El vicepresidente andaluz culpa al PP de Casado de maniobrar para adelantar las elecciones
Génova y el Gobierno andaluz no dan crédito a la versión de Ciudadanos
En casi tres años de Gobierno andaluz de coalición de PP y Ciudadanos nunca ha habido tanto ruido como ahora. La intervención a puerta cerrada del vicepresidente andaluz, Juan Marín, ante su grupo parlamentario en la que califica de “estupidez” aprobar el Presupuesto de 2022 en año electoral no solo ha reventado la negociación que el Ejecutivo mantenía con el PSOE y Vox. La desconfianza entre los 21 diputados autonómicos de Cs se...
En casi tres años de Gobierno andaluz de coalición de PP y Ciudadanos nunca ha habido tanto ruido como ahora. La intervención a puerta cerrada del vicepresidente andaluz, Juan Marín, ante su grupo parlamentario en la que califica de “estupidez” aprobar el Presupuesto de 2022 en año electoral no solo ha reventado la negociación que el Ejecutivo mantenía con el PSOE y Vox. La desconfianza entre los 21 diputados autonómicos de Cs se ha disparado y las dudas sobre la duración de la legislatura van a más. Marín cree ver un intento de desestabilización para precipitar la convocatoria electoral por parte de la dirección nacional del PP y del ex secretario de Organización de Cs, Fran Hervías, quien desde marzo trabaja a las órdenes del secretario general popular, Teodoro García Egea.
En declaraciones en Onda Cero, Marín ha asegurado no tener “la menor duda” de que Hervías ha sido el responsable de filtrar su polémica intervención ante el grupo parlamentario. “Hay una mano muy clara detrás de todo esto: nuestro ex secretario de Organización”, ha dicho. Según el vicepresidente andaluz, “podría interpretarse que es una maniobra del PP para forzar un adelanto electoral en Andalucía” porque es “público y notorio la OPA de Teodoro García Egea sobre Ciudadanos y las maniobras del señor Hervías para tratar de aniquilar a Ciudadanos en Andalucía”. Fuentes próximas al ex dirigente de Cs descartaron “entrar en un juego de falsedades para tapar la gravedad” de las afirmaciones de Marín “contra el Gobierno de la Junta”.
Ni Génova ni el PP andaluz dan crédito a la versión de Marín. En la primavera pasada, la dirección de Pablo Casado sí estaba apretando para el anticipo electoral en Andalucía, después de la victoria de Isabel Diaz Ayuso en la Comunidad de Madrid. Creían entonces que un triunfo de Juan Manuel Moreno, como el que apuntan las encuestas, traería viento de cola para los intereses nacionales.
La situación ahora es muy diferente: lo más urgente en el PP es cerrar la crisis con Díaz Ayuso y taponar una división interna que empieza a ser castigada por el electorado, como refleja la encuesta del CIS de este miércoles, en el que el PP desciende en 1,2 puntos en estimación de voto respecto al último sondeo.
La dirección nacional del PP niega estar detrás de la filtración del audio de Marín y asegura que le es indiferente a estas alturas la fecha de las elecciones andaluzas, informa Elsa García de Blas. Fuentes de la cúpula subrayan que a Casado no le cambia nada si los comicios son en marzo, en agosto o en noviembre, y que lo único que le interesa a la dirección es que le vaya muy bien a Moreno y revalide la Junta, porque eso hará que le vaya bien al líder del PP. En Génova enfatizan también que el problema lo tiene Marín por haber hecho esas afirmaciones, y debe hacerse responsable de ellas sin descargar culpas en el PP. “El problema es suyo”, insisten fuentes al máximo nivel de la dirección del PP.
El Gobierno andaluz pretende ahora hacer ver que lo de Marín no tiene relevancia política y que solo es un traspié fruto de la división interna en el grupo parlamentario de Cs. “Es la guerra de Ciudadanos. Hay diputados que fueron defenestrados, que graban y filtran”, aseguran fuentes del Gobierno. La consigna es trasmitir que el Ejecutivo goza de estabilidad, trasladar normalidad y espantar la polémica generada por las palabras del vicepresidente andaluz con un manotazo al aire, como si fuera una pesada mosca sin importancia. No obstante, hay dirigentes del PP que no comparten esta despreocupación y que creen que va a ser muy difícil agotar la legislatura, como públicamente sostiene Moreno que hará, con un grupo de 21 diputados de Ciudadanos en descomposición.
Estos dirigentes tachan de “desleal” a Marín. Y no porque considerara una “estupidez” aprobar un Presupuesto en año electoral, sino porque en esa intervención en el mes de junio el vicepresidente de la Junta ordena a su grupo frenar el proyecto legislativo estrella del PP, la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA). “Nos interesa que se apruebe lo más tarde posible”, dice Marín con la intención de cortocircuitar un posible adelanto electoral. Para el PP esa norma, que verá la luz la semana próxima con el visto bueno de los partidos del Gobierno, Vox y PSOE, es su principal logro legislativo, junto con la bajada de impuestos.
En el grupo parlamentario de Ciudadanos no ocultan que el ambiente interno registra altas dosis de “toxicidad”. Desde el inicio de la legislatura, el grupo —en el que algunos aún mantienen buena comunicación con Hervías— está dividido entre los partidarios y detractores de Juan Marín, que mantiene su idea de presentarse a las primarias para ser elegido candidato de la Junta. Marín ha protagonizado no pocos choques con la consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, a la que pretendió sin éxito quitar del Gobierno. La desconfianza entre los diputados es extrema, hasta el punto de que en una reunión el secretario del grupo pidió a los diputados que metiera en una bolsa sus teléfonos móviles. Ahora todos buscan al autor de la grabación y no son pocos los que señalan al diputado por Córdoba Fran Carrillo, al que Marín relevó de la dirección del grupo junto con el portavoz, Sergio Romero. “Mis diferencias con Marín son evidentes, pero considero abyecto, despreciable y miserable la grabación dentro del grupo”, afirmó Carrillo a este periódico.
Frente al mensaje del Gobierno andaluz de que existe la normalidad más absoluta y de que es posible continuar la legislatura con unos Presupuestos prorrogados, Vox, su hasta ahora socio parlamentario, registró este miércoles una enmienda a la totalidad al proyecto de ley, que llevaba elaborada desde el día 4, un día después de que el Presupuesto entrara en el Parlamento. Su portavoz, Manuel Gavira, aseguró que no la retirará como hicieron en otras ocasiones y abogó por la convocatoria anticipada de elecciones porque el Gobierno andaluz es “frágil e inestable”. Vox tiene muy perfilado el mensaje que utilizará en la campaña: el PP no cumple lo que pacto y gestiona “la herencia socialista”.
El PSOE ha visto en las declaraciones de Marín una oportunidad para arremeter contra el presidente andaluz. Los socialistas pedirán la comparecencia de Moreno en el Parlamento y le hacen corresponsable de las palabras pronunciadas por Marín, afirmó el secretario general del PSOE, Juan Espadas. “Es vergonzoso que todo un Gobierno lleve dos meses diciendo que negocia un presupuesto para los andaluces y que eso sea absolutamente falso”, afirmó.