La agencia que organizó el viaje en el que murieron tiroteados tres turistas españoles aseguraba que “Afganistán es muy seguro”

“Afganistán es muy seguro hoy, uno puede realmente sentirlo porque todas las provincias están totalmente abiertas y los afganos que encuentras en el camino te repiten todo el tiempo que Afganistán es finalmente seguro”. Así lo asegura la web de la agencia de viajes Against the Compass (”Contra la brújula”, en inglés), organizadora del viaje en el que fueron asesinados el pasado viernes tres turistas catalanes y una mujer vasca resultó gravemente herida. Este miércoles estaba prevista la llegada a España de los cadáveres de los tres primeros (Susana Vilar Bühler, de 65 años, y Elena Schröder Vilar, de 36, madre e hija, ambas farmacéuticas; y Ramón Bellmás Rimbau, de 72, ingeniero jubilado natural de Girona); así como de la única herida, Araceli Tamayo, bilbaína de 82, que fue ingresada en el Hospital de Basurto (Bilbao) tras aterrizar en el Aeropuerto de Bilbao a bordo de un avión medicalizado procedente de Kabul. La paciente permanecía sedada y estable dentro de la gravedad, según informó el equipo médico que la atendió a primera hora de la noche de este miércoles.

Los tres fallecidos y la herida, junto a otros dos españoles que resultaron ilesos y ya habían regresado, formaban parte de una expedición de 13 personas organizada por Against the Compass, según han confirmado EL PAÍS fuentes conocedoras de este viaje. La agencia, especializada en turismo en destinos “épicos y totalmente inusuales”, promociona regularmente tours a países como Afganistán, Siria, Libia, Mauritania o Irak. Aunque se trata de destinos de riesgo, la web de la agencia describe Afganistán como “uno de los países más increíbles del mundo” e intenta disipar los temores de eventuales clientes: “Antes de que los talibán tomaran el poder en 2021, el país estaba en guerra civil y el riesgo de ser secuestrado era extremadamente alto. [...] Hoy Afganistán es inseguro solo para dos tipos de personas: las mujeres locales y los hazara [una minoría de confesión chií]. Los visitantes extranjeros estarán seguros, siempre que su comportamiento sea respetuoso con la cultura afgana”.

El viaje que contrataron los turistas españoles duraba 10 días, del 15 al 24 de mayo, y costaba 2.800 euros. En el folleto de este tour, que ya no figura en la web de la agencia, se decía que, “con el nuevo régimen [talibán], el país ha mejorado muchísimo con lo que respecta a la seguridad, tanto para la gente local, como para los viajeros extranjeros, a quienes se les permite moverse libremente por todo el país”, Incluso se decía que esta era la quinta expedición que organizaba dicha agencia a Afganistán en solo ocho meses. En el blog del fundador de la compañía, Joan Torres, se asegura que, “desde el punto de vista de la seguridad, no ha habido mejor momento para visitar Afganistán”.

“No viajar bajo ninguna circunstancia a Afganistán”

Estos mensajes tranquilizadores contrastan con las recomendaciones de viaje del Ministerio de Asuntos Exteriores, en cuya web se afirma taxativamente y en mayúsculas: “No viajar bajo ninguna circunstancia a Afganistán”. Y agrega: “Existe riesgo de secuestro o atentado en todo el país”. Las recomendaciones de viaje del Ministerio de Exteriores no son de cumplimiento obligatorio, pero constituyen una guía para los viajeros. La última actualización del apartado referido a Afganistán data del pasado 29 de enero. España cerró su embajada en Kabul tras la caída de la capital en manos de los talibanes, en agosto de 2021, y desde entonces ha evacuado a varios grupos de afganos que colaboraron con las tropas españolas durante los 20 años que permanecieron en el país, así como a sus familias, por temor a que su vida corra riesgo bajo el nuevo régimen.

El atentado contra los turistas se produjo el viernes, cuando el grupo estaba en su tercer día de estancia y se había trasladado desde Kabul a Bamiyán, una zona de mayoría hazara, en el centro del país, conocida por albergar los restos de dos monumentales estatuas de Buda destruidas por los talibanes en 2001. Uno de los supervivientes explicó que estaban de compras en un mercado al aire libre cuando salió un hombre de un callejón y empezó a dispararles. En el ataque murieron en total seis personas: tres afganos y tres españoles. “Muy claramente se dirigía hacia ellos, por lo que todo apunta a que estamos ante un ataque de corte terrorista o un atentado. El objetivo era este grupo de turistas occidentales”, explicó el pasado sábado el ministro de Exteriores. José Manuel Albares. La rama local del Estado Islámico, el llamado Estado Islámico del Gran Jorasán (ISKP), se atribuyó el domingo la autoría del ataque.

La web de la agencia menciona precisamente la actividad de esta franquicia del Estado Islámico, de la que dice que se ha convertido en el enemigo número uno de los talibanes y ha cometido “varios ataques terroristas”, pero “todos a pequeña escala”, añade, y “la probabilidad de caer atrapado en medio de un atentado suicida es extremadamente baja”. Eso sí, añade, “recuerda que esto no es Tailandia y que viajar por Afganistán nunca está exento de riesgos”.

Los turistas españoles disponían de un seguro, a través de la compañía IATI Seguros de Viaje, que se ha hecho cargo de la repatriación de los dos turistas que resultaron ilesos y del traslado en un avión medicalizado de la mujer herida, que fue traslada en ambulancia al hospital de Basurto a su llegada a Bilbao. En Kabul ya fue intervenida en un centro quirúrgico para heridos de guerra gestionado por la ONG italiana Emergency. Fuentes conocedoras del tour explican que el seguro de viaje, por importe de unos 100 euros, no estaba incluido en el paquete que comercializa la agencia, sino que era suscrito individual y voluntariamente por cada viajero.

Albares informó este miércoles por la mañana de que “todos los españoles afectados por el ataque terrorista han abandonado ya Afganistán” y agradeció el trabajo realizado por el personal de emergencia consular y los diplomáticos españoles que se desplazaron a Kabul desde países vecinos: así como la delegación del Servicio de Acción Exterior de la UE en la capital afgana, que asumió inicialmente todas las gestiones ante la falta de representación española en el país.

EL PAÍS contactó con Against the Compass el mismo viernes, cuando se conoció el atentado, pero desde entonces no ha respondido a las llamadas y mensajes que se le han hecho llegar por distintas vías para que ofreciera su versión de lo sucedido. La agencia nace del blog de viajes de su fundador, Joan Torres, “un mochilero humilde y con un presupuesto ajustado” que vive en Barcelona, según su web. “Hoy en día, Joan sigue siendo un viajero humilde, pero consiguió que un sencillo blog de viajes se convirtiera en una de las principales empresas de viajes del mundo en la promoción del turismo en países como Siria, Irak o Afganistán”, se lee.