Badia del Vallès, Salt, Torres de Segre y Batea, a la cola de renta per cápita en Cataluña

Envejecimiento de la población y paro, dos de los problemas que se repiten en esas ciudades

Edificio de viviendas en la localidad de Badia del Vallès.Cristobal Castro

Los cuatro municipios que cierran el ranking de la renta per cápita de 2018 según las estadísticas de la Agencia Tributaria en las cuatro provincias de Cataluña repiten, en su gran mayoría, en los puestos de cola de años anteriores. En la provincia de Barcelona, las localidades con menos ingresos son Badia del Vallès (19.213 euros) y Santa Margarida de Montbui (19.060 euros); Salt (18.816 euros) lo es en Girona; Torres de Segre (16.459), en Lleida; y Batea (14.260), en Tarragona con la menor renta de esa provincia y del conjunto de Cataluña. Estas poblaciones están, ...

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Los cuatro municipios que cierran el ranking de la renta per cápita de 2018 según las estadísticas de la Agencia Tributaria en las cuatro provincias de Cataluña repiten, en su gran mayoría, en los puestos de cola de años anteriores. En la provincia de Barcelona, las localidades con menos ingresos son Badia del Vallès (19.213 euros) y Santa Margarida de Montbui (19.060 euros); Salt (18.816 euros) lo es en Girona; Torres de Segre (16.459), en Lleida; y Batea (14.260), en Tarragona con la menor renta de esa provincia y del conjunto de Cataluña. Estas poblaciones están, en cuanto a renta se refiere, en las antípodas de Matadepera, un municipio que encabeza las rentas de España.

Para Badia del Vallès no es novedad estar en los últimos puestos de la lista. “Pero hemos mejorado en los últimos años y hemos llegado a la mitad de la tabla de todos los municipios de España. La clave es que hay desigualdades estructurales del municipio y para revertirlo hacen falta acciones conjuntas con las otras administraciones. Y tengo que decir que nos sentimos abandonados por la Generalitat”, sostiene Eva Menor, alcaldesa de esa ciudad que en 1994 logró ser municipio independiente. Tiene 13.500 habitantes y desde hace años sufre una regresión en su población porque los jóvenes —la segunda generación de los fundadores de una ciudad dibujada con tiralíneas en 1973— se van: “El 100% de las viviendas son de protección oficial en régimen de propiedad —muchas de ellas con problemas de amianto en sus elementos estructurales-, apenas hay pisos de alquiler y por eso los jóvenes se van a Barberà, que sí los tiene”, apunta.

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Más de 3.000 de sus vecinos tienen más de 65 años. Al no tener pisos de alquiler, apenas tiene inmigración. Añade que se ha trabajado mucho en mejorar la formación de los jóvenes y que sobre la mesa tienen un proyecto de construir pisos de alquiler en espacios públicos del municipio: “La cuestión es que para construir los pisos necesitamos de la ayuda de la Generalitat porque como administración no tenemos suficientes fondos para afrontarlo”. El régimen de protección del parque de viviendas, 100% públicas, no salta hasta 2025.

Salt, con un 40% de inmigración en sus cerca de 32.000 habitantes, es otra de las ciudades que suele estar a la cola en la renta per cápita. Uno de sus problemas es la alta incidencia del paro en una población que permanece estancada desde hace años. “La realidad sociodemográfica tiene un impacto en la renta per cápita y desde hace años el Ayuntamiento está apostando por políticas coordinadas de inserción y formación. Poco a poco van dando frutos y en los últimos años la renta está subiendo. Además, otros municipios de la zona con una realidad social muy diferente tienen una renta parecida a la de Salt”, comenta Toni Vidal, regidor de Promoción Económica del consistorio.

Torres de Segre es una de las localidades en las que la renta per cápita ha bajado en los últimos años. Con una población de cerca de 3.000 personas, y estable en los últimos años, más del 30% de sus vecinos no son españoles y el paro se acerca al 14% según las estadísticas del Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat). El Ayuntamiento de esa localidad declinó contestar a EL PAÍS. Como tampoco lo quiso hacer el Ayuntamiento de Batea, la localidad de Tarragona que tiene la renta per cápita menor (14.260 euros) de esa provincia y, a la vez, de Cataluña.

En Batea residen 1.890 personas y, según el Idescat, la curva de residentes en Batea está decreciendo desde 2010. Se trata, además, de una población envejecida con un 30% de sus habitantes por encima de los 65 años. Un 10% de sus vecinos son extranjeros. El 70% de su economía está ligada al sector agrícola, especialmente la viña. Tiene una veintena de bodegas en su territorio situado en la Franja con Aragón, comunidad a la que se quería anexionar hace unos años.


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