El PP y Vox habilitan enero para enmendar el error con el que tumbaron su propia ley fiscal en Castilla y León
Los Presupuestos estarán más de un mes en vigor sin la rebaja de impuestos que prometió el Gobierno
La política de Castilla y León vive alterada hasta en Navidad. El pasado viernes, un fallo clamoroso en las votaciones de la Ley de Medidas Tributarias y Financieras en el Parlamento autonómico provocó que PP y Vox, los partidos del Gobierno, tumbaran su propio proyecto de ley fiscal, que incluía la rebaja de impuestos que es bandera ideológica de ambos grupos. Se equivocaron 41 de 44 procuradores, y la situación...
La política de Castilla y León vive alterada hasta en Navidad. El pasado viernes, un fallo clamoroso en las votaciones de la Ley de Medidas Tributarias y Financieras en el Parlamento autonómico provocó que PP y Vox, los partidos del Gobierno, tumbaran su propio proyecto de ley fiscal, que incluía la rebaja de impuestos que es bandera ideológica de ambos grupos. Se equivocaron 41 de 44 procuradores, y la situación dio lugar a un caos que obligó a suspender el pleno durante una hora y media y enfureció al presidente de la Junta, el popular Alfonso Fernández Mañueco. Este miércoles, la Mesa de las Cortes y la Junta de Portavoces se han reunido para ver cómo enmendar el error, y finalmente han decidido habilitar un periodo extraordinario de sesiones en enero para volver a iniciar la tramitación de la ley. Será por vía de urgencia, lo que implica acortar los plazos a la mitad. El PP y Vox confían en tener la norma disponible a lo largo del mes de febrero, cuando se ejecutaría con carácter retroactivo. Hasta entonces, los Presupuestos autonómicos —que sí fueron aprobados en la sesión del día 23— estarán funcionando sin su ley fiscal complementaria.
El portavoz adjunto del PP, Ángel Ibáñez, ha asumido el error y ha defendido una “solución rápida y eficaz”. El portavoz de Vox, Carlos Menéndez, ha reconocido también el fallo —“cualquiera puede cometer errores, venimos de nuestras profesiones liberales”, ha dicho—, para criticar a continuación “la falta de cortesía parlamentaria del PSOE por no reconocer la mala interpretación ni aceptar repetir la votación”.
La socialista Patricia Gómez ha cargado contra el presidente de las Cortes, Carlos Pollán (Vox) —que leyó el farragoso texto de las votaciones que, según los partidos del Gobierno, condujo al error masivo— porque, aparte de la “anécdota” del error, “lo grave es incumplir el reglamento” de las Cortes regionales. Pollán, al constatar el lío, suspendió las votaciones y abandonó el hemiciclo, algo que está vetado taxativamente. La procuradora ha pedido que sus rivales “estudien los textos” antes de votar.
El exvicepresidente de la Junta y procurador de Ciudadanos, Francisco Igea, y el representante de Unidas Podemos, Pablo Fernández, han pedido la dimisión de Pollán por incumplir el reglamento. Ambos han afirmado que este ha justificado los 90 minutos de parón parlamentario del día 23 en que se dedicó a “revisar, cual VAR futbolístico, su formulación de la enmienda”.
Al final, la solución para PP y Vox va a ser recuperar la ley por el trámite de urgencia, un mecanismo legislativo que en el ámbito nacional han censurado cuando lo usa el Gobierno de Pedro Sánchez.
Todo comenzó con los aplausos y gritos de júbilo que interrumpieron el sopor de las Cortes de Castilla y León el pasado 23 de diciembre. Minutos antes, los Presupuestos habían prosperado con votos de PP y Vox y quedaba solo un trámite antes de que los procuradores se fuesen de vacaciones: aprobar la Ley de medidas tributarias, financieras y administrativas, o sea, la normativa que articula el modelo fiscal responsable de sostener, junto a los fondos estatales y europeos, las Cuentas. Pero en ese último trámite la coalición de Gobierno se había equivocado, y la oposición celebraba un éxito inesperado que sumió en el desconcierto a las bancadas.
El portavoz del PP, Raúl de la Hoz, esgrimía un “error” que achacaba a una “redacción confusa”, mientras el líder socialista, Luis Tudanca, exigía seguir adelante. El reglamento de la Cámara impide interrumpir las votaciones, pero el controvertido Pollán, acusado de partidismo por varias decisiones decantadas hacia los suyos, ordenó “10 minutos” de parón para ver qué hacer y se marchó del estrado.
El caos inundó las Cortes durante la hora y media que duró el receso. Los periodistas acudían en masa a responsables de prensa de los partidos que explicaban qué podía ocurrir y el letrado del grupo socialista, Paco Izquierdo, resolvía dudas. “Vaya día para dejar de fumar”, le decían, pues el jaleo llegaba el mismo día de su jubilación, por lo que le tocaba decir adiós mientras asistía a un suceso “inédito” en sus muchos años de ejercicio. Alfonso Fernández Mañueco y su vicepresidente y líder de Vox, Juan García-Gallardo, estuvieron un buen rato reunidos en otra sala, buscando una solución.
. Al reaparecer Pollán, reinó un silencio sepulcral previo a que la coalición tumbara su propio proyecto fiscal —para evitar que prosperase el de la oposición— e iniciara el nuevo trámite que se zanjará entre enero y febrero. Este miércoles varios grupos han aprovechado la efeméride del Día de los Inocentes para calificar la situación del parlamentarismo en la comunidad.