Sánchez lanza un plan de ayudas de 10.600 millones y dice que el Gobierno estuvo listo “desde el primer minuto” para responder a la dana
El presidente remarca que los nuevos Presupuestos son más necesarios que nunca, pero las ayudas entran en vigor este miércoles por decreto al margen de las Cuentas
Pedro Sánchez no quiere entrar al choque con Carlos Mazón, el presidente de la Generalitat valenciana, del PP, que en los últimos días ha culpado al Gobierno central de los posibles errores en la gestión de la dana que ha asolado la provincia de Valencia. En una comparecencia con preguntas este martes, la primera que ofrece durante esta crisis después de tres intervenciones sin responder a la prensa, Sánchez ha evitado en todo momento las cuestiones más polémicas e incluso responder a la pregunta de “¿qué falló?”. El presidente del Gobierno sostiene que quiere dejar para más adelante ese debate, y concentrarse ahora en enviar a los afectados el mensaje de que el Estado está presente al máximo, con casi 15.000 efectivos ya desplegados en el territorio y con un paquete de ayudas directas o indirectas que hoy ha aprobado el Consejo de Ministros por valor total de 10.600 millones de euros.
Pero, ya al final de su comparecencia, Sánchez sí sugirió dónde, en su opinión, ha estado el problema: en la lentitud de la administración dirigida por Mazón. “Yo no voy a entrar en debates políticos porque lo que necesita la ciudadanía ahora es una respuesta eficaz. Tiempo habrá, tanto en las Cortes valencianas como en el Congreso, de saber cómo mejorar los sistemas de protección civil y donde están las responsabilidades”, dijo el presidente. A continuación, lanzó: “Lo que sí le digo es que el Gobierno estuvo desde el primer minuto, desde el primer segundo e incluso antes, preparado para dar una respuesta proporcionada a la magnitud de esta dana”. Sin citarlo, señalaba así a Mazón, cuyo gobierno dirige la gestión de la emergencia.
Quedaba claro el mensaje de fondo del Ejecutivo: si no hubo más medios antes sobre el terreno, si estos 15.000 efectivos (entre policías, guardias civiles y miembros de las Fuerzas Armadas) no están desde el miércoles en la zona afectada y han ido llegando sobre todo el pasado fin de semana, es porque la Generalitat no los reclamó antes. Ante las quejas de quienes piensan que el Ejecutivo central debería haber tomado las riendas y enviar a esos efectivos desde el primer momento aunque Mazón no los pidiera, Sánchez ha insistido en que no tenía sentido tomar el control de la crisis en contra de la voluntad de la Generalitat porque eso habría generado más problemas de los que habría resuelto.
Ha descartado, por tanto, la declaración de emergencia nacional que le reclama Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, algo que supondría desplazar a Mazón y su equipo del mando de la emergencia. Para explicar este punto, clave en la decisión política de no suplantar al Ejecutivo valenciano, Sánchez ha hecho una reivindicación del Estado autonómico y ha sostenido que fue muy eficaz durante la pandemia y que no hay por qué cuestionar que lo siga siendo en otras emergencias.
“Durante la covid acuñamos la idea de la cogobernanza. Vivimos en un Estado autonómico, no centralista, que dio una respuesta ejemplar durante la pandemia”, ha considerado. “Cada segundo es oro. Entrar en una situación de sustitución de la administración territorial sería restar eficacia”, se ha justificado. “Todos somos Estado. Tenemos que cooperar para no restar eficacia. La Generalitat conoce mejor que nadie las necesidades de sus ciudadanos”.
Sánchez, en cualquier caso, reivindica que la situación ya está mucho mejor que hace unos días, y que la presencia de esos 15.000 efectivos está haciendo también que prácticamente desaparezca el pillaje, que fue un problema grave los primeros días. La imagen que ha tratado de ofrecer el presidente en su primera comparecencia con preguntas es la de que el Estado ya está retomando el control y está dispuesto a gastar todo lo que sea necesario, también pidiendo ayuda de la UE, para que los afectados puedan recuperar sus vidas.
En este contexto, Sánchez ha apuntado que ahora los nuevos Presupuestos, que estaba negociando con los grupos, son más necesarios que nunca. Una cuestión no está vinculada con la otra, a pesar de que el PP acusó inmediatamente al Gobierno de “chantaje” y de condicionar las medidas por la DANA a la aprobación de las Cuentas. No es cierto. Las ayudas, los 10.600 millones de euros, estarán en vigor desde este mismo miércoles, cuando se publiquen en el BOE. Y después serán convalidadas por el Congreso, presumiblemente con el voto del PP, para eso mantuvo el lunes Félix Bolaños reuniones con todos los grupos, incluido el popular, y todos mostraron su disposición. Después seguirá la negociación de los Presupuestos, pero se aprueben o no, las ayudas llegarán inmediatamente a los damnificados, al contrario de lo que insinúa el PP en una nota e incluso planteó la propia presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en las redes sociales. Sánchez pidió apoyo para los Presupuestos, pero no condicionó las ayudas a que se aprueben. Las ayudas, eso sí, son tan importantes que descuadran totalmente las cuentas y eso hace, según el presidente, más necesario tener unas nuevas. “Estamos hablando de cifras muy importantes, son 10.600 millones de euros. Algunos los pediremos a la UE pero otros saldrán de nuestras cuentas públicas, y por eso revisaremos el impacto sobre el déficit y la deuda. Se trata de encontrar vehículos eficaces en el marco de los Presupuestos. Por eso necesitaremos unos nuevos Presupuestos. Si había alguna razón para aprobarlos antes de esta dana, es evidente que ahora esa necesidad se multiplica”, ha insistido. Es altamente improbable que el PP se ofrezca a apoyar esas Cuentas, por eso el Gobierno tendrá que reforzar la negociación que ya tenía en marcha especialmente con Junts y Podemos, los que más difícil se lo están poniendo.
El presidente también ha aprovechado para lanzar un mensaje contra los negacionistas del cambio climático y contra los bulos que circulan por las redes. “La realidad existe por mucho que la nieguen algunos. El cambio climático mata, y lo estamos viendo, por desgracia”, ha dicho. Preguntado por la agresión que sufrió en Paiporta el pasado domingo, le ha restado importancia. “Si mira las imágenes, es fácil diferenciar entre los [vecinos de Paiporta] que manifiestan su ira de manera legítima por la frustración que sienten, de los grupos ultras perfectamente organizados que iban a tratar de hacer el mayor daño posible. Yo estoy bien, a mí no me van a desviar de la atención. Los protagonistas son los ciudadanos. Estoy bien, agradezco las muestras de solidaridad, pero estamos a lo importante: proteger a la gente y dar respuesta a las necesidades”, ha contestado.
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