Felipe González: “La amnistía es una autoamnistía, hecha por los propios amnistiados. Es rara y difícil de aceptar”
El expresidente del Gobierno alerta de que la división de poderes está “amenazada seria y gravemente” e insiste en que mantiene la posición que el PSOE tenía antes del 23-J
La ley de amnistía sigue agrandando la brecha entre Felipe González y Pedro Sánchez. El expresidente del Gobierno se ha reafirmado este martes en sus críticas a la medida de gracia en un día de marcado simbolismo: unas horas antes el PP y el PSOE habían aparcado momentáneamente sus habituales diferencias para reformar ...
La ley de amnistía sigue agrandando la brecha entre Felipe González y Pedro Sánchez. El expresidente del Gobierno se ha reafirmado este martes en sus críticas a la medida de gracia en un día de marcado simbolismo: unas horas antes el PP y el PSOE habían aparcado momentáneamente sus habituales diferencias para reformar por tercera vez la Constitución y sustituir de común acuerdo el término ‘disminuidos’ por el de ‘personas con discapacidad’, en una jornada excepcional para la polarizada política española que culminó con la presentación de enmiendas a la proposición de ley de amnistía que Sánchez aceptó “haciendo de la necesidad virtud”. “La amnistía es una autoamnistía, hecha por los propios amnistiados. No solo es rara, es difícil de aceptar. La regula y la decide el que se autoamnistía”, ha criticado González en una alusión implícita a Carles Puigdemont, el líder de Junts fugado en Bélgica de la justicia española tras el desafío ilegal secesionista del procés de 2017.
“Ahora quieren corregirla para que no se escape ningún fleco”, ha abundado el exmandatario socialista en un acto que ha compartido con Eduardo Madina, exdiputado del PSOE que se enfrentó a Sánchez en las primarias de 2014 a la secretaría general del PSOE, organizado por la Fundación Gregorio Peces-Barba con la colaboración de la Fundación Felipe González y la Fundación La Caixa. “Me han regalado la oportunidad de estar con el político al que más he admirado en la vida. Me eduque con él, con sus valores e ideas, en su manera de entender la institucionalidad, de entender el pasado presente y futuro de las siglas socialistas... Yo soy hijo de esa Constitución, Felipe es uno de los líderes más significativos de la Transición a una democracia consolidada: todo fue posible gracias al pacto del 78″, ha valorado Madina.
El expresidente no se ha andado con rodeos y ha incidido en que estaba haciendo una crítica al Gobierno de su partido que ha abarcado tanto las negociaciones sobre la amnistía como el “espectáculo de la llamada ley ómnibus” de la semana pasada en el Congreso, cuando el Gobierno salvó de forma agónica dos de los tres reales decretos que se votaban en las Cortes. González ha coincidido con los reproches de los socios del Ejecutivo de coalición y no es partidario de los decretos leyes “donde se mezclan” medidas muy diversas. “¿Usted acepta todo el paquete o le vamos a echar en cara que no se ha permitido avanzar en tal cosa? Tenemos que superar esa situación de emergencia”, ha observado sobre la situación que durante la legislatura pasada se ha repetido en numerosas votaciones para malestar de los aliados del Gobierno. “En el ultimo pleno del congreso lo pasé muy mal porque me llegaba un eco insoportable... ¿Pero cómo se puede cambiar una ley para asegurar que el Supremo no plantee una cuestión prejudicial?”, ha resaltado en referencia a uno de los apartados que Junts reclamaba a cambio de permitir la aprobación de los decretos.
Pero la amnistía ha sido sin duda el asunto que ha concretado las críticas del dirigente socialista ante unos 300 asistentes entre los que se encontraban los presidentes del Congreso y del Senado, Francina Armengol y Pedro Rollán; Miquel Roca, padre de la Ley Fundamental; Carlos Lesmes, expresidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo; otros magistrados del Supremo como Pablo Llarena y distintos miembros del mundo judicial; ex ministros socialistas como Carlos Solchaga y Virgilio Zapatero, el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra y el exlíder sindical Cándido Méndez. El único dirigente del PSOE actual ha sido Juan Lobato, el secretario general del partido en Madrid.
“Estamos discutiendo la amnistía que es el olvido de lo que han hecho, pido que acepten las reglas del juego. Sea lo que sea, al menos se comprometerán a cumplir con el ordenamiento jurídico, no pedimos que cambien de ideas”, ha señalado tras expresar “todo” su “afecto a las autoridades judiciales y fiscales ahora que reciben ataques injustificados, igual que la propia Constitución, y son acosados permanentemente por estos que ahora piden la autoamnistía”, ha proseguido en lo que ha parecido otra referencia evidente a Miriam Nogueras, la portavoz del Junts en el Congreso. En este contexto, González se ha reafirmado en sus convicciones: “Yo estoy en la posición que estaba mi partido el 23 de julio. Y el 24 también. ¿Que ha cambiado mi partido? Muy bien, ¿pero estoy obligado a cambiar? No”, ha sentenciado. “Defenderé la independencia del Poder Judicial y la división de poderes amenazada seria y gravemente”, ha abundado.
Los dardos tampoco han faltado para reuniones como la que el PSOE mantuvo con Junts en diciembre en Ginebra con un diplomático salvadoreño, Francisco Galindo Vélez, como “verificador”. “Me parece una pérdida de madurez y democracia plena a través de un largo esfuerzo y ejercicio. ¿Cómo es posible que se diriman nuestros problemas con la intermediación de un señor que me parece respetable pero no me parece que tiene una cualificación profesional ni democrática?”, ha aseverado González.
El expresidente ha defendido el discurso “impecable” de Felipe VI en Nochebuena, centrado en la reivindicación de la Constitución y en la unidad de España y en el que el Rey pidió que las instituciones del Estado se respeten mutuamente “en el ejercicio de sus competencias”. “Se ha abierto una avalancha de criticas hacia un discurso que defendía la Constitución y sus valores. Agradezco a quienes salieron en tromba contra ese discurso y la Constitución que no representan más del 14% de los representantes en el Congreso, son una minoría”, ha observado en alusión a los partidos nacionalistas.
Consciente de que el PP y el PSOE no se dan tregua ni siquiera en los momentos más excepcionales, ni tan siquiera en el día en que se pusieron de acuerdo para aprobar la tercera reforma de la Constitución con la modificación del artículo 49, González ha instado a los dos grandes partidos a abandonar la confrontación. “Hay dos partidos mayoritarios que son las que hoy, después del 23 de julio, suman los 210 diputados que son imprescindibles para hacer reformas en el plano institucional u otro. O aceptan que están condenadas a entenderse por la expresión libre de los españoles o siguen creando muros y divisiones ficticias”, ha resaltado en otra crítica clara a Sánchez, que tras rehacer su mayoría parlamentaria a raíz de las elecciones del 23-J ha proclamado que su objetivo es “levantar un muro” contra la ultraderecha. “Los ciudadanos han expresado la voluntad de que los grandes partidos se pongan de acuerdo en lo fundamental. Las mayorías se debilitan cuando dependen de los extremos... Mientras más gritan en un extremo y otro del camarote de los Hermanos Marx, menos votos tienen pero más influyen en los partidos de la centralidad”, ha concluido González.
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