El PP desplaza al PSOE del primer puesto tras las elecciones andaluzas

Los populares prosiguen su escalada, con Vox a la baja, y superan en un punto al PSOE, según el barómetro de julio de EL PAÍS y la SER

Madrid -

El arrollador triunfo en las elecciones andaluzas ha proporcionado más combustible al PP, que, por primera vez en este año, supera a los socialistas en intención de voto ante unas hipotéticas elecciones generales. El barómetro de julio de 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER sitúa a los populares 1,1 puntos por delante de los socialistas, y al conjunto de la derecha muy cerca de la mayoría absoluta. El paulatino avance que vienen experimentando los p...

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El arrollador triunfo en las elecciones andaluzas ha proporcionado más combustible al PP, que, por primera vez en este año, supera a los socialistas en intención de voto ante unas hipotéticas elecciones generales. El barómetro de julio de 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER sitúa a los populares 1,1 puntos por delante de los socialistas, y al conjunto de la derecha muy cerca de la mayoría absoluta. El paulatino avance que vienen experimentando los populares tras el relevo de Pablo Casado por Alberto Núñez Feijóo arrastra como efecto secundario una tendencia a la baja de Vox, que hoy apenas mejoraría sus resultados de 2019. Todos los datos internos de la encuesta pueden consultarse en las webs de EL PAÍS y la SER.

En marzo, con el PP enredado en su crisis de liderazgo, el barómetro de 40dB. colocaba al PSOE como claro triunfador, cinco puntos por delante. La intención de voto a los socialistas se ha mantenido muy estable en este periodo. Ahora es del 26,3%, solo cuatro décimas menos que en aquel momento, cuando su primera plaza parecía sólida. La diferencia la marca la reanimación del PP, que ha ido creciendo paulatinamente, mes a mes, y hoy suma casi seis puntos más que entonces. Ya en los dos últimos barómetros, el partido de Feijóo superaba al de Pedro Sánchez en escaños. Ahora lo hace también en votos.

En ese marzo proceloso que sufrieron los populares, Vox se le acercaba a 2,5 puntos de distancia. En este último sondeo, la formación de Feijóo le saca casi 12 puntos a la de Santiago Abascal, que en cuatro meses pasa del 19,2% al 15,9%, solo siete décimas más que su resultado en las últimas elecciones.

Los datos pormenorizados de la encuesta corroboran que el PP ha logrado contener la sangría que estaba sufriendo a merced de Vox. Desde marzo, se ha reducido en más de la mitad la parte de los votantes populares en fuga hacia la extrema derecha. Entonces, el PP perdía en esa dirección casi uno de cada cinco apoyos, el 19,1%, cifra que ahora cae hasta el 8,4%, menos incluso que el 11,7% de antiguos electores de Vox dispuestos a hacer el camino inverso y pasarse a los populares. El botín del partido de Feijóo entre los que eran simpatizantes de Ciudadanos se ha más que duplicado en este periodo, del 16% en marzo al 37% ahora.

El PP atrae el voto de centro

Al tiempo que contiene a la extrema derecha, el cambio de timón en el PP ha permitido mejorar de forma notable su posición en las zonas más templadas del electorado. Los socialistas estaban al frente hace cuatro meses en el segmento que se autoubica en el centro exacto de la escala ideológica: 16,5% frente a un 13,2% del PP. En el barómetro de julio, los populares se disparan hasta el 22,7% en esa porción de los votantes, mientras el PSOE retrocede al 14,1%.

El nuevo estudio de 40dB. ratifica que, como ya ocurrió en Andalucía, el remozado PP penetra en algunas capas de electores socialistas. Un 8,4% de los encuestados que respaldaron al PSOE en 2019 se decanta ahora por la papeleta de los populares. El partido de Sánchez lo compensa en parte porque recibe un 8,7% de los que apoyaron a Unidas Podemos y una mínima fracción de los de Ciudadanos, 3,1%.

Con estos corrimientos de fuerzas, el PP conquistaría 118 escaños, 30 más que ahora y 15 más que el PSOE, que perdería 17 y se quedaría en 103. El conjunto de la derecha estaría a las puertas de la mayoría absoluta, sumados también los diputados de Vox (51, uno menos que ahora), Ciudadanos (dos) y Unión del Pueblo Navarro (otros dos). Con los del PP resultarían 173 escaños en total, a tres de la mayoría, una cifra que, pese a todo, tampoco garantizaría la estabilidad en un Congreso de nuevo con fuerte presencia independentista. En la división por bloques ideológicos, sin contar el nacionalismo periférico, la derecha reúne un 47% entre PP, Vox y Ciudadanos, mientras la izquierda se queda en un 41%, sumados PSOE, UP y Más País.

Al PSOE le pasa factura su descalabro en las elecciones andaluzas y pierde casi un punto en el último mes. Unidas Podemos, en cambio, mejora modestamente hasta un 11,7%, una porción en la que se mueve sin grandes oscilaciones desde el comienzo del año y que le haría perder cuatro de los 35 diputados obtenidos en 2019. El electorado socialista sigue siendo el más desmovilizado con diferencia, un fenómeno extensible a toda la izquierda. Un 20% de los que se ubican en este campo ideológico optarían por abstenerse, la mitad de lo registrado entre los que se consideran de derechas.

El gatillazo de Vox en Andalucía —donde, pese a mejorar posiciones, vio frustrado su deseo de convertirse en llave del Gobierno— se completa en el barómetro con un cierto retroceso en el último mes. Aunque la caída no va más allá de tres décimas, lo preocupante para el partido de Abascal es que persiste en una tendencia que no ha cesado desde que el PP solventó sus problemas internos.

En el campo independentista, lo más relevante es la mejoría de Junts, que pasaría de ocho diputados en 2019 ―cuatro de ellos se escindieron luego para formar el PDeCAT― a diez en el nuevo Congreso. Por su parte, ERC perdería uno de los 13 actuales. La fuerza del nacionalismo periférico en su conjunto se mantendría intacta, 36 diputados, los mismos que en el Parlamento actual.

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