El líder carismático

Yolanda Díaz se impone en la encuesta de 40dB. como política transformadora y Feijóo, como conciliador

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, el 17 de septiembre de 2021 en Santiago de CompostelaÁlvaro Ballesteros (Europa Press)

Las próximas elecciones generales, previstas para el próximo año, se celebrarán con solo dos de los cinco principales líderes políticos que compitieron en los comicios de 2019, otra señal de que vivimos tiempos políticos que transcurren a toda velocidad. Pedro Sánchez y Santiago Abascal repiten, pero no lo hacen ni Pablo Iglesias ni ...

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Las próximas elecciones generales, previstas para el próximo año, se celebrarán con solo dos de los cinco principales líderes políticos que compitieron en los comicios de 2019, otra señal de que vivimos tiempos políticos que transcurren a toda velocidad. Pedro Sánchez y Santiago Abascal repiten, pero no lo hacen ni Pablo Iglesias ni Pablo Casado ni Albert Rivera. Desde entonces, han entrado dos nuevos líderes: Yolanda Díaz y Alberto Núñez Feijóo. En este barómetro de mayo hemos querido conocer las opiniones de los ciudadanos sobre los cuatro líderes que protagonizarán la política nacional hasta 2023.

Son muchas las cualidades por las que hemos preguntado; también los defectos. Hemos querido conocer cómo se percibe a estos líderes en cuanto profesionales de la política, pero también con qué rasgos personales se les identifica. A primera vista, los resultados del estudio pueden llevarnos al engaño: los entrevistados, obligados a elegir un líder para cada atributo (hemos querido evitar que no señalasen a ninguno o ninguna), reparten la partida entre Díaz y Feijóo: a grandes rasgos, ella sería la líder buena (honrada, buena persona, a la que confiaríamos un secreto, etcétera) y él, el líder capaz (preparado, inteligente, etcétera). Más allá de esta caracterización en la que ella conecta con lo emocional y él con lo racional, Yolanda Díaz se impone también como líder transformadora (es la que mejor representa la capacidad de cambio), mientras que Feijóo lo hace como líder conciliador, cualidad relevante en tiempos de polarización. Frente a ellos, Abascal se erige como el líder malo: intransigente, soberbio, autoritario y frívolo. Solo se le reconocen dos atributos positivos: valentía y determinación.

¿Qué sucede con Pedro Sánchez? ¿Quiénes lo prefieren y por qué? El presidente del Gobierno destaca en dos dimensiones peculiares, una menor y otra muy relevante. Por un lado, los ciudadanos señalan una característica poco habitual entre los políticos de nuestro país: domina varias lenguas, es políglota. Por otro, se le reconoce carisma. El carisma es un concepto escurridizo, que el gran sociólogo alemán Max Weber trató de analizar. Frente a la autoridad legal y a la tradicional, la carismática se asocia a la persona. Así, el líder carismático posee cualidades únicas, que le distinguen claramente del ciudadano común. Conecta con el pueblo, identifica sus preocupaciones y las transforma en un proyecto político, mostrando una especie de don natural para dirigir los asuntos públicos.

Estos atributos de Sánchez, que lo hacen bastante único, obtienen un reconocimiento transversal en la sociedad: entre hombres y mujeres, acomodados y vulnerables, parados, ocupados, jubilados y amas de casa.

Por grupos de edad, son los más jóvenes quienes en mayor medida destacan estos atributos de Sánchez. Resulta interesante observar que es este grupo de edad el que mayor entusiasmo muestra por el presidente, atribuyéndole otras cualidades. Así, salvo en el atributo de honradez (el más importante, según los encuestados), en el que gana Yolanda Díaz, el líder socialista es el elegido sistemáticamente entre los votantes de 18 a 24 años. Son ellos, los más jóvenes, los más sanchistas.

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