Los presidentes se aplauden a sí mismos y a la España de las autonomías
Pedro Sánchez ofrece respuestas preparadas para las cuestiones de las vacunas, la financiación y el reparto de los fondos europeos
La 18ª Conferencia de Presidentes de la era covid, —la 24ª desde que nació este foro, en 2004—, celebrada este viernes en Salamanca, ha dejado una aureola de autosatisfacción en los jefes de gobierno de la España autonómica. Cada presidente expresó sus demandas, sus experiencias, sus carencias, sus preocupaciones... Lo hicieron en un clima cordial, como señala una mayoría de mandatarios, aunque a la...
La 18ª Conferencia de Presidentes de la era covid, —la 24ª desde que nació este foro, en 2004—, celebrada este viernes en Salamanca, ha dejado una aureola de autosatisfacción en los jefes de gobierno de la España autonómica. Cada presidente expresó sus demandas, sus experiencias, sus carencias, sus preocupaciones... Lo hicieron en un clima cordial, como señala una mayoría de mandatarios, aunque a la entrada y a la salida del encuentro los del PP —con desigual intensidad— se colocaran el sombrero con los colores de su partido. “Dentro de la reunión, todos fuimos presidentes y nuestra preocupación son nuestros ciudadanos; fuera de la reunión, los del PP son del PP, y nosotros no vamos a criticar al presidente del Gobierno. Además, sería injusto”. Esta impresión de un presidente socialista, que pretende ser descriptiva, es compartida por algunos de sus compañeros. La presidenta de Madrid, crítica, se desmarcó del resto: “Yo digo lo mismo dentro que fuera”, exhibió Isabel Díaz Ayuso.
Cierto es que la presidenta madrileña escuchó el reproche, más o menos directo, de homólogos de otras comunidades que se ven incapaces de bajar impuestos y mantener al mismo tiempo servicios sociales de calidad para los ciudadanos de sus territorios. Nada que ver tienen las necesidades de la España dispersa y despoblada con los territorios que sufren el problema de albergar una ingente cantidad de población. La receta de Ayuso para sus colegas presidentes fue que bajen impuestos y el retorno que ella creyó recibir fue de victimismo y de ataques a Madrid.
¿Para qué ha servido esta conferencia con tres líneas argumentales —vacunas, fondos europeos y financiación autonómica— pasadas por escrito pero sin mayor preparación? Para todas hubo alguna respuesta que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tenía preparada. Más vacunas, adelanto a cuenta de la financiación del año próximo y las características de la recepción de los fondos europeos.
“Ha sido mucho mejor de lo que aventuraban las vísperas”, señala un presidente socialista. Los interlocutores del PP consultados hacen abstracción de las críticas, que van a seguir dirigiendo al Gobierno central, y se vuelven a casa si no contentos sí con una idea más ajustada y realista de las condiciones y cauces para recibir el dinero de Europa. Cada cual narró para el resto su acción en todos los campos para atajar los estragos de la covid. Con orgullo. “Si cada uno de nosotros lo hemos hecho bien, la conclusión será que España lo ha hecho bien”, extrae el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page. Falta una legislación de pandemias que habrá que poner en marcha cuando pase la quinta ola, pidieron todos a Pedro Sánchez, a sabiendas de que ese fue un compromiso incumplido.
El presidente cerró con palabras contemporizadoras y promesas de escuchar y acordar. El último eco que se oyó en el convento de San Esteban fue el de un aplauso cerrado de todos los asistentes. Se aplaudieron a sí mismos como autorreconocimiento individual y colectivo al Estado autonómico, en el año más difícil de su vida de gobernantes