Villarejo, sobre la Operación Cataluña: “Si traen el extracto de Pujol en Suiza, eso es mortal”
El comisario planificó con el jefe de Gabinete de Interior, Francisco Martínez, la publicación en un periódico de un informe contra dirigentes independentistas con noticias falsas de corrupción en plena campaña electoral catalana
El Ministerio del Interior puso en marcha en noviembre de 2012, bajo mandato del PP, un plan contra dirigentes independentistas catalanes ejecutado por policías, coincidiendo con la convocatoria de elecciones anticipadas en Cataluña.
El entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, se había reunido dos meses antes en el Palacio de la Moncloa con Mariano Rajoy y le había reclamado un pacto fiscal consistente en un trato financiero privilegiado para Cataluña, similar al que tienen Pa...
El Ministerio del Interior puso en marcha en noviembre de 2012, bajo mandato del PP, un plan contra dirigentes independentistas catalanes ejecutado por policías, coincidiendo con la convocatoria de elecciones anticipadas en Cataluña.
El entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, se había reunido dos meses antes en el Palacio de la Moncloa con Mariano Rajoy y le había reclamado un pacto fiscal consistente en un trato financiero privilegiado para Cataluña, similar al que tienen País Vasco y Navarra. Rajoy, con España asfixiada por la crisis económica, rechazó aquella propuesta por ser contraria a lo que establece la Constitución.
El presidente catalán decidió entonces convocar elecciones anticipadas e iniciar un desafío rupturista desde la Generalitat de Cataluña que culminó en el otoño de 2017.
El plan del Ministerio del Interior contra esa deriva secesionista, ejecutado bajo mandato del dirigente popular Jorge Fernández Díaz, consistió en desacreditar a los líderes catalanes a través de montajes policiales para elaborar informes anónimos que denunciaban graves delitos de corrupción de los independentistas. Esos documentos, sin firma, ni fecha, ni autor conocido, fueron filtrados a determinados medios de comunicación durante la campaña electoral catalana.
En ese contexto se produce la conversación que mantienen el 14 de noviembre de 2012, a dos semanas de las elecciones anticipadas en Cataluña, el comisario José Manuel Villarejo y Francisco Martínez, entonces jefe de Gabinete del ministro del Interior, que ascendió a secretario de Estado de Seguridad dos meses después. EL PAÍS y el diario digital Fuentes Informadas han tenido acceso a la grabación de esa conversación, que la policía se incautó en el domicilio de Villarejo.
Martínez, según declaró al juez hace meses, acudía a las citas con Villarejo por indicación de su jefe, el ministro Jorge Fernández Díaz, con la intención de informarse e informar a su superior. Hasta enero de 2013, cuando fue nombrado secretario de Estado de Seguridad, no tenía competencias para tomar ninguna decisión, pues solo era jefe de Gabinete del ministro. Fue Jorge Fernández Díaz quien en abril de 2012 le encomendó la tarea de verse con Villarejo. Desde entonces, sus contactos fueron numerosos.
El comisario informa al jefe de Gabinete de Interior que ha mantenido una reunión con Javier de la Rosa, empresario muy vinculado al expresidente catalán Jordi Pujol y condenado a cárcel por corrupción en los años noventa. Villarejo se presentó a esa reunión con una identidad falsa y le contó a De la Rosa la preocupación del Partido Popular ante la deriva soberanista del Gobierno catalán.
Javier de la Rosa le respondió que no conseguirían nada “hasta las elecciones”: “Eso es después”. El comisario le pidió a De la Rosa “alguna cosa en concreto, algún dato de interés”. Y el empresario le dio algún detalle de los movimientos de la familia Pujol en Suiza: “Te juro por mis hijos que yo me fui para allá con Jordi hijo y le presenté a Thierry Lombard [propietario del banco suizo Lombard Odier] y abrieron la cuenta delante mío, o sea, que yo cuando te digo una cosa es que la he vivido”.
