La crisis suspende 50 rodajes en Cataluña

La Academia del Cine Catalán pide acciones inmediatas a la Generalitat para paliar los efectos de la crisis en el sector audiovisual

Rodaje de 'La vampira de Barcelona'.

El 72% de las obras en que trabajaban durante los meses de marzo y abril los profesionales del sector del audiovisual en Cataluña se han parado o cancelado; se han parado una cincuentena de rodajes (de largometrajes, series y documentales) que se estaban llevando a cabo o estaban previstos en este periodo; las salas de cine catalanas calculan unas pérdidas diarias de 327.178 euros de recaudación bruta; las 54 salas agremiadas han...

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El 72% de las obras en que trabajaban durante los meses de marzo y abril los profesionales del sector del audiovisual en Cataluña se han parado o cancelado; se han parado una cincuentena de rodajes (de largometrajes, series y documentales) que se estaban llevando a cabo o estaban previstos en este periodo; las salas de cine catalanas calculan unas pérdidas diarias de 327.178 euros de recaudación bruta; las 54 salas agremiadas han hecho un ERTE que han afectado ya unos 2.000 trabajadores; el 76% de los profesionales del audiovisual son autónomos o tienen contratos de obra y servicio en régimen de artistas... Estas son algunos de los datos de una primera fotografía a corto plazo del impacto del paro provocado por la COVID-19 que ha hecho la Academia del Cine Catalán (ACC). Ante esta “situación dramática”, la institución reclama a la Generalitat un paquete de cuatro acciones inmediatas para evitar la crisis de todo el sector.

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Según datos facilitados por la Cataluña Film Commission y la Barcelona Film Commission, de los 50 rodajes que se estaban llevando a cabo o estaban previstos durante los meses de marzo y abril, tres son largometrajes (uno de ficción y dos documentales) y seis son series (tres de ficción, dos documentales y una websèrie). Más de un 70% corresponden a producción catalana. La ACC subraya que esta es la época en la que, sobre todo por las condiciones meteorológicas, se programan más rodajes: cada año, entre marzo y mayo se suelen realizar alrededor del 30% de los rodajes de todo el año.

La bajada en las salas de cine catalanas es de un mínimo del 21% de espectadores respecto del año pasado en el escenario más optimista de reapertura de los cines el mes de junio. En referencia al aplazamiento de los estrenos, Camilo Tarrazón, presidente del Gremio de Cines de Cataluña, habla de un reordenamiento en el calendario del segundo semestre del 2020 y parte de 2021: “La parada, a efectos de estrenos, solo será un paréntesis, un cambio de calendario, eso sí, de manera generalizada. Dado que la producción o la postproducción de nuevos títulos también se ha parado, las nuevas películas llegarán más tarde al mercado y el ritmo de estrenos se normalizará”.

En cuanto a los festivales, según datos facilitados por Cataluña Film Festivals, de los 17 programados en Cataluña entre la segunda quincena de marzo y el mes de junio de 2020, 11 han sido aplazados (7 ya tienen nuevas fechas entre junio y otoño), 2 se mantienen en sus fechas habituales pero cambian el formato para pasar a ser online (el DocsBarcelosna y el D’ A), uno ha sido cancelado y los 3 restantes todavía no se han pronunciado, porque sus fechas permiten más margen para tomar la decisión.

Cuatro medidas exigidas

Ante este panorama, el ACC considera que la salud física y la mental, que es la cultural, son indestriables la una de la otra y por eso pide a la Generalitat cuatro acciones inmediatas.

Mantener los compromisos adquiridos en relación a subvenciones y TV3. Piden que el apoyo prometido se adapte al paro que ha provocado la crisis sanitaria avanzando pagos de ayudas concedidas y flexibilizando absolutamente plazos e importes de justificaciones, protegiendo los festivales y abriendo líneas específicas compensatorias tanto a salas como distribuidoras por la carencia de ingresos generados a las salas durante todo este tiempo.

Desencallar en el Parlamento español las medidas laborales del estatuto del artista, ahora que han quedado evidenciados la fragilidad, la vulnerabilidad y la desprotección de los profesionales. Hace falta que, como ocurre en Francia, los trabajadores intermitentes del audiovisual y de los espectáculos en vivo tengan acceso a una prestación de paro especial calculada en base a unas horas mínimas de contratación acumuladas.

Promover la difusión del cine propio, como recomienda el Observatorio Europeo del Audiovisual en estos momentos críticos y de consumo más disparado que nunca. Proponen, por ejemplo un ciclo Gaudí en TV3 con las películas premiadas en los galardones de cine catalán.

El audiovisual catalán y en catalán tiene que ser una herramienta de formación en este momento en que el departamento de Educación tiene que activar un plan para formar a un millón y medio de niños y jóvenes online.

Los títulos pospuestos

De momento, se han pospuesto ocho estrenos catalanes previstos de ahora a final de junio: Ofrenda a la tormenta, de Fernando González Molina (Golem); Uno para todos, de David Ilundain (A Contracorriente); Isaac, de David Matamoros y Ángeles Hernández (Alfa Pictures); El cerro de los dioses, de Daniel M. Caneiro (Begin Again); L' Ofrena, de Ventura Durall (Alfa Pictures); La boda de Rosa, de Icíar Bollaín (Filmax); A Stormy Night, de David Moragas (Filmax) y Herencia, de Ana Hurtado (Begin Again) han aplazado su llegada en las salas.

En base a las previsiones facilitadas por las principales distribuidoras catalanas o con catálogo catalán, siete producciones catalanas en principio no verán afectada por la crisis del coronavirus su previsión de estreno en otoño: Las niñas, de Pilar Palomero (BTeam Pictures), No matarás, de David Victori (Filmax); Sentimental, de Cesc Gay (Filmax); Libertad, de Clara Roquet (Avalon); Coraje, de Rubén Rojo Aura (Mago Production); Seis días corrientes, de Neus Ballús (Filmax) y La vampira de Barcelona, de Lluís Danés (Filmax).

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