Zapatero argumenta que su papel de mediador le lleva a no reconocer a Edmundo González: “Sé cómo se puede ayudar”
El expresidente del Gobierno admite que trabajó para “la llegada a España” del opositor venezolano: “Cuando alguien interviene”, ha dicho, “debe ser extraordinariamente respetuoso”
Flashes. Y más flashes. 60 medios de comunicación han esperado la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al Ateneo de Madrid este martes. El expresidente del Gobierno, sonriente, en traje azul, sabedor de que su nombre está en boca de todos desde hace semanas por su papel de mediador en Venezuela, ha atendido a la prensa durante siete minutos y cuarenta segundos. “En mi larga experiencia”, ha dicho antes de dirigirse hacia el salón principal donde se iba a presentar su último libro...
Flashes. Y más flashes. 60 medios de comunicación han esperado la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al Ateneo de Madrid este martes. El expresidente del Gobierno, sonriente, en traje azul, sabedor de que su nombre está en boca de todos desde hace semanas por su papel de mediador en Venezuela, ha atendido a la prensa durante siete minutos y cuarenta segundos. “En mi larga experiencia”, ha dicho antes de dirigirse hacia el salón principal donde se iba a presentar su último libro La democracia y sus derechos (Península), “sé muy bien qué es lo que hacen los mediadores y facilitadores. Esa ha sido mi actitud y va a ser mi actitud”. El exlíder socialista se ha escudado así en su papel de mediador para evitar reconocer al opositor Edmundo González como vencedor de las elecciones. “En mi larga experiencia en política de conflictos”, ha observado, “sé muy bien qué es lo que hacen los mediadores y facilitadores. Ser discretos”.
Zapatero ha acudido sobre las siete de la tarde. Frente a la puerta, alrededor de treinta manifestantes le han recibido entre gritos de “corrupto”, “traidor”, “libertad” y “vergüenza para España, Zapatero alimaña”. El que fuera presidente del Gobierno entre 2004 y 2011 ha saludado en la puerta principal al presidente del Ateneo, Luis Arroyo, e inmediatamente se ha dirigido hacia el pasillo principal, donde le esperaba la prensa. “Mantener la confianza de la mayoría de las personas que participan en un conflicto como es el que tiene Venezuela, esa ha sido mi actitud y va a ser mi actitud”, ha dicho. “Conozco todo lo que ha sucedido y me debo a las personas que han participado. Y también porque, en fin, el futuro puede determinar y puede requerir que realice alguna que otra tarea en esa difícil situación que tiene Venezuela”.
El expresidente del Gobierno se refería, sin citar, a las palabras del opositor Edmundo González, quien reconocía el pasado viernes en una entrevista con la agencia Reuters el papel de mediador de Zapatero. “Siempre ayudaré a que ese país recobre esperanza y tenga futuro. Eso siempre será a través del diálogo de los consensos y una solución pacífica. A nadie le debe extrañar que esa sea mi posición porque es lo que he mantenido toda mi vida en todos los conflictos políticos”.
—¿Se siente decepcionado con el Gobierno venezolano por no haber entregado las actas?
—No voy a hacer valoraciones de las posiciones de unos y de otros. Debo preservar esa confianza. La única manera es mantener discreción, prudencia y serenidad.
Zapatero ha dicho que sabe cómo puede ayudar y que, de hecho, lo saben muchos opositores, con los que mantiene “muy buena relación”. Que antes o después, sin detallar fechas concretas y sin más detalles, habrá “intentos de solución política” para Venezuela. Tampoco ha valorado la posición del Gobierno de España estos días, que rechazó reconocer a González como presidente electo en el Congreso de los Diputados. “El Gobierno de España es el que toma las decisiones”, ha dicho. “Este Gobierno reconoció a [Juan] Guaidó y es el Gobierno que más ha ayudado a los venezolanos en el mundo. Ahora acoge a Edmundo [González], por el que expreso mi máximo respeto. Esa tarea para que sea útil es la discreción. Esto me comporta muchas críticas. Es mi punto de vista, mi compromiso y mi tarea”.
—Le acusan de estar al lado de Maduro.
—He procurado siempre buscar soluciones. A veces han estado cerca y otras no. Desde hace diez años tenemos un problema serio.
—¿Qué solución ve usted?
—Debemos esperar. Calma, serenidad, convocatoria al diálogo. Sé que es dificilísimo, pero todo lo que hemos construido en democracias, se ha construido con el diálogo. No voy a renunciar a esa posición. Lo voy a hacer por lealtad y por respeto a las tareas que han realizado.
La salida de González
La salida de Venezuela de González, el 7 de septiembre, había estado rodeada de misterio. Acosado por la justicia chavista, el opositor decidió en cuestión de días irse a España. El pasado miércoles, sin embargo, se supo que para que le permitieran salir de la embajada de España en Caracas y abordar un avión, los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez, los dos principales operadores políticos de Maduro, lo obligaron a firmar un documento en el que acataba la decisión del Tribunal Supremo de Justicia venezolano, que en una resolución decretó que el actual presidente ganó las elecciones, pese a que gran parte de la comunidad internacional sospecha que no ha sido así. En ese documento, González se comprometía también a no operar como presidente electo en el exilio.
Días después, el chavismo difundió unas imágenes en las que se veía a los hermanos Rodríguez y al líder opositor firmando esa carta en la residencia del embajador español. Este martes, Zapatero, tras unas semanas de silencio, ha reconocido que medió para que González “llegara a España”. Pero para saber qué pasó realmente, ha dicho, habrá que esperar unos años, si se cuenta.