Casado dice que el estado de alarma de seis meses es un “atropello legal”
Solo Vox y el único diputado de Foro Asturias votan en contra de la propuesta del Gobierno
El Gobierno ha pedido este jueves al Congreso de los Diputados un “respaldo abrumador” a la solicitud de prórroga del estado de alarma hasta el 9 de mayo, pero el primer partido de la oposición no está dispuesto a seguir el llamamiento. El líder del PP, Pablo Casado, ha confirmado que su grupo optará por una “abstención crítica”, ya que no quiere “ni poner en riesgo las garantías sanitarias” ni tampoco “avalar el atropello legal” de un estado de alarma ...
El Gobierno ha pedido este jueves al Congreso de los Diputados un “respaldo abrumador” a la solicitud de prórroga del estado de alarma hasta el 9 de mayo, pero el primer partido de la oposición no está dispuesto a seguir el llamamiento. El líder del PP, Pablo Casado, ha confirmado que su grupo optará por una “abstención crítica”, ya que no quiere “ni poner en riesgo las garantías sanitarias” ni tampoco “avalar el atropello legal” de un estado de alarma tan prolongado. Solo Vox y el único diputado de Foro Asturias han votado en contra de la propuesta del Gobierno, que ha obtenido 194 votos favorables. El Congreso ha aceptado además las propuestas de ERC y PNV que comprometen al presidente del Gobierno a dar explicaciones cada dos meses ante la Cámara y a revisar en cuatro la situación de excepcionalidad legal. El Ejecutivo y sus aliados han derrotado, sin embargo, las enmiendas del PP, que pedía rebajar a dos meses el plazo del estado de alarma.
Pese a las peticiones de varios partidos de la oposición, ha sido el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y no el presidente del Gobierno, quien ha comparecido para pedir el respaldo de la Cámara a las medidas excepcionales. Sánchez ha estado brevemente, antes de comenzar la sesión, en el hemiciclo, donde ha charlado con Illa y luego se ha retirado. Esa ausencia ha provocado duras críticas no solo del PP y o del líder de Vox, Santiago Abascal, quien ha tildado al presidente del Gobierno de “tirano en prácticas”, sino de casi todos los portavoces políticos, incluidos aliados habituales del Gobierno como Gabriel Rufián de ERC o Íñigo Errejón, de Más País, además de Inés Arrimadas, de Ciudadanos, que apoya el estado de alarma. Para Arrimadas, la actitud del presidente es una “vergüenza democrática”.
Illa ha hecho una detallada exposición de la evolución de la pandemia desde marzo y de las medidas tomadas por su Ejecutivo. Ha subrayado que “el escenario es muy preocupante” porque el país se encuentra “en plena segunda ola” y la incidencia de la covid-19, unida a las infecciones respiratorias estacionales, están aumentando la “presión hospitalaria”. El ministro ha defendido que el largo periodo del estado de alarma obedece a las recomendaciones científicas y de la OMS, que piden “tiempo suficiente para implementar las medidas” y al hecho de que la posible eficacia de las vacunas en estudio aún tardará “meses” en poder comprobarse.
El ministro se ha dirigido expresamente al primer partido de la oposición para pedirle su apoyo. Ha argumentado que son las medidas “que están tomando la mayoría de los Gobiernos y que están apoyando sus oposiciones con sentido de Estado”. “Mandemos la señal a los españoles de que estamos dejando de lado las disputas partidistas”, ha rogado el ministro. Illa ha pedido al PP que no se deje arrastrar por la política de “confrontación de Vox”. “Deben elegir si son un partido de Estado o están con la ultraderecha”. El ministro ha insistido también en que el plazo de seis meses “no es inamovible” y que está previsto que el Consejo Interterritorial de Salud, que reúne a los responsables autonómicos, lo revise a los cuatro meses.
El llamamiento del Gobierno no ha sido atendido por Casado, que ha explicado que no puede dar su aval a una política caracterizada por “la imprevisión, la incompetencia y los engaños”. Y ha comparado la “envidia” que le producen las respuestas de líderes como Angela Merkel y Emmanuel Macron, que “lideran la respuesta” a la emergencia, frente a un Sánchez que “no da la cara” y “se parapeta en las comunidades autónomas”. El presidente del PP ha criticado la ausencia de Sánchez e incluso ha dicho que no tenía previsto intervenir, pero que ha “improvisado” tras ver que el jefe del Gabinete no comparecía.
Casado ha responsabilizado al Ejecutivo de las “peores cifras de los países de nuestro entorno” y de no reforzar ni la atención primaria ni los equipos de rastreadores. El líder del PP ha contrapuesto la actuación del Gobierno a las de las comunidades autónomas, a las que ha felicitado “a todas, no solo a las del PP”.
El líder popular ha recordado que el Ejecutivo no ha atendido su propuesta “sensata” de reducir a dos meses el periodo del estado de alarma, entre otras cosas, para “intentar salvar la Navidad”. Y ha dicho que no se opondrá para no privar a las comunidades autónomas de una “herramienta jurídica”, pero que tampoco va a apoyar a un Gobierno al que responsabiliza de haber creado una “caótica situación” y de esquivar “el control parlamentario y el control judicial”.
En su réplica, el ministro de Sanidad ha afeado al líder del PP que no esgrima “argumentos sanitarios”. “Mi único adversario es el virus; el suyo, al parecer, es el Gobierno”, ha criticado Illa, quien ha concluido que el dirigente popular, con su actitud en este caso, “ha estropeado en una semana” el rédito obtenido durante el debate de la moción de censura de Vox. Casado le ha respondido pidiendo la dimisión del ministro.
Santiago Abascal ha confirmado el voto negativo de Vox, con la ristra de descalificaciones habitual en su formación. “Ustedes no son un Gobierno, son una distopía”, ha sentenciado el líder de la extrema derecha, para quien el estado de alarma es, además de una “puñetera locura” ―citando a Felipe González― un “estado de excepción encubierto”. Las críticas al Ejecutivo no han impedido que Vox haya vuelto a dirigir también sus dardos al PP. Abascal ha definido a Casado como “líder de la servil oposición”. Y ante las protestas que sus frases han suscitado en los escaños populares, les ha reconvenido: “No hay ningún grupo que interrumpa con tanta intensidad ni que se comporte de forma menos educada”.
El Gobierno no tendrá problemas para sacar adelante la propuesta tras pactar con algunos de sus aliados habituales, como ERC. Con todo, su portavoz, Gabriel Rufián, ha calificado este instrumento jurídico de “reaccionario y excepcional” y ha destacado que gracias a la presión de su grupo, Sánchez ha accedido a dar cuentas a la Cámara cada dos meses. Rufián ha tenido ácidas críticas tanto para la derecha —“ya vale de esta lucha miserable de echarnos los muertos a la cabeza”― como al Gobierno, al que ha reprochado mantener una actitud que ha definido así: “Ustedes se presentan como 'somos lo que hay dentro de lo malo”.
Arrimadas ha deplorado que persista la “bronca política” mientras “17.000 familias españolas están con miedo porque sus familiares han caído enfermos”. La líder de Ciudadanos ha recordado que ella misma solicitó el estado de alarma “cuando era tabú” y ha dicho que lo apoyará para aportar “un granito de cordura”. Eso no ha impedido algunas críticas contundentes al Gobierno y a Sánchez por su “silla vacía”. “Ustedes siempre van tarde y a remolque”, ha manifestado, además de advertir que, ante el empeoramiento de la situación, el actual estado de alarma “se va a quedar viejo y van a tener que venir aquí en una semana a pedir medidas más contundentes”.