El Partido Popular Europeo trasladará su próxima cumbre a España para impulsar a Feijóo en su carrera hacia La Moncloa
El cónclave se celebrará el 23 y 24 de junio en Málaga y estarán invitados Von der Leyen, Metsola y los primeros ministros y líderes europeos de la familia popular, movilizada para tratar de recuperar poder en los Estados miembros
El PP sabe que Pedro Sánchez va a aprovechar la presidencia de turno de la Unión Europea, del 1 de julio al 31 de diciembre, para proyectar su perfil internacional en la campaña para las elecciones generales de finales de año. Ese perfil exterior, cultivado especialmente por el presidente del Gobierno esta legislatura, es una de sus principales ventajas en la batalla política frente el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que viene de ejercer co...
El PP sabe que Pedro Sánchez va a aprovechar la presidencia de turno de la Unión Europea, del 1 de julio al 31 de diciembre, para proyectar su perfil internacional en la campaña para las elecciones generales de finales de año. Ese perfil exterior, cultivado especialmente por el presidente del Gobierno esta legislatura, es una de sus principales ventajas en la batalla política frente el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que viene de ejercer como presidente de la Xunta de Galicia durante 13 años y apenas ha trabajado su proyección más allá de España. Pero Feijóo también tendrá ayuda. El Partido Popular Europeo (PPE), conocedor de la importancia de las elecciones españolas de 2023, donde el PP tiene opciones de lograr el poder, ha decidido trasladar a Málaga su próxima cumbre para ayudar al líder popular en su carrera hacia La Moncloa, según han confirmado fuentes del PPE a EL PAÍS. Al cónclave, que se celebrará el 23 y 24 de junio, estarán invitadas las principales figuras del centroderecha en Europa, desde las presidentas de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; y del Parlamento Europeo, Roberta Metsola; a los primeros ministros y líderes europeos.
Los populares europeos se reunirán en junio en España en lo que se conoce como una cumbre informal, esto es, un retiro de dos días en los que se encerrarán para discutir a puerta cerrada estrategias y temas de interés para el partido. En este caso, la prioridad será definir el enfoque estratégico para las elecciones al Parlamento Europeo de 2024, pero también la posición común del PPE sobre la inmigración o la economía, explican fuentes del partido. El encuentro se celebrará en un contexto de encrucijada para el centroderecha, amenazado por el auge de las extremas derechas populistas en Europa y sin el mando en ninguna de las principales potencias europeas, una vez Alemania tiene un primer ministro socialdemócrata, Olaf Scholz; Francia está presidida por el centrista Emmanuel Macron, e Italia ha caído en manos de la extrema derecha con Giorgia Meloni.
No parece que el PPE vaya a poner especiales problemas a Feijóo en caso de que el PP pacte con Vox, después de haberse tragado ya el sapo italiano. El presidente de los conservadores europeos, Manfred Weber, bendijo el pasado agosto la coalición de Forza Italia con los partidos de extrema derecha de la Liga y Hermanos de Italia. Ahora bien, el encuentro en Málaga se celebrará justo después de las elecciones municipales y autonómicas de mayo, donde Feijóo afrontará el dilema de los acuerdos con la extrema derecha.
No por casualidad la próxima cumbre del PPE se celebra en España. Fuentes del partido reconocen la importancia de las elecciones españolas, previstas para diciembre de este año, por el peso de España en la UE y las posibilidades de que el partido de centro derecha que lidera Feijóo se haga con el poder. Los populares europeos tienen marcado en el calendario también la cita electoral en Finlandia (2 de abril), donde los conservadores parten bien situados frente a la primera ministra socialdemócrata, Sanna Marin; y en Polonia (otoño), donde el exprimer ministro Donald Tusk pelea por su antiguo puesto contra el ultraconservador partido en el Gobierno de Ley y Justicia.
El secretario general del PPE, el griego Thanasis Bakolas, se ha desplazado esta semana a Madrid para reunirse con Feijóo y otros miembros de la dirección popular, como la secretaria general, Cuca Gamarra; y el coordinador general, Elías Bendodo; con el fin de conocerse personalmente y discutir sobre el congreso de Málaga.
Feijóo y su equipo son conscientes de que uno de sus puntos débiles es el escaso perfil internacional del líder del PP frente a Sánchez. Aunque en Génova creen que las elecciones no se ganan por la proyección exterior, el PP está tratando de erosionar esa imagen de Sánchez. Feijóo cuestionó su liderazgo en Europa en el debate de este martes en el Senado con el argumento de que la economía española es el alumno más desaventajado de los 27 porque no ha recuperado el PIB prepandemia. Y ayer, el PP utilizó que el rey de Marruecos, Mohamed VI, no recibiera al presidente durante la XII Reunión de Alto Nivel en Rabat para criticar su “peso pluma internacional”. “La mitad de su Gobierno le da plantón y el rey lo despacha por teléfono. Es difícil hacer más el ridículo”, sostuvo Elías Bendodo. “No nos alegramos de esto, pero España da imagen de debilidad”, enfatizó el número tres de los populares.
Pero Feijóo todavía tiene que abrirse un hueco en los espacios de poder europeos, donde él es un recién llegado y, en cambio, es conocida la buena relación de Sánchez con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a pesar de que la política alemana pertenece al PPE. En el partido conservador europeo reconocen que Sánchez es un rival duro para Feijóo y bien relacionado en Europa, y se admite, sin embargo, como un problema para su proyección europea que el líder popular no hable inglés. La cúpula de los populares europeos sigue de cerca la política española y las últimas decisiones de Feijóo. En la dirección del PPE se ha valorado positivamente su decisión de aceptar la vigente ley de plazos del aborto, a pesar del recurso del PP contra la norma al Tribunal Constitucional. El líder popular es visto por sus colegas europeos como una oportunidad para recuperar el poder en la cuarta economía del euro, así que van a tratar de ayudarle en ese objetivo.