Luis Bárcenas y su esposa, Rosalía Iglesias, ya cumplen en semilibertad sus condenas por Gürtel en el mismo centro

Iglesias ingresa en el recinto penitenciario de Madrid donde pernocta el extesorero del PP desde diciembre. Otros dos condenados por la trama, Correa y Crespo, están en el mismo centro de régimen abierto

Rosalía Iglesias, en el momento de ingresar este lunes en el Centro de Inserción Social Victoria Kent, de Madrid, acompañada por Luis Bárcenas, con casco.Santi Burgos

Rosalía Iglesias, esposa de Luis Bárcenas, ha comenzado este lunes a disfrutar del régimen de semilibertad que le concedió la Audiencia Nacional el 31 de julio. Para ello, ha acudido poco antes de las once de la mañana al Centro de Inserción Social (CIS) Victoria Kent, en Madrid, ...

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Rosalía Iglesias, esposa de Luis Bárcenas, ha comenzado este lunes a disfrutar del régimen de semilibertad que le concedió la Audiencia Nacional el 31 de julio. Para ello, ha acudido poco antes de las once de la mañana al Centro de Inserción Social (CIS) Victoria Kent, en Madrid, el mismo en el que está el extesorero del PP desde finales de diciembre. Ambos han llegado en una motocicleta que conducía Bárcenas, con dos pequeñas mochilas con sus pertenencias y con las cabezas cubiertas por sendos cascos. Bárcenas ha acompañado a su pareja al interior del centro y ha salido solo cinco minutos después. Una vez que los profesionales penitenciarios diseñen un plan de ejecución de lo que le resta de pena, Iglesias podrá abandonar a diario la prisión para ir a trabajar y hacer voluntariado en una ONG. Solo tendrá que acudir al centro a dormir de lunes a viernes, aunque deberá permanecer dentro los fines de semana, según fijó en un auto el juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis de Castro.

Tras el ingreso de Iglesias, ya son cuatro los condenados por la trama Gürtel que cumplen lo que les queda de sus condenas en el CIS Victoria Kent. Además del matrimonio, también disfrutan de la semilibertad en este centro el cabecilla de la red de corrupción, el empresario Francisco Correa, y el que fuera su lugarteniente, Pablo Crespo, ex secretario de organización del PP gallego. Todos salen a diario del recinto penitenciario, al que solo vuelven para pernoctar de lunes a jueves y, en el caso de Bárcenas, para permanecer fines de semana alternos. No obstante, cada uno ocupa una celda en módulos diferentes del recinto y, por tanto, no coinciden cuando están dentro, detallan fuentes penitenciarias. Tampoco lo harán Iglesias y Bárcenas, ya que ella irá destinada al módulo de mujeres.

Iglesias ―condenada a 12 años y 11 meses de prisión por el Tribunal Supremo ingresó en prisión el 8 de noviembre de 2020 y la Audiencia Nacional le fijó un tiempo máximo de estancia en la cárcel de siete años y seis meses. Desde entonces había estado en régimen ordinario en la cárcel de mujeres de Alcalá de Henares (Madrid), donde había disfrutado ya de cuatro permisos de salida. Sin embargo, esta situación penitenciaria ha cambiado antes de cumplir la mitad de la condena tras estimar parcialmente el juez Castro el recurso que la mujer de Bárcenas había presentado contra la decisión de Instituciones Penitenciarias de negarle la semilibertad y mantenerle en segundo grado penitenciario (en el que está el 73% de los reclusos en España). El magistrado acordó que se aplicara a Iglesias el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario ―el mismo que al extesorero del PP―, por lo que disfrutará de parte de los beneficios del tercer grado, entre ellos salir a diario del recinto penitenciario.

Estas salidas no serán, sin embargo, inmediatas. Durante los primeros días, Iglesias debe permanecer en el centro para ser entrevistada por el educador, el jurista, el psicólogo y el trabajador social de centro. Posteriormente, será vista por los servicios de enfermería para constatar si tiene que seguir algún tratamiento médico. Tras ello, la situación de Iglesias será valorada en la reunión semanal de la junta de tratamiento ―órgano interno del centro formado por profesionales penitenciarios―, que es la que diseñará con detalle un plan de ejecución de la pena, incluido los horarios de salida y regreso al recinto.

En la misma resolución judicial, el magistrado destacaba que la mujer había justificado tener una oferta de trabajo de la productora Voltereta Records ―vinculada a su hijo Guillermo, músico y líder de la banda Taburete― y un acuerdo para realizar diferentes labores en una ONG de ayuda a personas con discapacidad intelectual. El juez añadía que este voluntariado “permitirá a la penada concienciarla de las consecuencias de la actividad delictiva cometida”. Cuando Bárcenas consiguió la semilibertad, también esgrimió tener un contrato en la productora y su intención de colaborar con una asociación de ayuda a personas desfavorecidas. Gracias a ello, el extesorero sale del centro todos los días entre las 7.30 y las 23.00, de lunes a viernes.

Además de acudir al trabajo, el juez ha impuesto a Iglesias la obligación de participar en programas de reinserción. Uno es el llamado Taller de Justicia Restaurativa, que concluye con un encuentro entre el recluso y una víctima simbólica de sus delitos para que le pida perdón. Bárcenas lo siguió cuando estaba en la cárcel de Soto del Real antes de que se le concediera la semilibertad. El otro es el bautizado como Pideco (Programa de Intervención en Delitos Económicos), destinado a presos por corrupción y que también contempla un encuentro con alguna víctima. El extesorero lleva seis meses realizando este taller. En su resolución sobre Rosalía Iglesias, el juez destacaba “la evolución de la penada y las posibilidades de reinserción”, así como “un buen comportamiento” en prisión que le habían llevado, por ejemplo, a “evitar el verse envuelta en conflictos”.

La situación de los otros dos condenados por el caso Gürtel que disfrutan de la semilibertad en el CIS Victoria Kent es mejor que la del matrimonio, ya que el juez les concedió a ambos el tercer grado. Gracias a ello, tanto Crespo (en semilibertad desde marzo) como Correa (desde junio), además de salir a diario a trabajar, permanecen fuera del recinto todos los fines de semana y tienen más días de permiso al año que Bárcenas y su mujer.

En el caso de Crespo ―condenado en cinco piezas de la macrocausa de corrupción a un total de 73 años y 4 meses de cárcel―, la Audiencia Nacional tuvo en cuenta su colaboración con la justicia y que había participado “con excelente aprovechamiento” en el programa de reinserción de justicia restaurativa. Con Correa ―condenado a 105 años y siete meses en siete juicios por corrupción―, se valoró que su evolución en la cárcel ha sido “muy positiva” y que había “asumido su responsabilidad penal y civil [contribuyó a repatriar los 24 millones de euros que tenía en cuentas en Suiza]”, además de colaborar con la justicia. En sus salidas, el primero trabaja en el bufete de su hija y el segundo, en un medio de comunicación.

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