso cada 60 días para reeditar la alianza con sus socios
El Gobierno sacará este jueves adelante con un muy amplio apoyo parlamentario la prórroga del tercer estado de alarma decretado desde que estalló la pandemia, en este caso para los próximos seis meses. El PSOE priorizó al final en la negociación a ERC y cedió que el presidente, Pedro Sánchez, tenga que acudir cada dos meses a las Cortes para explicar la evolución de la pandemia, una concesión reclamada de forma casi unánime por l...
El Gobierno sacará este jueves adelante con un muy amplio apoyo parlamentario la prórroga del tercer estado de alarma decretado desde que estalló la pandemia, en este caso para los próximos seis meses. El PSOE priorizó al final en la negociación a ERC y cedió que el presidente, Pedro Sánchez, tenga que acudir cada dos meses a las Cortes para explicar la evolución de la pandemia, una concesión reclamada de forma casi unánime por los demás partidos. Sánchez no defenderá hoy las tesis del Gobierno en el debate; lo hará su ministro de Sanidad, Salvador Illa. El PP se abstendrá, pero llevará el formato de seis meses al Consejo de Europa.
El decreto de alarma aprobado el pasado domingo en un Consejo de Ministros extraordinario persigue conceder al Ejecutivo y a las comunidades autónomas una cobertura jurídica para actuar durante un plazo largo de tiempo contra el coronavirus sin el estorbo de tener que someterse a complicados exámenes políticos quincenales en el Parlamento o a reveses judiciales. Durante el primer estado de alarma, entre el 14 de marzo y el 21 de junio, el Gobierno experimentó enormes dificultades para obtener del Congreso las prórrogas quincenales, en especial las últimas.
El decreto de alarma que se debatirá este jueves —en plena segunda ola de la pandemia con altos niveles de fallecimientos y contagios— contempla una duración de seis meses para esta situación excepcional prevista en el artículo 116 de la Constitución. Y será ratificado por una muy amplia mayoría de la Cámara pese a los reparos iniciales de formaciones en la derecha, el centro, la izquierda y los nacionalistas. Los partidos recelaban de las primeras intenciones del Ejecutivo de no someterse a ningún tipo de reválida hasta el 9 de mayo.
El PSOE, sin embargo, abandonó este miércoles esa postura de máximos y realizó algunas concesiones para sumar apoyos. La portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, se reunió en la tarde del martes con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, y pactaron que el jefe del Ejecutivo acuda a la Cámara cada dos meses a reportar los datos y gestiones realizadas, y que haga lo mismo, pero cada mes, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ante su comisión. Illa ya lleva haciendo eso casi cada semana o cada 15 días desde el inicio de la pandemia. En la resolución que enmienda el texto del Gobierno, y que será aceptada, ERC proponía que dentro de cuatro meses una Conferencia de Presidentes Autonómicos pueda reclamar al Gobierno que levante la alarma, previo acuerdo del Consejo Interterritorial de Sanidad, si los indicadores sobre la covid-19 evolucionan favorablemente.
Esa medida fue justamente la que el presidente Sánchez le ofreció al líder de la oposición, Pablo Casado, el miércoles a primera hora, durante la sesión de control al Ejecutivo. Sánchez pidió al dirigente conservador que deje de cometer “error tras error” y se avenga a dialogar y trabajar en la lucha contra el virus. El líder socialista lamentó incluso que el PP se haya entregado a descalificar una herramienta como el estado de alarma como propia de una “dictadura constitucional”, algo que, para el presidente, es “un imposible”.
Casado no le compró la oferta al presidente y la denigró a la categoría de “cacicada” por desviar su responsabilidad a las autonomías. El dirigente popular insistió en defender un estado de alarma de solo ocho semanas (para salvar los próximos tres puentes y la campaña de Navidad) y que se aproveche ese tiempo para reformar la legislación ordinaria. Los populares denunciaron también que Sánchez no defienda hoy en el Congreso al Gobierno, aunque el presidente acudirá al comienzo de la sesión unos minutos para luego marcharse a preparar un Consejo Europeo. El PP se abstendrá en la votación y recurrirá el formato de seis meses en Europa.
El decreto de alarma y su prórroga hasta el 9 de mayo prosperarán, y en el Ejecutivo vaticinaban ayer que con una muy amplia mayoría. El gran escollo para muchos de los socios habituales era la ausencia de un debate periódico en el Congreso y esa carencia se solventó. Algunos partidos, como Ciudadanos, Más País o Compromís, plantearon que esas comparecencias del presidente tendrían que ser mensuales y solicitarán hoy una votación al respecto, pero ello no impedirá que voten a favor al estado de alarma.
Más de 190 síes
Si las previsiones del Gobierno se cumplen, la prórroga por seis meses será ratificada por más de 190 votos, los que podrían sumar a los 155 escaños del PSOE y Unidas Podemos, los 13 de ERC, 10 de Ciudadanos, seis del PNV, cinco de EH Bildu, tres de Más País y Compromís y los cuatro diputados del PDeCat que ya avanzaron que se desmarcarían de las posiciones más críticas de Junts per Catalunya. A esas adhesiones se podrían agregar algunos partidos pequeños del Grupo Mixto o del Grupo Plural, como el BNG, Teruel Existe, el Partido Regionalista de Cantabria o Nueva Canarias.
El PP volvió a la estrategia del escondite que tan buenos resultados le dio la semana pasada en la moción de censura de Vox y no revelará hasta hoy el sentido de su voto. En el partido hay defensores de las tres opciones pero con más probabilidades de decantarse finalmente por la abstención. El único partido que ha adelantado públicamente que votará no volverá a ser Vox.