El ataque a la amnistía atrapa al PP y empaña sus propuestas políticas

El PP discute este fin de semana en Ourense las líneas maestras de su acción política ante el nuevo año, con la mirada puesta en las elecciones gallegas del 18 de febrero, claves para reafirmar el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo. “El Partido Popular no es un partido de oposición, es un partido de Gobierno”, afirmó este sábado Cuca Gamarra. “Trabajamos cada día para que esa alternativa se pueda materializar, somos el ejemplo de las buenas políticas, pegadas a la realidad y a la vida de los españoles”, añadió la secretaria general del PP ...

El PP discute este fin de semana en Ourense las líneas maestras de su acción política ante el nuevo año, con la mirada puesta en las elecciones gallegas del 18 de febrero, claves para reafirmar el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo. “El Partido Popular no es un partido de oposición, es un partido de Gobierno”, afirmó este sábado Cuca Gamarra. “Trabajamos cada día para que esa alternativa se pueda materializar, somos el ejemplo de las buenas políticas, pegadas a la realidad y a la vida de los españoles”, añadió la secretaria general del PP en la apertura de la 26ª reunión interparlamentaria de los populares, que concentra en la ciudad gallega a sus diputados, senadores, parlamentarios autonómicos y eurodiputados. La estrategia de Génova sigue inmersa en su ofensiva contra la ley de amnistía, en una oposición frontal contra las negociaciones de las fuerzas independentistas con el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Un ruido que impide sacar músculo con propuestas referidas a otros asuntos, como los debatidos por sus cargos públicos en Ourense.

La semana del Partido Popular arrancó el lunes, en Madrid, en un desayuno informativo protagonizado por Feijóo. El líder del PP anunció ese día que su formación iba a plantear en el Congreso el aumento del tramo del IRPF exento de tributación, para adaptarlo a la nueva cuantía del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). La propuesta estuvo vigente apenas unos minutos, pues el Gobierno confirmó después que elevará ese mínimo exento para acompasarlo a la subida del SMI. Fuentes de Hacienda recuerdan que el Ejecutivo siempre ha actuado en esa línea para evitar un impacto excesivo en las retenciones.

Por otra parte, Sánchez adelantó en este diario que el Consejo de Ministros desarrollará una nueva ley para proteger a los menores del porno en internet. Una iniciativa también defendida en la campaña del 23-J por los populares, con especial empeño por parte de su portavoz, Borja Sémper. La mayoría de las propuestas lanzadas en las últimas semanas, sin embargo, radican en la bajada de impuestos, como la deflactación del IRPF para rentas de menos de 40.000 euros o la bajada del IVA de la carne y el pescado. Mientras, desde la Comunidad de Madrid, la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, ha arremetido contra el Ejecutivo con ataques a personas migrantes acogidas en Alcalá de Henares. Una posición avalada desde Génova. “Estamos absolutamente de acuerdo y alineados”, subrayó Sémper este viernes.

Pero las iniciativas populares no solo son opacadas por las jugadas a la contra del Gobierno, sino principalmente por los duros ataques contra la amnistía. En su escalada de decibelios, Feijóo se ha lanzado ya en los últimos días a deslegitimar directamente el Congreso y ha asegurado que la Cámara baja no tiene “competencias” para aprobar la ley sobre la medida de gracia al considerar el texto inconstitucional. En esa línea, el jefe de la oposición ha reforzado su fortín en el Senado, donde los populares tienen mayoría absoluta, al imponer un pleno más al mes. Una decisión que avanzó el propio Feijóo antes de que la Mesa del Senado debatiera y aprobara la medida.

En el seno del PP hay opiniones distintas sobre dónde poner el foco. Hay miembros de la ejecutiva del partido que apuestan por “pasar pantalla” de la confrontación basada en la amnistía y fijar el tiro en la defensa aguerrida de propuestas como la del SMI. Mientras, algunos líderes territoriales consideran que la “amnistía tiene que ser el epicentro del discurso”. En el gabinete de Feijóo, el planteamiento de momento es alternar el mensaje “de oposición” a la amnistía con el “propositivo”. La vicesecretaria de Organización del PP, Carmen Fúnez, se pronunció este sábado al respecto. “La amnistía es la punta del iceberg del proyecto de desigualdad de Pedro Sánchez. Y nosotros no vamos a dejar de discutir, de debatir y de denunciar”, expresó Fúnez antes del acto organizado en Ourense. “Con la ley de amnistía los españoles dejamos de ser iguales ante la ley. Y esa es una cuestión que hasta el último minuto vamos a pelear para paralizarlo. Es un compromiso de Alberto Núñez Feijóo y de todo el Partido Popular. Nos parece esencial. Eso no es óbice a que hablemos de otras cuestiones que también estamos haciendo: de bajada de impuestos, la atención primaria. El proyecto del Partido Popular habla de igualdad y libertad”.

En cualquier caso, la actualidad marcará el paso, como así ocurrió el jueves tras hacerse público un informe de los letrados de la Comisión de Justicia del Congreso en el que se duda de la constitucionalidad de la ley de amnistía. Aunque el portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, fue más allá y se hizo eco en público de una información que acusaba a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, de haber guardado en un cajón durante días el texto, pese a que la propia letrada que suscribió ese documento había aclarado que esa noticia era falsa.

Feijóo clausurará este domingo el acto del PP en Ourense junto al presidente de la Xunta y candidato a las elecciones autonómicas, Alfonso Rueda. Los populares son conscientes de que, pese a la poca fuerza de Vox en Galicia a tenor de las encuestas, los restos que rasquen los ultras podrían dejarles sin la mayoría absoluta. El domingo que viene, el PP ha convocado en Madrid una nueva manifestación contra Sánchez. La cúpula popular considera que fue un acierto la estrategia de agitar la calle contra la amnistía porque dejó sin espacio a los de Santiago Abascal, a quien el líder del PP pidió el miércoles no concurrir a las urnas.