Juan Marín gana el pulso en Ciudadanos Andalucía y cambia el grupo parlamentario

El vicepresidente andaluz, apoyado por Arrimadas, se afianza como candidato a la Junta

El vicepresidente del Gobierno andaluz, Juan Marín (izquierda), y el entonces portavoz del grupo parlamentario de Ciudadanos, Sergio Romero, en el Parlamento de Andalucía en Sevilla, el pasado octubre.Julio Muñoz (EFE)

La crisis en el grupo de Ciudadanos en el Parlamento andaluz se ha saldado con la victoria del coordinador regional y vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín. En el último pleno del actual periodo de sesiones, Marín ha cambiado de sopetón a la dirección del grupo que desde el inicio de la legislatura vive en una situación permanente de zozobra y división. ...

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La crisis en el grupo de Ciudadanos en el Parlamento andaluz se ha saldado con la victoria del coordinador regional y vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín. En el último pleno del actual periodo de sesiones, Marín ha cambiado de sopetón a la dirección del grupo que desde el inicio de la legislatura vive en una situación permanente de zozobra y división. El portavoz del grupo, Sergio Romero, abandona esta responsabilidad y ocupará un puesto en la Mesa de la Cámara como vicepresidente tercero. También prescinde del portavoz adjunto, Fran Carrillo, quien, según fuentes próximas, considera su salida como “una purga”.

Los 21 diputados de Ciudadanos en la Cámara andaluza conviven a duras penas desde hace ya muchos meses. Marín acariciaba desde hace tiempo la idea de cambiar a Romero como portavoz, pero nunca hasta ahora había tenido el visto bueno de la dirección nacional. La luz verde se ha producido a las puertas de las vacaciones parlamentarias y en un momento muy delicado en Ciudadanos donde hace meses que se llevan produciendo bajas y fugas de cargos públicos del partido liberal.

Romero pasará a ocupar un puesto en la Mesa como vicepresidente tercero, cargo que dejará Julio Díaz, uno de los sostenes más fieles al vicepresidente andaluz y que asumirá ahora la secretaría del grupo. La portavocía la llevará la diputada por Málaga Teresa Pardo. El hasta ahora portavoz dijo que su relevo está acordado con la dirección nacional de Cs desde hace cuatro meses: “Me voy yo, no me echa nadie”.

Por el contrario, para Carrillo su salida como portavoz adjunto, que le comunicó el miércoles Juan Marín, se debe a su posición crítica con las decisiones erráticas de las direcciones nacional y andaluza que, en su opinión, conducen al partido liberal hacia la irrelevancia, según fuentes próximas al político. Carrillo ha calificado su relevo como “una purga” ante algunos de sus compañeros de grupo. Por el momento, Carrillo, que fue senador por la comunidad autónoma durante tres legislaturas, no planea pasar a ser diputado no adscrito, situación en la que ya se encuentran 12 diputados del Parlamento autónomo.

La crisis del grupo fue sometida a votación en la tarde de este jueves. Solo tres diputados no la ratificaron, mientras que el resto apoyó la propuesta, incluido el propio Carrillo. Marín contó que la remodelación se produce por el deseo del portavoz de dejar su responsabilidad. Ambos comparecieron juntos por primera vez en lo que va de legislatura para trasmitir “normalidad”.

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Los cambios en el grupo parlamentario afianzan la posición interna de Juan Marín en su carrera por ser de nuevo candidato a la presidencia de la Junta. El también vicepresidente andaluz lleva semanas con una doble agenda por todas las provincias andaluzas donde combina su cargo institucional y el orgánico como coordinador de Cs Andalucía. Intenta recabar apoyos cuando se convoquen las primarias a la presidencia de la Junta, nominación a la que también aspira la consejera de Igualdad y diputada por Huelva, Rocío Ruiz.

Marín ha jugado bien sus cartas con la dirección nacional que lidera Inés Arrimadas. Tras los malos resultados electorales de Ciudadanos en Cataluña, en la Comunidad de Madrid y la frustrada moción de censura en la Región de Murcia, el vicepresidente andaluz combinó su apoyo a Arrimadas con la petición de cambios internos de los que él se ha beneficiado tras estos fiascos. Ahora forma parte de la dirección permanente de Cs. Arrimadas, en su última visita a Sevilla, defendió acabar con las disputas internas y de alguna manera apostó por unas primarias pacíficas ante el cúmulo de problemas que se le amontonan por todos los rincones del país.

El último fue la crisis con el PP en el Ayuntamiento de Granada, que saldó con la pérdida por parte de Cs de la única capital de España que gobernaban. La falta de entendimiento con los populares acabó dando la alcaldía al PSOE, en un acuerdo en el que participaron el exalcalde Luis Salvador y otro concejal. Esta operación generó dudas sobre si desde la dirección regional de Cs estaban abonando el terreno para un entendimiento futuro con el PSOE andaluz pilotado ahora por Juan Espadas.

Tanto los dirigentes del PP como de Ciudadanos insisten en que la situación convulsa del partido liberal no afecta a su relación en el Gobierno andaluz de coalición, en el que no ha habido hasta el momento ningún amago de ruptura. PP con 26 escaños y Ciudadanos con 21 gobiernan la comunidad más poblada de España con el apoyo externo de los 11 diputados de Vox. Los tres juntos suman 58 escaños, tres más de la mayoría absoluta (55). El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, volvió a insistir el miércoles pasado en que agotará la legislatura, que acaba en diciembre de 2022.

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