De la Rosa pidió a Villarejo una recompensa económica a cambio de suministrarle documentación que acreditase las revelaciones contra Jordi Pujol y otros líderes independentistas. “Yo, si la semana que viene, para empezar el trabajo, se adelanta una cantidad razonable, nos podemos fiar los dos. Pueden ser 250.000 euros y avisáis a una persona que yo os diga que paralice un procedimiento ejecutivo que está haciendo sobre las pertenencias de mi mujer...”.
El comisario de policía trasladó esa petición a sus superiores del Ministerio del Interior, que nunca acabaron de dar el visto bueno a ese pago. Tres días después de la conversación con Javier De la Rosa, Villarejo se reunió con el jefe de Gabinete del Ministerio del Interior, Francisco Martínez, y le cuenta el plan.
Aquella operación que Villarejo le detalla al jefe de Gabinete del Ministerio nunca se llevó a efecto. Los Pujol no acudieron al banco suizo y la policía no pudo filmarles como pensaba Villarejo.
Por otra parte, nunca se demostró ni acreditó la existencia de una fortuna oculta en Suiza a nombre de una fundación tras la que se escondía la familia Pujol. Sin embargo, otra investigación de la Audiencia Nacional sí descubrió la existencia de fondos ocultos de los Pujol en bancos andorranos procedentes de actividades ilícitas o no declaradas a Hacienda. El año pasado, el juez instructor terminó los trabajos y procesó al expresidente catalán y a parte de su familia por delitos de organización criminal, blanqueo de capitales, delito contra la Hacienda Pública y falsedad documental.
El cebo que iban a poner, según el plan que detalla Villarejo al jefe de Gabinete del ministro, para provocar el movimiento del expresidente catalán en el intento de ocultar su supuesta fortuna en Suiza, sí se activó finalmente.
Tres días después de la conversación, El Mundo empezó a publicar el contenido de un supuesto informe policial que vinculaba cuentas en Suiza del expresidente Jordi Pujol y del presidente Artur Mas con la corrupción de CiU, el partido del Gobierno de Cataluña, y las comisiones ilegales que se investigaban en el caso Palau. “Los Pujol tienen 137 millones en Ginebra, según la Policía”, señalaba el periódico aludiendo a un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) cuya existencia desmintió el Ministerio del Interior en los siguientes días. Lo hizo a través del director general de la Policía, Ignacio Cosidó, y del entonces jefe de la UDEF, el comisario Manuel Vázquez.
El informe policial fantasma acusaba a Pujol y a Mas de enriquecerse ilegalmente a través de comisiones cobradas en el caso Palau. La sentencia condenó a cárcel a Félix Millet, expresidente del Palau de la Música, y embargó a Convergència Democrática de Cataluña, uno de los dos partidos del Gobierno catalán, condenado por el cobro de comisiones ilegales a diversas constructoras a cambio de la adjudicación de obra pública.
Algunos años después de aquello, el comisario Villarejo presumía en una conversación con Esperanza Aguirre de haber elaborado el informe contra los independentistas catalanes.
Nunca se acreditó que Mariano Rajoy felicitara a Villarejo por su informe fantasma sobre Cataluña. El Ministerio del Interior nunca asumió la autoría de ese documento, que durante dos semanas sobrevoló la campaña de las elecciones anticipadas catalanas.
Convergència, el partido hegemónico en la comunidad, perdió 12 de los 62 escaños que tenía e inició una nueva estrategia para avanzar en su proyecto independentista, para lo que se alió en el Gobierno de la Generalitat con Esquerra Republicana de Cataluña.
El modus operandi que refleja la conversación entre Villarejo y el entonces jefe de Gabinete del ministro del Interior es parecido al que años después llevó a la primera página de El Mundo un supuesto extracto bancario de la fortuna que ocultaba en Suiza el alcalde de Barcelona, Xavier Trías. El banco emitió un comunicado para afirmar que el extracto publicado era falso y Trías no tenía dinero en esa entidad.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, habló de ese extracto bancario con el entonces jefe antifraude de Cataluña unos días antes de que se publicase. La conversación, grabada por el propio Fernández Díaz, se difundió años después a través del diario Público.