El poder del PSOE en juego en 2023: nueve comunidades y 58 grandes ciudades

Los socialistas defenderán nueve gobiernos autonómicos y las encuestas nacionales, que son el mejor termómetro, siguen enviando señales en su contra

Desde 2021 ha habido tres elecciones autonómicas y en las tres se repitió el mismo patrón: la derecha mejoró sus resultados y el Partido Popular revalidó los gobiernos en Madrid, Castilla y León y Andalucía. Como no hubo cambios de color, no hubo un tremendo ...

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Desde 2021 ha habido tres elecciones autonómicas y en las tres se repitió el mismo patrón: la derecha mejoró sus resultados y el Partido Popular revalidó los gobiernos en Madrid, Castilla y León y Andalucía. Como no hubo cambios de color, no hubo un tremendo shock. Pero 2023 será diferente. En las elecciones que vienen, el PSOE tiene mucho poder que proteger.

Los socialistas controlan la alcaldía de 58 de las 100 ciudades más populosas que volverán a votar en mayo de 2023. Y más importante aún, también defienden el gobierno en 9 de las 12 comunidades que irán a las urnas en estos meses.

¿Qué presagios puedo hacer de esas autonómicas? Tengo que señalar que hay pocas encuestas regionales, que cada elección es diferente y que quedan meses todavía. Las señales pueden cambiar. Pero no es ninguna audacia subrayar que el PSOE parte de una situación desfavorable.

El mejor termómetro disponible son los sondeos para unas hipotéticas elecciones generales, porque se hacen regularmente y sirven para medir el impulso de cada marca electoral. El gráfico siguiente compara la temperatura de esos sondeos en junio de 2019 —cuando el PSOE se hizo con tres nuevos gobiernos autonómicos y revalidó los cinco en juego que tenía (los comicios de la Comunidad Valenciana se celebraron también ese año, pero se adelantaron unas semanas)—, y ahora mismo, camino de los nuevos comicios.

En junio de 2019, la suma de izquierdas (PSOE, Unidas Podemos y Más País) rondaba el 44% de los votos, ligeramente por delante de la suma de PP, Vox y Ciudadanos; sin embargo, hoy el péndulo está girado a la derecha: se impone por 46% a 41% en voto estimado, según el último sondeo de 40dB. Son cinco puntos de brecha que otros sondeos elevan hasta 10. En estos tres años el PSOE ha perdido cinco puntos en los sondeos, y los populares, tras fagocitar a Ciudadanos, suben del 20% al 28% y aparecen como primera fuerza en todos los sondeos, salvo el CIS.

Es inevitable que estas tendencias pongan en juego varios gobiernos autonómicos que ahora ostenta el PSOE.

Con estos números, el PSOE tiene difícil mantener La Rioja. En 2019 sumó una mayoría mínima con Podemos, así que cualquier balanceo a la derecha cambia el resultado. Además, el PP parece que pasará primero y podrá beneficiarse de un premio en escaños por efecto mayoritario.

También parece en juego el gobierno de los socialistas en Canarias. Hace tres años el PSOE sumó justo con Podemos, Nueva Canarias y la Agrupación Socialista Gomera. Si esa suma retrocede ligeramente, podrían abrirse negociaciones alternativas alrededor de Coalición Canarias.

Castilla-La Mancha puede estar en disputa. En 2019, el PSOE tuvo la mayoría con margen, cuando sumó el 45% de los votos, pero los sondeos están concentrando el voto de la derecha en PP y Vox —una formación que ya logró el 22% de los votos de la región en las generales de hace tres años—. Además, Castilla-La Mancha tiene difícil pronóstico porque solo reparte 34 escaños y la conversión de votos en escaños puede ser caprichosa.

Se han abierto las elecciones en la Comunidad Valenciana. La suma de PSOE, Compromís y Podemos ganó por un par de puntos en 2019 y luego vio ensancharse su ventaja en los sondeos del principio de la legislatura. Pero las encuestas más recientes acortan las distancias con la suma de PP y Vox.

En Aragón los socialistas volverían a necesitar muchos socios. El PSOE logró la última investidura con el apoyo de Podemos, IU, la Chunta y el Partido Aragonés (PAR), con 36 asientos sobre los 34 necesarios. Un sondeo de Hamalgama, que publicó El Heraldo en abril, volvía a dejar el gobierno en función de los pactos, con el PAR repitiendo su papel de posible bisagra. En esa encuesta, el PP se situaba por delante del PSOE, aunque sin sumar todavía una mayoría suficiente solo con Vox y Ciudadanos.

Y lo mismo en Navarra: allí el gobierno depende más de acuerdos que de números. Hace tres años el PSOE logró la investidura gracias a la abstención de Bildu y el apoyo del resto de fuerzas, todas salvo Navarra Suma, que sigue lejos de la absoluta. Si no hay cambio en los acuerdos, todo podría seguir igual.

¿Extremadura en disputa? En 2019, los socialistas lograron la mayoría absoluta con un 47% de los votos, y sin necesidad de sumar a Podemos, que logro otro 5%. Es un margen que debería ser suficiente, pero en las generales de 2019 la suma de derechas ganó en votos y hay pocas encuestas recientes.

En Baleares las cuentas son mejores para el PSOE. Francina Armengol logró la investidura sumando a Podemos y todas las fuerzas autonómicas, con 32 votos favorables sobre los 24 de PP, Cs y Vox. Es un margen amplio, suficiente mientras los sondeos no reflejen un giro muy claro.

También Asturias parece sólido para los socialistas. En las últimas elecciones fueron primera fuerza con claridad y eso los catapultó en escaños. El margen en votos fue más estrecho (la izquierda sumó 53% frente al 44% de la derecha), pero debería ser suficiente incluso si una buena parte del voto de Cs, Foro Asturias y Vox acaba concentrado en el PP.

Los populares, mientras tanto, enfrentan unos meses plácidos, con solo tres gobiernos que defender en Murcia, Madrid y Ceuta.

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