Sumar tira de agenda propia en la coalición para combatir la ofensiva de Sánchez por la izquierda
La plataforma de Díaz contraataca con la batalla cultural de los toros, críticas a la fusión bancaria o un nuevo impulso a la derogación de la ‘ley mordaza’ para evitar que el PSOE ocupe su espacio electoral
En plena campaña catalana y en la cuenta atrás de las elecciones europeas del 9-J, Sumar tira de su agenda propia dentro del Gobierno de coalición y redobla la ofensiva en varios frentes con el objetivo de sacar al Ejecutivo del letargo, así lo aseguran, y disputar el voto a un PSOE que lleva semanas priorizando asuntos que movilizan al electorado de izquierdas. En casi todos los temas de actualidad, la plataforma que lidera la vicepresidenta Yolanda Díaz ha optado por subrayar sus diferencias con el PSOE, recuperando viejas banderas como la derogación de la ley mordaza o la rebaja de las mayo...
En plena campaña catalana y en la cuenta atrás de las elecciones europeas del 9-J, Sumar tira de su agenda propia dentro del Gobierno de coalición y redobla la ofensiva en varios frentes con el objetivo de sacar al Ejecutivo del letargo, así lo aseguran, y disputar el voto a un PSOE que lleva semanas priorizando asuntos que movilizan al electorado de izquierdas. En casi todos los temas de actualidad, la plataforma que lidera la vicepresidenta Yolanda Díaz ha optado por subrayar sus diferencias con el PSOE, recuperando viejas banderas como la derogación de la ley mordaza o la rebaja de las mayorías para renovar el Poder Judicial, sin esperar al PP. Sumar pide un paso más en casi todo a su socio mayoritario: presiona para que el Ejecutivo se mueva con rapidez con el reconocimiento del Estado palestino en el Consejo de Ministros de este martes o rechace la posible fusión entre BBVA y Sabadell. La batalla cultural sobre los toros es quizá la iniciativa más significativa dentro de esa estrategia.
El portavoz de Sumar, miembro de los comunes y ministro de Cultura, Ernest Urtasun, se descolgaba el viernes con una iniciativa para eliminar el Premio Nacional de Tauromaquia que ha soliviantado a las derechas y a barones socialistas como Emiliano García-Page o Salvador Illa. Este mismo lunes, el candidato del PSC defendía que la medida debería haberse tomado de forma “razonada, reflexionada y con un poco más de consenso”. “O se está con el futuro de la sociedad española o se está con el maltrato animal”, respondió Urtasun muy firme en rueda de prensa horas más tarde.
Entre los frentes de presión reforzados por Sumar en la última semana se encuentra la causa palestina, uno de los temas históricamente más sensibles para el socio minoritario de la coalición y que el presidente del Gobierno ha intentado capitalizar en las últimas semanas. Sánchez ha dedicado gran parte de sus esfuerzos diplomáticos en los últimos tiempos a defender la solución de los estados y el reconocimiento de Palestina. La vicepresidenta urgió el domingo a Sánchez a que reconociese el Estado palestino en el Consejo de Ministros de este mismo martes, justo cuando se cumplen siete meses del inicio de la guerra en Gaza y apenas tres días antes de que la Asamblea General de Naciones Unidas vaya a votar su reconocimiento como Estado de pleno derecho en el seno de la organización tras el veto del Consejo de Seguridad. A pesar de que en Exteriores descartan dar el paso esta semana, Urtasun volvió a apremiar al PSOE al sostener que “España debería llegar con los deberes hechos” a esa reunión.
Tras la reaparición de Pedro Sánchez en la campaña catalana clamando contra “los poderosos” y la “máquina del fango”, la propia vicepresidenta Díaz se ha encargado este lunes de apretar al PSOE sobre la la fusión del BBVA con el Banco Sabadell. “Manifiesto muchísima preocupación por esta operación, miremos para Europa, el riesgo de concentración existe y además es que están funcionado como un auténtico oligopolio ya hoy en España”, subrayó la vicepresidenta sobre las entidades bancarias, en contraste con la prudencia oficial del Ministerio de Economía.
Un “punto de inflexión” tras la pausa del presidente
Tras meses difuminados en el Ejecutivo, Sumar ha tratado de imponer su agenda desde el inicio de la reflexión planteada por Sánchez. La consigna que trasladan es aprovechar la pausa del presidente para hacer de este momento un “punto de inflexión” en la legislatura, dar cumplimiento al acuerdo de Gobierno e incluso ir más allá. Este lunes, la coportavoz de Izquierda Unida Amanda Meyer habló en rueda de prensa de “parálisis” del Gobierno e instó a los socialistas a ser “valientes y pasar de las palabras a los hechos”. En este contexto, la plataforma de la vicepresidenta ha recuperado propuestas como la renovación del Consejo General del Poder Judicial sin el Partido Popular —el grupo parlamentario presentará próximamente su propia propuesta en el Congreso— o la derogación de la ley de seguridad ciudadana, conocida como ley mordaza. Sumar insiste en esta vía, que fracasó el año pasado por el no de ERC y EH Bildu. Su formación registró en diciembre una Proposición de Ley de reforma del Código Penal para “la protección de la libertad de expresión”, por lo que el portavoz insistió el lunes en que la parte penal de la norma podría abordarse de manera inmediata, al haber sido tomada ya en consideración en la Cámara baja.
Aunque en público dirigentes del espacio rechazan hablar de la reflexión de Sánchez como un movimiento estratégico (en todo momento han mostrado su “respeto” por la situación personal del presidente), nadie oculta tampoco una cierta preocupación por que el golpe de efecto pueda ser rentabilizado en las urnas, haciendo crecer al PSOE por la izquierda. De entrada, algunas voces reconocen que ha servido para movilizar, al menos, a la militancia del PSC en Cataluña. A cinco días de la cita con las urnas, la encuesta de 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER muestra una caída de tres parlamentarios para la candidatura de Comuns Sumar, que pasa de ocho a cinco, mientras la lista de Salvador Illa crece de 33 a 40. En la plataforma de Díaz achacan más la subida a la concentración del voto útil, igual que ocurrió en Galicia con el BNG o en Euskadi con EH Bildu, pero temen, en todo caso, que el movimiento de Sánchez pueda perjudicarles de cara a unas europeas que se celebran en menos de cinco semanas y en las que Sumar se juega mucho.