Ciudadanos | La hora de la verdad: desaparición o prórroga
Con una campaña centrada en las “familias de clase media exprimida”, la formación aspira a lograr representación en Asturias, Murcia, Aragón y Baleares, con el Ayuntamiento de Madrid como objetivo clave
Llevan toda la campaña, la precampaña y prácticamente los últimos meses con la etiqueta de partido muerto. Un sambenito que ahora sí, en estas elecciones municipales y autonómicas del 28-M, se materializará o quedará en suspenso. Ciudadanos se enfrenta a una jornada decisiva en la que, a tenor de todas las encuestas, perderán buena parte de la representación en los Parlamentos regionales de las 12 comunidades autonómicas que celebran elecciones, donde aún conservan una cincuentena de diputados. También mantiene un considerable porcentaje de los concejales logrados en 2019, más de 2.800. Con un...
Llevan toda la campaña, la precampaña y prácticamente los últimos meses con la etiqueta de partido muerto. Un sambenito que ahora sí, en estas elecciones municipales y autonómicas del 28-M, se materializará o quedará en suspenso. Ciudadanos se enfrenta a una jornada decisiva en la que, a tenor de todas las encuestas, perderán buena parte de la representación en los Parlamentos regionales de las 12 comunidades autonómicas que celebran elecciones, donde aún conservan una cincuentena de diputados. También mantiene un considerable porcentaje de los concejales logrados en 2019, más de 2.800. Con un programa centrado en la defensa de las “familias medias exprimidas” y la apuesta por “romper los bloques” de izquierda y derecha, la nueva dirección de la formación, que asumió el poder a principios de año, ha intentado en las últimas semanas aminorar en la medida de lo posible el golpe que CS sufrirá irremediablemente este domingo.
Hace prácticamente un año, tras el enésimo descalabro electoral —esta vez, en los comicios andaluces en los que Ciudadanos pasó de 21 a 0 escaños—, el partido aceleró un proceso de refundación que se consumó en enero. La renovación puso a la formación patas arriba, con unas primarias embarradas y la entrada de una nueva dirección, liderada por Patricia Guasp y Adrián Vázquez. La ejecutiva entrante se asoma a este 28-M como primera prueba de fuego para sostener a una formación exigua, con menos de 10.000 afiliados, la pérdida constante de cargos públicos y la confianza debilitada entre el electorado.
Conscientes de la pérdida de fuerza en el tablero político, la joven cúpula centró el tiro y redujo su estrategia a un caladero de votos muy concreto: el de las familias de clase media que, a su juicio, están “asfixiadas” a impuestos sin “recibir nada a cambio”. Un nicho sobre el que han pivotado ahora, en campaña, sus propuestas. Entre las iniciativas estrella de la formación se encuentran el adelanto de una parte de la jubilación a los jóvenes para pagar su primer inmueble, un cheque bebé de 1.200 euros al mes para quienes tengan un segundo hijo, adelantar la escolarización obligatoria hasta los 18 años y educación infantil gratuita.
Bajo el lema Libérate, la campaña ha estado jalonada de actos reducidos, “a pie de calle”, huyendo “del formato mitin”, y en los que la expresidenta Inés Arrimadas ha estado muy presente. La nueva líder de CS, Patricia Guasp, es a su vez la aspirante al Gobierno balear, y ha tenido que focalizar también sus esfuerzos en su propia candidatura en Baleares. “El 29 de mayo vamos a seguir afianzando el centro liberal en España”, afirmó Guasp, el viernes, durante su intervención a través de un vídeo en el acto de cierre campaña, celebrado en Madrid. Porque, sea cual sea el escrutinio, CS concurrirá a las elecciones generales de finales de año, según afirman sus máximos responsables.
Tanto en los nuevos estatutos —ratificados en enero—, como durante la carrera a la cita en las urnas, se ha dejado además constancia de que ya no habrá socios preferentes entre PP y PSOE ante eventuales pactos. “Allá donde seamos decisivos, os puedo prometer que ni la extrema derecha ni la extrema izquierda decidirán sobre vuestras vidas”, aseguró Vázquez el viernes. Con 808 listas presentadas —la mitad que en 2019—, fuentes de la ejecutiva trasladan que hay posibilidades de representación en Asturias, la Región de Murcia, Aragón y Baleares. Los sondeos les sitúan en casi todos los territorios al límite. El santo grial, en cualquier caso, será la posible entrada en el Ayuntamiento de Madrid, donde las encuestas colocan a la vicealcaldesa y alcaldable de CS, Begoña Villacís, en la barrera del 5%. Su sostén será clave para enviar el mensaje de que CS ha sobrevivido. “Si Ciudadanos no existiese, habría que inventarlo”, concluyó Villacís el mitin de cierre de campaña.
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